Una piedra que podría pertenecer a un colgante que tenía Facundo Astudillo Castro, el joven de 23 años que fue encontrado muerto después de estar tres meses y medio desaparecido en la ría del partido de Villarino, fue hallado en el baúl de un patrullero que fue secuestrado en el marco de la causa.
El hallazgo estuvo a cargo de Yatel, un perro perteneciente al rastreador Marcos Herrero, que responde a la querella que representa a Cristina Castro, la madre del joven.
Según lo informado por el sitio del diario La Nueva Provincia, la piedra, una turmalina de color negro y sin el hilo o la cadena para sostener, fue encontrada debajo de una alfombra, entre el baúl y el asiento trasero del Toyota Etios que, según el registro de AVL, aparece el 8 de mayo pasado —y durante 35 minutos— a unos 800 metros de donde se lugar en el que se encontró el cuerpo de Facundo, el 15 de agosto pasado.
Si bien la piedra fue reconocida por Cristina Castro como parte del collar que tenía su hijo, será sometida a pericias por el equipo científico de Gendarmería Nacional para corroborar esa posibilidad. También, según se conoció, se analizará algunos pelos encontrados en el mismo automóvil policial.
El 12 de septiembre último, cerca del cangrejal de Cerri, donde fue hallado el cuerpo, se encontró una mochila perteneciente al joven y los dos celulares que utilizaba, los cuales eran sometido a pericias.
Facundo Astudillo Castro fue visto por última vez con vida cuando viajaba a dedo desde Pedro Luro a Bahía Blanca para intentar reencontrarse con su ex novia.
En el viaje, el joven fue interceptado por la Policía y fue infraccionado por haber violado la cuarentena impuesta por la pandemia del coronavirus.
Una testigo dijo que lo llevó por varios kilómetros en su camioneta hasta el límite entre Villarino y Bahía Blanca.