Este miércoles se encontraron dos asientos de avioneta que todo indica serían del avión que transportaba a Emiliano Sala y que es intensamente buscado. Se hallaron sobre las costas de la playa de Surtainville, en la península de Cotentin, ubicada en el norte de Francia, en la región de Normandía.
El avión y sus ocupantes perdieron contactos cuando sobrevolaban el Canal de la Mancha. El hallazgo del material fue a unas 40 millas donde el avión desapareció sobre Guernsey.
«Tras un primer examen, hemos concluido que es probable que los cojines procedan de la avioneta desaparecida», anunció la oficina de investigaciones sobre accidentes aéreos, Air Accident Investigation Branch (AAIB), en un comunicado.
Estos restos habían sido descubiertos en playas del norte de Francia y transferidos a las autoridades británicas por el organismo francés encargado de investigar los accidentes de aviación civil.
La AAIB anunció asimismo querer emprender una búsqueda submarina, con un sonar de rastreo lateral, para encontrar los restos del aparato en una zona de unos 13 km2.
«Hemos encargado a un navío de control especializado que sondee el fondo marino para intentar localizar e identificar eventuales restos de la avioneta», afirmaron los investigadores. Estas operaciones deben empezar «a finales de semana» y prolongarse «hasta tres días», precisaron.
También la familia de Sala anunció el lunes haber contratado un servicio privado de búsqueda submarina, después de que las autoridades británicas abandonaran el jueves las operaciones de socorro. La AAIB dijo estar «en estrecho contacto con las personas implicadas» para «maximizar las probabilidades de localizar el aparato».
Sala, de 28 años, y su piloto, el británico David Ibbotson, volaban el 21 de enero a bordo de un monomotor Piper PA-46-310P Malibu entre la ciudad francesa de Nantes y la galesa de Cardiff cuando desaparecieron de los radares a unos 20 km de la isla británica de Guernsey, situada en el canal de la Mancha.
Sigue la búsqueda
El gobierno británico accedió este miércoles a la solicitud de la Argentina de extender la búsqueda del avión en el que viajaba el futbolista argentino Emiliano Sala y el piloto David Ibbotson.
Así lo confirmó el canciller británico Jeremy Hunt a través de una carta dirigida a su colega Jorge Faurie, en respuesta a la solicitud del canciller argentino del 25 de enero, informó a Télam la embajada argentina en en Londres.
En su mensaje, Hunt solicitó además a las autoridades argentinas que transmitieran su solidaridad a la familia de Emiliano Sala.
En su carta de respuesta el canciller británico precisó que la AAIB (Air Accidents Investigation Branch), el cuerpo independiente encargado de la investigación, estará a cargo de la búsqueda subacuática que se iniciará apenas las condiciones climáticas lo permitan.
Una vez conocido el hecho, el gobierno argentino dispuso lo necesario para impulsar la búsqueda de los tripulantes del avión y se puso a disposición de la familia a fin de brindarles acompañamiento y asistencia.
El 22 de enero, el vicecanciller Daniel Raimondi solicitó el apoyo de los gobiernos británico y francés a través de sus embajadores en Buenos Aires, Mark Kent y Pierre Henri Guignard. El 23 de enero, los embajadores ante el Reino Unido, Carlos Sersale, y Francia, Mario Verón Guerra, también realizaron presentaciones ante dichos gobiernos a fin de mantener el esfuerzo de búsqueda.
Asimismo, el Cónsul General en Londres y la Vice-Cónsul se trasladaron a la ciudad de Cardiff para recibir a la madre y a la hermana de Emiliano Sala, así como a sus allegados, a quienes acompañaron en reuniones con todas las áreas del Gobierno británico intervinientes.
«Tenemos buenas esperanzas»
La policía buscó durante tres días y un total de más de 24 horas, explorando el litoral, peñascos e islas con ayuda de tres aviones, cinco helicópteros y varios barcos, antes de abandonar.
El club Nantes acababa de trasferir a Sala al Cardiff por unos 17 millones de euros, un fichaje récord para el club galés que, amenazado con el descenso a segunda división, había puesto todas sus esperanzas en la joven promesa argentina, autor de 12 goles desde el principio de la temporada en la liga francesa.
Su desaparición conmocionó a los aficionados de ambos equipos y al mundo del fútbol en general.
Muchas estrellas, entre ellas Leo Messi o Sergio Agüero, dieron su apoyo a la familia, quien incluso recurrió al presidente de Argentina, Mauricio Macri, para que pidiese a las autoridades francesas y británicas que no abandonasen la búsqueda.
Finalmente, gracias a una colecta lanzada en Internet, la hermana del jugador, Romina Sala, y su madre, que se desplazaron primero a Cardiff y después a Guernsey, pudieron lanzar una búsqueda privada.
«Sabemos que está acá y lo vinimos a buscar y nos lo vamos a llevar», había dicho el viernes Romina, visiblemente emocionada. «Yo quiero encontrar a mi hermano».
«La familia está determinada a encontrar las respuesta que no tiene», agregó el lunes el oceanógrafo David Mearns, directivo de la empresa de búsqueda en el mar Bluewater Recoveries, contratada por los Sala. «No podemos garantizar nada, no podemos garantizar que encontraremos el avión, pero tenemos buenas esperanzas», afirmó.