Los sectores inmobiliario y de la construcción local siguen en una meseta y no logran levantar cabeza. Incluso, en algunos casos el nivel de actividad viene en baja. En off, no pocos referentes admiten que, con la renovación que siempre implica un cambio de gobierno nacional, existía cierta expectativa de mejora. Sin embargo, el año cerrará sin el despegue esperado. Y la esperanza se traslada ahora al 2017.
Todo esto tal vez sea el mejor resumen de la charla (aquí resumida) que tuvieron con El Ciudadano el referente de la Asociación Empresaria de la Vivienda, Ángel Seggiardo, el gerente de la Cámara de la Construcción, Rubén Llenás, y los titulares de la Cámara de Empresas Inmobiliarias (Cadeiros), José Ellena, y la Corporación de Empresas Inmobiliarias (Ceir), Marcelo Gustafsson.
La entrevista se dio en el marco del lanzamiento, por parte de las cuatro instituciones juntas, de una campaña que destaca los “beneficios” de invertir en “ladrillos” y busca promover el desarrollo de viviendas (ver aparte).
—¿Cómo cierra el nivel de actividad este año en relación al anterior?
—Llenás: Nosotros vemos con preocupación la marcha de nuestra industria. Todos los indicadores a nivel nacional hablan de entre un 12 y un 15 por ciento de baja en la actividad. Eso incluye al empleo y a los insumos. A nivel provincial la situación es mejor. Si bien se ha perdido algo de empleo, es mínimo. Y se debe a dos cosas: una es que la provincia no ha discontinuado la obra pública y hay licitaciones contratadas y en marcha. Y la otra es que la obra privada tiene proyectos que se han demorado pero no se ha visto que las empresas se hayan desprendido de forma masiva de personal, y además, se sigue construyendo.
—Ellena: “En cuanto a la parte de comercialización, este año estamos con un mejor panorama en relación a 2015. Igual todavía no se nota económicamente una gran diferencia, pero hay otro ánimo. Desde la salida del cepo a esta parte han cambiado las expectativas. Sobre todo porque han mejorado las reglas de juego. Se han sincerado las posiciones, y falta que se ponga en marcha el blanqueo, que no lo vimos funcionar todavía. Además, hay muy pocos créditos hipotecarios, que sería lo que faltaría para completar un mayor movimiento”.
—Gustafsson: “Coincido. Estamos en un momento de transición por cambios de medidas económicas a nivel nacional. Y creo que las expectativas para la compra, venta y alquiler pueden tener un dinamismo mayor cuando empiece a impactar el blanqueo. Si la inflación continúa desacelerando creo que los créditos también van a potenciar el nivel de actividad en todos los mercados. En el alquiler eso se puede dar porque se van a volcar nuevas unidades y descomprimir así un poco la demanda de aquellos que van a conseguir su vivienda con un crédito. Apostamos a que en los próximos meses esta incipiente mejora en la mayor cantidad de consultas telefónicas se consolide”.
—Seggiardo: “La expectativa es que se consolide el usuario final. Y para eso se necesita un horizonte donde haya financiación y una cierta tranquilidad por el empleo y el salario. Esas tres cosas deberían ir “armándose” en el tiempo. Hay intenciones en el gobierno nacional para que la financiación sea un negocio potable para los bancos. Si el empleo logra mantenerse y el poder adquisitivo del salario no se cae, todo puede mejorar. Hoy tenemos un escenario de vivienda insatisfecho. Y la demanda está ahí, sólo hay que poner los ingredientes para activarla”.
—¿Es decir, la expectativa se ha corrido ahora hacia el año próximo?
—Seggiardo: En el caso de la vivienda, el usuario está mirando su escenario a mediano plazo, su poder adquisitivo y su empleo. Y va a proyectar el cambio de un bien durable en función de eso. Fijate que en el caso de los autos se tuvieron que activar las ventas bajando rentabilidad. Pero no nos olvidemos que los que venden autos son creadores de precios. Es diferente a nosotros, que integramos una cadena de valor pero no fijamos precios. Estamos mirando que el usuario tenga herramientas para comprar y nosotros poder acoplarnos a esa necesidad.
—¿Y en términos históricos como califican el nivel de actividad de este año?
—Seggiardo: En lo que sería ventas de inmuebles a estrenar estamos estáticos en los últimos 24 meses. No baja ni sube la actividad si se toma el promedio anualizado de los dos períodos.
—Ellena: Si se toma como referencia octubre de este año contra el mismo mes del pasado diría que estamos en un año regular. No es mucho más que eso. No es un buen año, pero hemos pasado peores.
—Y volviendo al empleo, ¿Cómo queda la situación este 2016?
—Llenas: El empleo en la construcción en la provincia tiene una baja interanual de 4,5 por ciento. Es diferente a la merma del 14 por ciento que se da a nivel nacional. Se puede decir que la situación no es buena, estamos en una meseta. Pero si la comparamos con lo que pasa en el país es mejor. Sin conformarnos, por supuesto.
En campaña
Inmobiliarias, desarrolladores de vivienda privada y constructoras de obra pública de la provincia de Santa Fe se unieron para lanzar el jueves pasado “Bien Real”, un espacio que busca reflejar a la cadena de valor de la vivienda. La idea es desarrollar una campaña publicitaria por la ciudad para destacar el rol que ocupan esos sectores en el desarrollo y el empleo. Y los “beneficios” de invertir en ladrillos.
¿Qué se compra con el programa hipotecario?
A fines del mes de julio Ellena y Gustafsson habían sido consultados por este medio sobre el movimiento que podía generar en el mercado el nuevo Procrear. Los dos destacaron la puesta en marcha del nuevo programa, pero también pusieron algunos reparos.
“Los montos a prestar pueden quedar cortos. Están justo ahí, en el límite, para una vivienda familiar en Rosario. Creo que este tipo de crédito va a funcionar mejor en localidades más pequeñas. Un crédito de un millón 200 mil pesos es para departamentos o casas de dos dormitorios bastante más alejados del centro de la ciudad, y con no menos de 20 años de antigüedad. Es difícil encontrar algo por ese valor dentro de la zona de 27 de Febrero y Avellaneda”, señaló por entonces Gustafsson.
Ellena coincidió en parte con el diagnóstico. El presidente de Cadeiros dijo que 1.250.000 pesos “da” para un departamento semicéntrico de un dormitorio, pero no más que eso.
“Prácticamente no hay departamentos de dos ambientes en el centro con los valores que otorga el Procrear. Lo único que se puede obtener allí son unidades con más de 30 años que necesitan muchos arreglos”, explicó.
Y agregó que por dicho monto también se puede adquirir una casa “en las zonas oeste y sur de la ciudad, en barrios como Saladillo, Tiro Suizo, La Guardia, Belgrano”. Y además sumó la franja norte, “limitada por Circunvalación hasta bulevar Rondeau”.
Ellena también sostuvo que será complicado que el Procrear –que ahora sumó un subsidio pero es sólo para compra, ya no ampliación ni construcción de vivienda– avance y alcance con la suba de precios actual. “Con una inflación de este tipo es imposible sacar cualquier crédito. Es difícil, tanto para el que lo toma como para el que lo entrega”, manifestó.