Cuatro personas murieron y otras 68 permanecen están desaparecidas tras el derrumbe parcial de un bloque de viviendas en la localidad rusa de Magnitogorsk, en la zona de los Urales, según el último balance ofrecido este lunes por el portavoz del gobierno de la provincia de Cheliabinsk, Dimitri Fedechkin.
El gobernador de la provincia, Boris Dubrovski, declaró la situación de emergencia en Magnitogorsk por el derrumbe parcial de un complejo habitacional. La hipótesis principal es que fue por una explosión que, suponen, provocada por una fuga de gas.
La explosión se produjo hacia las 6 hora local aparentemente en la segunda planta situada sobre un arco entre dos portales. Eso destruyó las entreplantas de siete de las nueve plantas del edificio, construido en 1973.
“Según los datos correspondientes al mediodía de este lunes, hay cuatro víctimas fatales y 16 evacuados, entre ellos siete niños”, indicó el portavoz, que además precisó que “cuatro personas, incluidos dos menores, fueron hospitalizadas”.
Otras 28 personas, de un total de 120 que residían en el complejo habitacional, se pusieron en contacto con sus parientes tras el incidente, lo que reduce a 68 el número de inquilinos cuya situación aún se desconoce. Inicialmente se había informado de tres muertos y 79 desaparecidos.
Dos secciones adyacentes a las que se desplomaron fueron evacuadas. Sus habitantes quedaron alojados en un colegio mientras los expertos revisaban los daños que sufrió el edificio, de casi 1.100 habitantes.
Alrededor de 500 agentes de varios servicios de emergencia y unos 60 vehículos, incluyendo una decena de brigadas de primeros auxilios que proporcionan la asistencia necesaria a las víctimas fueron desplegados en el lugar. Las tareas de rescate se complicaban por las bajas temperaturas de la región, cercanas a los 30 bajo cero en Magnitogorsk
A instancia del presidente ruso, Vladimir Putin, la ministra de Sanidad, Veronika Skvortsova, viajó a Magnitogorsk para coordinar la operación de ayuda sobre el terreno, según anunció el Kremlin. El representante plenipotenciario del presidente en el Distrito Federal de los Urales, Nikolai Tsurkanov, también acudió al lugar, a bordo de un avión que tomó en Moscú.
Las explosiones de gas son habituales en Rusia, donde la gran mayoría de los edificios de viviendas fueron construidos en tiempos de la Unión Soviética con materiales de baja calidad.