“El consumidor fidelizado es un consumidor indefenso, porque el derecho a elegir es el más poderoso del consumidor”. Así resume Alberto Muñoz, director de la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor, el informe que presentó la semana pasada en la Asociación Empleados de Comercio, en el que analiza la historia del salario del trabajador y cómo este ingreso se fue convirtiendo en víctima del marketing a través de los años.
De los 60 al presente, Muñoz resume: “Hace años las mujeres estaban todo el día con los quehaceres del hogar y el hombre trabajaba doble turno para mantener a su familia. No había tiempo de salir de compras. Hoy cada fin de semana se hace la visita obligada a los shoppings, donde hay miles de atractivos para comprar aquello que nos venden y no lo que realmente necesitamos”.
El producto sin “photoshop”
Muñoz afirma que “la publicidad de principios de siglo era casi ingenua: se vendía el producto como el producto mismo. Con el correr de la evolución, de la psicología, de la tecnología, uno ya no compra para resolver una necesidad, sino que desde el marketing nos crearon esa necesidad. Por ejemplo, para nuestros hijos, la mochila del colegio debe ser la que tiene a los personajes de la tele. Si le compramos una con Hijitus nos saldrá mucho más barata, pero les estaremos arruinando la vida a nuestros hijos, según indica la publicidad que vemos todos los días, todo el día”.
Asimismo, en su informe indicó que, en promedio, una familia de clase media suele dejar entre el 40 y el 60 por ciento de su ingreso en la caja del supermercado, “y eso que sólo hablamos de compras dentro de los rubros de alimentación, hidratación e higiene”, dijo a El Ciudadano.
“Nuestra sociedad actual, de sobreoferta, se basa en que nuestro celular o televisor duren el menor tiempo posible, en contraposición a las heladeras Siam de los años 60 que todavía usan algunos abuelos”, mencionó. De hecho, se han presentado en este diario artículos sobre el aumento de venta de televisores inteligentes, mucho más grandes, costosos y de tecnología avanzada con motivo de la llegada del Mundial de Fútbol en Brasil y, en cuatro años, el boom también se sentirá con la compra de nuevos artefactos, aunque los adquiridos por estos días funcionen perfectamente sin necesidad de reemplazarlos.
Tácticas y contratácticas
Por otra parte, el director de la entidad municipal que brega por los derechos del consumidor advirtió que “no es ningún cuento de las abuelas eso de que los supermercados ponen en las góndolas, a la altura de la mirada, aquellos productos que quieren que se compren, mientras que los de menor precio suelen ser ubicados en estantes más bajos, donde el cliente debe agacharse, buscarlos, un esfuerzo que no muchos realizan”.
“El objetivo de este informe y del trabajo de la oficina que dirijo es formar consumidores independientes, de pensamiento crítico y autónomo, que no se dejan influir por las tácticas de mercado y marketing, de a poco, con nuestras acciones lo iremos logrando. Ya con la iniciativa de Precios Cuidados (recuadro) se ha visto un cambio radical en la compra prudente, selectiva, inteligente”, dijo.
