Los cuerpos de Cristina Iglesias y su hija Ada, de 7 años, quienes estaba desaparecidas desde el miércoles, fueron encontrados en la noche del sábado enterrados en el fondo de la vivienda en la cual vivían las víctimas, en la localidad bonaerense de Monte Chingolo, y por el doble crimen detuvieron al novio de la mujer, informaron fuentes policiales y judiciales.
El hallazgo se registró en la casa ubicada en Domingo Purita al 4000 de la mencionada localidad del partido de Lanús, donde la Policía Científica realizaba los peritajes correspondientes.
Fuentes policiales y judiciales informaron que Abel Romero (25), novio de Iglesias (40), había sido detenido en Rafael Calzada como principal sospechoso luego que la policía quiso identificarlo mientras caminaba por la calle e incumplía la cuarentena.
“Lo agarraron y no quiere decir nada, se mantiene en sus mentiras y se contradice”, había dicho Fernando, hermano de Cristina Iglesias y tío de la niña.
Romero fue atrapado mientras deambulaba por la calle y personal que iba a bordo de un patrullero le dio la voz de alto para preguntarle por qué no estaba cumpliendo la cuarentena obligatoria, pero intentó escapar corriendo.
El joven fue interceptado por los efectivos que lo llevaron a la comisaría local y el fiscal Jorge Grieco, a cargo de la causa, dispuso la aprehensión por el doble crimen de Cristina y de su hija.
La Policía Científica determinó que la casa en la que ambas vivían había sido recientemente baldeada y que había rastros de sangre en el patio, en una habitación y signos de haber arrastrado un cuerpo.
“Romero dio dos versiones distintas ante la policía pero que no tienen validez legal, en una de ellas dijo que ellas estuvieron con él hasta el jueves cuando se fueron en un auto con un ‘conocido’ de su novia, al que no pudo identificar», afirmó un vocero encargado de la pesquisa.
Ante esas contradicciones, el fiscal Grieco ordenó que Policía Científica volviera a la vivienda de la mujer con perros rastreadores a realizar una inspección y, en ese marco, bomberos hallaron los cuerpos haciendo excavaciones en el fondo.
A simple vista, Iglesias presentaba al menos siete puñaladas, mientras que la niña recibió dos heridas de arma blanca y tenía signos de haber sido asfixiada, aunque eso se confirmará con el resultado de la autopsia que se hará en la morgue judicial de Lomas de Zamora.
En tanto, otro indicio que llevó a sospechar a los investigadores respecto a la participación de Romero en el hecho fue que en la pieza que alquilaba en otro lugar del barrio la policía encontró los documentos y las llaves de Iglesias.
“A los policías les dijo que tenía su DNI porque él le cobraba un plan que la mujer tenía pero confirmamos con el municipio que ella no tenía ese beneficio”, precisó una de las fuentes.
Además, los investigadores se entrevistaron con conocidos de Romero y aseguraron que el jueves lo vieron «nervioso» y que luego «desapareció de las redes sociales», añadió el vocero.
Con estos datos, el fiscal Grieco, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada en Lanús, Departamento Judicial Lomas de Zamora, pidió la conversión de la aprehensión en detención del acusado, a quien indagará el lunes por el delito de «doble homicidio agravado».
La búsqueda se inició a partir de una denuncia radicada en la comisaría 6ta. de Lanús por familiares de Cristina Iglesias, quien fue vista por última vez junto a su hija el miércoles por la noche en su vivienda de Monte Chingolo.
Fuentes policiales informaron que, ante la denuncia, personal de la seccional concurrió a la casa de Iglesias, donde comprobó que la mujer y su hija no se hallaban y que había un gran desorden dentro.
La policía también fue a buscar a Romero, pero tampoco lo hallaron aunque finalmente fue detenido en Rafael Calzada en el marco de los patrullajes por la cuarentena obligatoria.
El hermano de la mujer desaparecida, que es entrenador de handball de Vélez, aseguró que hacía poco tiempo que su hermana estaba en pareja con esa persona, por lo que no sabía si había problemas en la relación o si era violento, ya que no lo conoció.
“Hay antecedentes de violencia de género por parte de Romero con otra pareja anterior pero no con la mujer desaparecida, por lo menos no hubo denuncias al respecto”, indicó otro vocero con acceso al expediente.
En el lugar del hallazgo trabajó en apoyo de la policía personal de Defensa Civil y el equipo de Violencia de Género y de Asistencia a la Víctima del municipio que asistió a los familiares.