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Hay que pasar el verano

El Concejo Municipal tratará hoy una regulación respecto de las cadenas de heladerías en la ciudad. El Ejecutivo propone establecer un número máximo de locales por firma, tope que rondaría unas 20 bocas.

El Concejo Municipal resolverá hoy, por la vía de una prórroga o por la votación de una legislación definitiva –que es la idea– la situación de las heladerías en Rosario, en medio de una fuerte puja que enfrenta a la cadena cordobesa Grido con la Cámara local del sector. La propuesta del Departamento Ejecutivo consiste en fijar un límite a la cantidad de bocas de expendio que, de ahora en más, tendrá cada una de las empresas que quieran instalarse en la ciudad. En concreto, se buscará establecer, de forma transitoria y por 18 meses, que cada una de las cadenas no sobrepase el 10 por ciento de los comercios del rubro que están ya habilitados. Para llevar ese proyecto a cabo la idea es tomar como base las 230 cuentas activas que hoy están inscriptas en el Derecho de Registro de Inscripción (Drei). Según fuentes oficiales, la apuesta es que todo el bloque del socialismo y sus aliados se encolumne detrás de esa iniciativa y que la misma sea aprobada en la jornada de hoy. Pero algunas voces de la oposición advirtieron que recién en la mañana de hoy tendrán en mano el proyecto, por lo cual estimaron una sesión larga y un fuerte debate en torno al tema, al que la llegada de la primavera lo tornó urgente.

Según explicó en diálogo con El Ciudadano el titular de Producción municipal, Sebastián Chale, el proyecto es el resultado de una puntillosa evaluación del desarrollo del mercado en la ciudad, que toma como base los dictámenes encargados a las facultades de Ciencias Económicas y Derecho de la Universidad Nacional de Rosario.

“La idea es mantener la proporcionalidad para que ningún actor tenga supremacía sobre el resto. Mantener el mercado atomizado es una idea razonable, justa y equilibrada”, explicó el funcionario.

Chale eludió definir cuántas van ser las bocas que finalmente podrá tener la cadena cordobesa Grido, firma por la cual se desató el conflicto. De igual modo, explicó que proyecto contempla un tope que “dará, promediando, los 20 locales”.

El conflicto entre Grido y los heladeros locales estalló en febrero de este año, cuando la cadena mediterránea ya tenía otorgadas 14 franquicias en Rosario. Sin embargo, al poco tiempo se conoció que en realidad, y dado el “buen recibimiento del público rosarino” –según marcó la versión de la propia empresa– la idea era llegar a las 60. Esa iniciativa fue lo que disparó la reacción de los miembros de Cicha (Cámara Industrial y Comercial del Helado Artesanal), quienes a mediados de julio pidieron al intendente Miguel Lifschitz y a concejales de todos los bloques que pusieran freno a la situación y no habilitaran a más de 14 negocios de Grido, hasta que se tratara una norma regulatoria para el sector. El 29 de julio pasado, el Concejo suspendió la habilitación de heladerías por dos meses. Y ese plazo vence mañana.

En tanto, la propuesta que se debatirá hoy en el Concejo lleva la firma de los funcionarios del municipio que integran la “comisión mixta” que se formó debido al conflicto. Según fuentes del oficialismo, en la reunión de ayer en el Palacio de los Leones del cuerpo –que integran cuatro representantes del Ejecutivo y los presidentes de los diferentes bloques del Concejo– la idea alcanzó consenso entre las partes. Pero a la par advirtieron que todavía quedan “algunas dudas” por resolver. Por caso, trascendió que el radical Jorge Boasso se retiró ofuscado y pidiendo un dictamen jurídico previo al tratamiento del tema en el Legislativo.    

Durante la jornada de ayer, hasta entrada la noche, todos los concejales mantenían sus celulares cerrados. Y el único que pudo consultar este medio explicó que recién hoy por la mañana tendrán en mano el proyecto, por lo cual previó que la discusión en el recinto no sería fácil, ni breve.

Inicialmente el Departamento Ejecutivo contempló como alternativa la “zonificación” de las habilitaciones, fijando como criterio la relación entre oferta y demanda por distrito, argumentando que en el centro había sobreoferta, pero en los barrios cuesta encontrar una heladería. Pero esa opción fue desestimada tras analizarse los dictámenes de las facultades de Ciencias Económicas y Derecho de la UNR.

En tanto, también hoy comenzará a definirse qué es lo que sucederá con los 11 franquiciados que reclaman su habilitación como bocas de Grido y que, por la suspensión de 60 días de apertura de nuevos comercios, todavía no pudieron abrir sus puertas, pese a que corren con el pago de alquiler y otros gastos.

Al respecto, el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, había adelantado la semana pasada que los inversores locales “que demuestren haber iniciado los trámites”, es decir, que ya están prácticamente instalados, estarán en condiciones de funcionar.

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