Unas 250.000 personas se acercaron ayer para celebrar el día del Gauchito Gil en la localidad correntina de Mercedes. Fue una jornada en la cual hubo misas además de la tradicional peregrinación.
Los peregrinos llegaron al lugar a pie, en auto y a caballo para visitar el santuario que está ubicado a unos 8 kilómetros de la mencionada ciudad de la provincia de Corrientes en el empalme de las rutas nacionales 119 y 123.
Con la caravana de devotos del Gauchito Gil, se realizó la procesión de la Cruz de las Catacumbas hasta la parroquia Las Mercedes, donde se llevó a cabo una misa a cargo del párroco Luis María Adis.
Las rutas de acceso estaban cargadas y el santuario estuvo colmado de puestos donde se comercializaron diversos productos alimenticios y vinculados a la festividad.
En este marco, agentes de Vialidad Nacional asistieron junto con Gendarmería Nacional y la Agencia de Seguridad Vial a la gran afluencia de tránsito para desviarlo y evitar que se generen extensas filas de vehículos en inmediaciones del predio del Gauchito Gil.
Como parte del operativo también se colocaron carteles de señalización con el objeto de poder guiar y orientar correctamente a los peregrinos y a los miles de vehículos que transitaron y que tomaron como variante de circulación de la ruta nacional 123 a la ruta provincial 24.
Más tarde se efectuó una ceremonia frente a la tumba del Gauchito Gil donde se rezó a su imagen y a todos los difuntos que lo acompañan.
Los peregrinos devotos del Gauchito Gil que se acercaron hasta el lugar prometen regresar para agradecer un pedido concedido, para renovarlo o para insistirle al santo que no olvide sus plegarias.
“Le vengo a agradecer al Gaucho todo lo que hace por mí, estoy muy agradecida con él y desde hace nueve años que nunca falto en esta fecha”, contó a Télam Marta, una ama de casa de 52 años que viajó diez horas en micro desde el partido bonaerense de San Martín, y que llevaba cinco haciendo la fila para poder entrar a santuario.
El Gauchito Gil fue el Apodo para Antonio Mamerto Gil, un hombre nacido en la década de 1830 en Corrientes y que se convirtió en objeto de culto popular luego de ser asesinado el 8 de enero de 1878, acusado de desertar del Ejército.
La leyenda nació durante su propia ejecución, cuando el gauchito vaticinó a su verdugo la enfermedad de uno de los hijos de éste y le avisó que debería invocar su nombre para interceder ante Dios y curarlo, lo cual ocurrió y fue considerado el primer milagro.
Aunque no es reconocido por la Iglesia Católica, su conmemoración es acompañada por diversas iglesias de la diócesis de Goya, bajo cuya órbita se encuentra Mercedes.