La atenuación de los efectos nocivos del incendio de campos en el Delta del Paraná se puede lograr «con el cumplimiento de las normas que regulan esa práctica y el traslado a tierra firme de una parte parte de las casi dos millones de cabezas de ganado vacuno que actualmente se encuentran en esas islas y que requieren de grandes extensiones de pastizales», afirmó el biólogo e investigador del Conicet, Rafael Lajmanovich.
El especialista explicó a Télam, en diálogo telefónico, que las quemas en las islas son un fenómeno que se repite todos los años para esta misma época del año, y tienen como objetivo eliminar malezas para mejorar los pastos o preparar los terrenos para el cultivo, práctica que desaparece en octubre con la llegada de las lluvias.
Lajmanovich, titular de la Cátedra de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional del Litoral, advirtió que en los últimos años el número de cabezas de ganado en las islas «se incrementó de 160 mil a dos millones», y dijo que este traslado se produjo porque los productores destinan los campos de tierra firme al cultivo fundamentalmente de soja, y desplazan al ganado a la zona del delta.
Otras de las cuestiones que facilitó la instalación de ganado en las islas fue la mejora en las vías de acceso, especialmente «la construcción del puente Rosario-Victoria».
No obstante, señaló que el traslado de ganado a tierra firme «no debería ser para encerrarlo en feedlots porque tendríamos otros problemas derivados de la gran concentración de animales en espacios reducidos».
«Los grandes criaderos son fábricas de enfermedades, porque al tener una gran cantidad de animales hacinados creamos un caldo de cultivo para que se generen virus y bacterias que afectan a animales y humanos», indicó.
También recordó que las gripes aviar y porcina, que afectaron recientemente a la humanidad, «fueron generadas en grandes criaderos de estos animales».
«Si las quemas fueran controladas y de menor magnitud no serían tan problemáticas», explicó el investigador, pero advirtió que este año «han sido muchas y descontroladas».
Luego indicó, además, que las quemas tienen «una altísimo impacto sobre la biodiversidad», además de las consecuencias negativas para las poblaciones cercanas.