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Hay pistas de las armas policiales sustraídas

La PDI incautó ocho empuñaduras pertenecientes a las 15 pistolas reglamentarias que debieron haber sido incineradas pero que aparecieron en manos de delincuentes: apresaron a un joven que se presume alquilaba armamento.

En el marco de la investigación por la desaparición de armas policiales que debían destruirse en la ciudad de Santa Fe, 15 de las cuales aparecieron en diferentes operativos en las últimas semanas, la Policía de Investigaciones recuperó anteanoche ocho empuñaduras de esas pistolas –ya que un requisito de la empresa de fundición donde iban a incinerarse era que sólo llegaran las partes metálicas– y detuvo a un joven de 29 años sospechado de ser el reducidor de esas 9 milímetros, al que le incautaron además un arsenal. Voceros policiales y judiciales dijeron que existe la presunción de que las alquilaba a delincuentes.

Voceros del caso que lleva adelante el fiscal Andrés Marchi dijeron que anteanoche la PDI interceptó un auto en San Juan y Lavaisse de la ciudad de Santa Fe en que se movilizaba una pareja, luego de un operativo de vigilancia montado tres días antes sobre un taller de armería del barrio Los Hornos, y les incautaron siete empuñaduras de pistolas nueve milímetros, correspondientes a una partida de armas policiales que debían destruirse el 4 de diciembre pasado merced a un convenio entre el Ministerio de Seguridad y la Corte Suprema, en una fundición de la ciudad de Santa Fe. Uno de los requisitos de la firma era que sólo llegaran las partes metálicas de las armas.

Tras la detención de este muchacho de 29 años y su pareja, de 31, se desarrollaron cinco allanamientos en distintos lugares de Santa Fe y en una casa de pasillo de avenida Zuviría al 5800 –donde vivía la pareja, a media cuadra de la comisaría 9ª– los detectives se incautaron de una octava empuñadura, y una decena y media de armas cortas y largas, gran cantidad de municiones de diferentes calibres como 50 cajas de 100 municiones cada una calibre 9 milímetros y proyectiles para fusil FAL, y otros elementos de interés para la causa.

Las mismas fuentes precisaron que el muchacho quedó detenido hasta ser imputado por la Fiscalía, mientras que su pareja fue liberada. Según esta versión, el acusado había ido a buscar las empuñaduras a un taller, donde las había llevado para ser acondicionadas, y se presume que las armas que tenía en su poder las alquilaba. La desaparición de estas pistolas quedó en evidencia en las últimas semanas en la ciudad de Santa Fe luego de que 15 de ellas fueran incautadas a civiles en la vía pública. Eso motivó la pesquisa que lleva adelante el fiscal Marchi, quien busca determinar cómo se rompió la cadena de custodia. Es que las armas salieron de Logística de la Unidad Regional I y fueron almacenadas en la sala de efectos de la Corte, de donde partieron en tres procedimientos diferentes hacia la fundición. Se presume que en la última partida una bolsa quedó olvidada dentro de una patrulla, y que allí estaban las 15 pistolas 9 milímetros que aparecieron luego en diferentes operativos policiales.

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