El 30 de agosto la Justicia definirá si el mecánico Juan Carlos S. va a prisión por chocar y matar al cadete Damián Orgaz en el barrio Belgrano hace más de un año. Hoy la Fiscalía reiteró el pedido por una condena de 10 años de cárcel más 10 de inhabilitación para manejar. La querella acompañó y la defensa del mecánico insistió en la absolución. Los alegatos finales resumieron el debate de juicio que empezó la semana pasada.
Tal como publicó El Ciudadano, la controversia estuvo en la calificación legal del siniestro: homicidio simple con dolo eventual. Eso significa que el mecánico a bordo del Audi TT se representó en su mente que podía matar a alguien cuando probaba el auto a más de 100 kilómetros por hora en la diagonal Río Negro y Campbell.
Durante el mediodía la sala 1 de Tribunales recibió la última jornada del debate por el juicio oral y público al mecánico de 46 años. En las escalinatas de calle Balcarce los familiares de la víctima, Damián Orgaz, de 26 años, esperaban las repercusiones después de que los abogados de cada parte hicieran los alegatos de cierre.
Los fiscales Florentino Malaponte y Valeria Piazza Iglesia reconstruyeron el choque del 31 de marzo de 2016 y fundamentaron con distintas teorías del Derecho por qué el mecánico es culpable del delito en dolo eventual, esto es, que por intención, conciencia o voluntad chocó al cadete. Recuperaron lo dicho por los peritos y testigos para reconstruir cómo fue. Entre los puntos más fuertes, los especialistas coincidieron que el Audi iba a más de 100 kilómetros por hora, que el conductor, un aficionado a las picadas en autódromos, conocía la zona. Y más no hubo una frenada anterior al choque que se pueda interpretar como un intento de evitar el impacto. También hablaron de la potencia del auto y que el mecánico chocó a Orgaz porque quiso esquivar un badén instalado a pedidos de los vecinos que buscaban más tranquilidad en la zona. La querella acompañó el alegato.
La defensa, a cargo de Ignacio Carbone, dio detalles de la mecánica del siniestro e insistió en la accidentalidad. Para desestimar que el mecánico se haya representado el fatal final, recordó al principal testigo presencial: un amigo del mecánico que estaba en el asiento de acompañante al momento del choque. El joven atestiguó no sentir miedo o que estaba en peligro propio o podía causarlo. Carbone repitió que fue accidental, que la zona estaba mal iluminada y señalizada (no se veían los carriles) ni el recorrido o la velocidad de la Criptón 110 roja de Orgaz. La moto quedó destrozada y los peritos no pudieron saberlo. Carbone dijo que el mecánico intentó esquivarla pero no pudo.
Por otro lado, la defensa criticó a la Fiscalía por no usar una calificación de homicidio culposo agravado por la conducción. Figura en el artículo 84 bis y define los agravantes (conducción temeraria, alcohol en sangre y superar la velocidad permitida por más de 30 kilómetros por hora). Tiene penas de entre 3 y 6 años de prisión. “La falta de una jurisprudencia que acompañe el pedido de dolo eventual en muertes en choques hizo que los legisladores tipifiquen la culpa y no haya dudas”, explicó Carbone luego de recordar fallos en Argentina.
Los jueces Raquel Cosgaya, Gustavo Pérez de Urrechu y Rodolfo Svala definieron que la sentencia y los fundamentos serán informados el miércoles 30 de agosto.
