El oficialismo digiere y ordena su estrategia el día después del batacazo que protagonizó el libertario Javier Milei en las Paso, luego de imponerse como el candidato y la fuerza con mayor apoyo (30,04%) y aventajar a Unión por la Patria (27,27%) por casi tres puntos. «Hay que evitar que gobierne la Argentina», pidió el jefe de Gabinete, Agustín Rossi el día después.
En silencio ante los resultados oficializados, ni el presidente Alberto Fernández ni la vicepresidenta Cristina Kirchner hicieron referencia a los comicios en los que Unión por la Patria quedó tercero, a casi un punto de Juntos por el Cambio (28,27%) y a tres de La Libertad Avanza (30,04%).
Desde Casa Rosada, pero sin agenda pública, en medio de la devaluación y en la previa de su viaje a Paraguay con motivo de la asunción de Santiago Peña, el mandatario se limitó a publicar una serie de tuits en los que saludó formalmente a los candidatos de su espacio y subrayó que su gobierno oyó «la voz del pueblo» respecto a los números del libertario. «Hemos oído la voz de nuestro pueblo», expresó durante la madrugada de este lunes.
Es que en el gobierno leyeron la abultada elección del diputado libertario como «un castigo a la clase política tradicional» y consideraron que pueden revertirlo explicando el fenómeno y focalizando en un sector de los electores.
El día después de las Paso, Rossi fue de los primeros funcionarios en dar la cara y plantear que está en juego el sistema democrático argentino de cara a las elecciones generales del 22 de octubre. «Milei es un peligro para la democracia argentina, tenemos que convocar a todos, a una gran gesta para evitar que la antidemocracia se quede con el país», subrayó en declaraciones radiales.
«Hay que evitar que este señor gobierne la Argentina porque no sabemos hacia dónde va a ir al otro día», indicó, al tiempo que se mostró en sintonía con el discurso que el ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, emitió en el bunker tras la oficialización de los resultados.
Desde la administración del ex Frente de Todos aseguraron que hace falta ir en búsqueda de más sectores que permitan impulsar un próximo gobierno de unidad nacional y apuntaron a seducir los dos tercios que no votaron a Milei y a las casi once millones de personas que no asistieron a las urnas.
Incluso, desde el entorno de un funcionario con despachos en Casa Rosada, consideraron que hay que apuntar a los votantes «lastimados de Horacio Rodríguez Larreta», a los que no consideran fieles electores de la titular del PRO en uso de licencia Patricia Bullrich, ganadora de la interna.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, reiteró su postura en la que aseguró que de mantenerse la victoria del libertario en octubre, «habrá muertos y sangre». «Si lo que dicen es lo que van a hacer, esto solo cierra con represión. Van a tener muertos, van a tener sangre», señaló el funcionario en declaraciones radiales.
Asimismo, pidió «volver a la carga y volver a proponerle lo que sentimos», y vaticinó que Unión por la Patria ingresará al balotaje en noviembre: «¿Cómo no va a estar el peronismo en el balotaje?».
Por su parte, el jefe de Asesores del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, se expidió al respecto y pidió concentrar las fuerzas en el voto bronca a Milei y en el sector moderado de Juntos por el Cambio. “Tenemos que reforzar sobre la idea de explicarle a la población las consecuencias de votar a la derecha”, manifestó el dirigente en declaraciones radiales.
“Milei es un refrito de la derecha con formas más violentas de políticas del pasado que no han dado buenos resultados”, agregó, y concluyó: “Hay un voto bronca a Milei y voto moderado a Larreta que tenemos que salir a buscar”.
Sin declaraciones, la portavoz presidencial Gabriela Cerruti retuiteó en su cuenta de Twitter un video en el que Milei, en febrero pasado, explicaba su voto negativo en el Congreso contra la ley de cardiopatías congénitas.
Otro de los que hizo público su postura fue el camporista Andrés «El Cuervo» Larroque, quien remarcó que «no se logró calibrar correctamente y a tiempo el voto a Milei», y lo atribuyó al descontento y angustia generada por las condiciones económicas. «Hay que saber interpretar ese voto, no creo que sea una adhesión al programa de Milei, sino una expresión de disconformidad frente al sistema político», sostuvo.
Optimista, Larroque consideró que se abre una nueva etapa de la elección camino a octubre, aunque reconoció que el país vive «una crisis económica, social y política».