Bajo el lema “El trabajo no es cosa de chicos”, el gobierno provincial presentó ayer los resultados de un relevamiento cualitativo realizado con el objetivo de “conocer un poco más” sobre la problemática. En la presentación estuvo el peruano Javier González Olaechea, director de la oficina de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en Argentina. González Olaechea destacó el trabajo que desarrolla el gobierno santafesino e instó al ministro Carlos Rodríguez a continuar avanzando en la misma línea aún cuando no cuente con el aval del gobierno nacional. “Lo exhorto en público –le dijo el peruano al ministro de Trabajo de la provincia– a no esperar tanto a la Nación”.
El estudio presentado ayer fue elaborado por la cartera que conduce Rodríguez en colaboración con la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la oficina de la OIT en Argentina. Lo que se buscó fue indagar en profundidad para conocer las características del problema en lugar de elaborar estadísticas. Según la vicegobernadora Griselda Tessio, que presidió el acto, se trata del primer relevamiento que se realiza en la historia de la provincia sobre las condiciones en que los menores participan del mundo laboral. Atribuyó la situación a la concentración de la riqueza en pocas manos y aseguró que “es tarea de los gobiernos progresistas luchar de verdad contra esto y no sólo desde el discurso”.
Luego, Rodríguez explicó que la intención fue conocer más a fondo la situación de los chicos que trabajan para tener una idea “de la magnitud real” del tema antes que sólo las cifras. El relevamiento consistió en cuestionarios que se distribuyeron en localidades de la provincia dirigidos a funcionarios políticos y referentes de ONG que trabajan sobre el tema, a padres y, también, a chicos de hasta 17 años que atraviesan una experiencia laboral. El objetivo: “Identificar en qué trabajan los chicos, cuáles son las representaciones sociales de los funcionarios como de otros informantes clave, ver cuál es el rol de la educación y cómo lo visualizan”, explicó el ministro.
Quejas a las pequeñas localidades
De 362 cuestionarios que se repartieron, apenas 79 fueron contestados: el 22 por ciento. Y Rodríguez se quejó de los funcionarios de comunas y municipios que no colaboraron. Uno de los aspectos que preocupa es la ausencia de un discurso homogéneo sobre el problema que significa, en términos sociales, la explotación de mano de obra infantil. En muchas formas es tolerado, “por eso es muy difícil intervenir”, según el ministro. Otra característica repetida: en las pequeñas comunidades, donde se registran índices similares o mayores que en ciudades más grandes, están convencidos de que el problema sólo es de Santa Fe o Rosario.
Elogios a la asignación universal
El primer desafío será diseñar políticas públicas de intervención a partir de la identificación clara de la oferta –de la que participa la familia– y la demanda –el mercado, que lo alienta y lo exige– de la mano de obra infantil. Tessio y Rodríguez coincidieron en identificar el problema con la pobreza. El ministro a su vez destacó como “una de las medidas más interesantes de los últimos años” a la Asignación Universal por Hijo, por su impacto positivo. Pero aclaró: “Los programas de combate al trabajo infantil que actúan a través de la mejora de los ingresos familiares no son suficientes”. Y aclaró: “Para que la intervención sea exitosa, se deben modificar los incentivos que hacen que algunas familias privilegien el trabajo de sus hijos por sobre la educación”. Antes, el ministro de Desarrollo Social, Pablo Farías, había dicho: “La realidad que atraviesa la provincia en relación al trabajo infantil no escapa a las de otros lugares del país, lo que demuestra una situación social compleja que debe ser abordada desde distintos ámbitos del gobierno, con un mismo objetivo y sentido”.
“Desde que hemos logrado, junto con los distintos bloques de la Legislatura, la sanción de la ley 12.967 que adhiere a la norma nacional 26.061 sobre los derechos de niños, niñas y adolescentes, comenzamos a fortalecer un sistema de protección en toda la provincia. Siempre decimos que la tarea es inmensa y que los resultados se van a ver a largo plazo, pero son importantes los pasos que vamos dando en la configuración de un sistema de protección real”, agregó.
Si la Nación no apura…
Al final, el delegado de la OIT en Buenos Aires, el peruano González Olaechea, felicitó “al ministro Rodríguez por el magnífico trabajo que no solamente refleja la voluntad política de este gobierno de enfocar la problemática del trabajo infantil desde una perspectiva integral”. Y le pidió: “Lo mejor es avanzar. Si una provincia puede mostrar a sus pares y a las autoridades nacionales que tiene un ritmo distinto, un desarrollo que logra resultados, en buena hora que lo comparta públicamente”. González Olaechea ratificó “el compromiso” de la OIT de trabajar junto a la provincia por el objetivo de máxima, al que no le puso plazo: erradicar el trabajo infantil.