Siete personas del entorno del terrorista francés identificado como autor de uno de los ataques en París están siendo interrogadas y el segundo coche usado por uno de los comandos fue hallado con varios fusiles kaláshnikov en su interior, durante la investigación abierta por los atentados.
El primer ministro francés, Manuel Valls, anunció que 103, de las 129 víctimas mortales causadas por los atentados, han sido ya identificadas.
Los siete detenidos que están siendo interrogados, entre los que están el padre y el hermano del terrorista Ismael Omar Mostefai, se encuentran en las afueras de París en las instalaciones de la Subdirección Antiterrorista (SDAT), que intenta verificar si estaban al tanto de sus planes.
Mostefai, de 29 años, había sido condenado en ocho ocasiones por delitos menores y desde 2010 estaba fichado por su radicalización religiosa, aunque no era objeto de seguimiento, y fue identificado gracias a las huellas de un dedo seccionado hallado en la sala Bataclan. En esa sala de conciertos murieron 89 personas del total de 129 que dejaron los atentados y también los tres asaltantes.
El fiscal de París, François Molins, precisó ayer que seis de los siete terroristas que participaron presuntamente en los diversos atentados del Estadio de Francia y los distritos X y XI de la capital se suicidaron accionando los explosivos que portaban. Dado que se trata de un caso de terrorismo, los detenidos pueden permanecer hasta 96 horas bajo arresto antes de ser puestos en libertad o presentados ante el juez.
Por otra parte, el coche que presuntamente utilizó uno de los comandos que atentaron en París, un Seat León negro con matrícula belga, fue localizado, con varios fusiles kaláshnikov en su interior, en Montreuil, ciudad limítrofe con la capital francesa.
Es el segundo coche directamente relacionado con los ataques, tras un primer vehículo, un Volkswagen Polo, hallado junto a la sala Bataclan, y que, según fuentes judiciales, también portaba kaláshnikovs en su interior.
Este vehículo descubierto fue visto junto a un restaurante en la calle Charonne, donde hubo 19 muertos en un bar de la calle de la Fontaine au Roi, donde cinco personas fueron asesinadas. Su hallazgo a las afueras de París refuerza la pista de que quienes lo utilizaron se dieron a la fuga.
La investigación abierta, según la Fiscalía, se centra en la identificación de los autores, sus cómplices, las órdenes recibidas, el recorrido que siguieron y las fuentes de financiación de las operaciones.
París vive de nuevo hoy una jornada de tristeza y consternación en el primero de los tres días de luto decretados en todo el país y el presidente de Francia, François Hollande, lleva a cabo una ronda de contactos individuales con los líderes de los partidos políticos para buscar la unidad frente al desafío que lanzaron los ataques terroristas del pasado viernes.
El primero en acudir al Palacio del Elíseo fue el expresidente conservador y líder del partido Los Republicanos, Nicolas Sarkozy, quien pidió hoy a su sucesor «modificaciones drásticas» en la política exterior y de seguridad de Francia.
La presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, y los representantes del centrista Modem, del soberanista Débout la France, y del Partido de la Izquierda serán otros de los recibidos en la sede de la Presidencia.
En total, la cadena de atentados del viernes causó, según las últimas cifras oficiales, 129 muertos y 352 heridos, de los cuales, según el último balance ofrecido por la entidad que engloba a los hospitales parisinos, AP-HP, 109 han sido ya dados de alta.
Esta tarde, se oficiará una misa en la catedral parisina de Notre-Dame en memoria de las víctimas, que serán honradas asimismo en esta jornada de duelo «y de oración» en todas las iglesias de la capital en una muestra de solidaridad.
En la Escuela Militar, academia castrense situada junto a la Torre Eiffel, se ha instalado un centro de acogida para los familiares de las víctimas, y el Gobierno ha habilitado un número de teléfono «verde», el 197, para posibles testigos de los atentados.
En la capital de Francia, las escuelas, museos y otros establecimientos públicos culturales permanecen cerrados hoy por orden del Ministerio de Cultura, que ha recomendado la misma medida a los centros privados.