El 14 de noviembre el Boletín Oficial de la provincia de Jujuy mostró lo que meses antes era conocido por los medios de comunicación. El gobierno de Gerardo Morales se convirtió en el primer distrito de la Argentina en crear una empresa del Estado para cultivar y producir aceite de cannabis medicinal. La firma, bautizada Cannabis Avatara, dará los permisos para plantar y fabricar los productos por 99 años.
Siete días después de la publicación en el boletín jujeño la diputada Alicia Gutiérrez presentó un proyecto de ley en la Legislatura santafesina para habilitar el autocultivo y la fabricación doméstica del aceite de cannabis de uso medicinal. En diálogo con El Ciudadano, la legisladora del Frente Progresista explicó que lo hizo porque el Estado nacional no responde a las demandas de quienes lo necesitan con urgencia para tratar distintas enfermedades. Tampoco a los tres proyectos para que el laboratorio estatal de Santa Fe pueda fabricarlo. “Parece que hay que ser de Cambiemos (por el gobernador Morales) para que Nación habilite la producción. En Jujuy ni siquiera pasó por la Legislatura. Lo hicieron por un decreto”, criticó Gutiérrez.
Jujuy no fue el único en tener al gobierno nacional de su lado. La semana pasada el intendente de San Pedro, Cecilio Salazar, tuvo una nueva reunión con autoridades de la Secretaría de Salud y el Inta para poder cultivar y producir productos de cannabis.
Alternativa
Frente a la falta de respuestas a los tres proyectos que la provincia giró para el análisis de la Nación la legisladora Gutiérrez busca que sean los representantes en la Legislatura quienes den un paso adelante para garantizar el acceso al aceite en Santa Fe. Presentó una ley para permitir el autocultivo, algo prohibido por la actual ley de Drogas y excluido de las leyes provincial y nacional de cannabis medicinal. “Santa Fe se ha manifestado a favor del uso del cannabis y en contra de perseguir el consumo”, opinó Gutiérrez.
El proyecto de ley prevé que todas las personas que quieran tomarlo por motivos personales o médicos puedan hacerlo sin temer la persecución policial. Incluso permite que una tercera persona lo cultive por ellos si es que no pueden por sí mismos, como en el caso de niños y niñas, o adultos mayores.
La autoridad de aplicación, quien controlaría los cultivos domésticos, sería el Ministerio de Salud santafesino. Son quienes deben definir qué cantidad de plantas puede tener una persona o cómo acceden a las semillas para plantar. “Las familias o personas que lo deseen deben pedirlo al Ministerio. En la parte medicinal sabemos que quedó corta la ley al habilitar sólo el uso en casos de epilepsia refractaria”, dijo la legisladora y aseguró que existe evidencia científica para avalar el uso en pacientes con enfermedades crónicas como el glaucoma o la esclerosis múltiple, y también para cuidados paliativos en quienes tienen cáncer.
“El gobierno nacional ha acotado el empleo de esta sustancia a una sola patología –epilepsia refractaria– provocando así el descontento de un sinnúmero de personas que han comprobado el beneficio del tratamiento en otras enfermedades y, ante la falta de provisión por parte del Estado, tratan de autoabastecerse”, escribió Gutiérrez en el proyecto de ley. Ese recorte obligó a familiares y pacientes en varias provincias, incluida Santa Fe, a ir a la Justicia para lograr amparos individuales y colectivos.
Es ley
La legisladora también recordó que en 2016 Santa Fe aprobó la ley de uso medicinal que habilita al laboratorio estatal LIF a producir, pero no consiguió el okey de Nación ni para importar las flores de cannabis, plantar en un predio del Inta en Santa Fe, o comprar en el exterior el aceite y fraccionarlo. “Las cuestiones burocráticas demoran el proceso de fabricación de los productos, y mientras tanto se priva a las personas de recibir este tratamiento”, comentó Gutiérrez.
El proyecto de autocultivo santafesino está a disposición de las comisiones de Salud y Asistencia Social, de Presupuesto y Hacienda, y de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados. “Voy a pedir preferencia en la comisión de Salud, que integro”, adelantó Gutiérrez.
Afuera
La posibilidad de autocultivo fue quitada de los proyectos de ley provincial y nacional durante los debates parlamentarios. De hecho, parte de los últimos fallos en contra de quienes estaban amparados por la Justicia para plantar mencionan casi en copia los argumentos de los legisladores para no permitirlo, como sí se hace en Uruguay y Chile. Primero fue en Salta, luego General Roca y este mes en Santa Fe, primero en la capital provincial y después, este viernes, en Rosario. En todos los casos la Nación apeló y los jueces de Cámara revocaron los permisos para cultivar.
En el caso de las seis madres de Rosario y Villa Gobernador Gálvez los camaristas federales argumentaron que los aceites que usaban no eran seguros y tenían que seguir los caminos delineados por la ley nacional, su reglamentación y las resoluciones de los Ministerios. Uno, según dijeron los jueces es, ir a un médico que prescriba el aceite importado Charlotte’s Web y lo cubra una obra social. Otro es recibirlo de forma gratuita al inscribirse en el Registro Nacional para el Estudio y la Investigación del uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus Derivados y Tratamientos No Convencionales (Recann). Pero, de nuevo, sólo usan el Charlotte´s Web que está hecho a base de plantas con alto contenido de uno de los dos componentes más conocidos del cannabis: CBD. Los efectos son limitados para otros padecimientos que no son epilepsia refractaria. Por eso muchas madres cultivan otras variedades.
En el caso de a quienes le revocaron el permiso, la jueza federal de primera instancia Sylvia Aramberri había dicho que esos aceites habían superado los beneficios del Charlotte’s Web. Lo hizo después de pedir informes, historias clínicas de los niños y niñas, y tomar testimonio a referentes en neurología y especialistas del laboratorio de la UNR donde se hacen los testeos del aceite.
Sofía Maiorana, la médica de quienes tenían el permiso, había dicho a El Ciudadano: “La evolución es favorable. Generó mejoría en toda la familia. Las madres pasaron de estar dedicadas a la enfermedad a encontrar un motivo para militar». La integrantes de Asociación de Usuarios y Profesionales para el Abordaje del Cannabis (Aupac) habían agregado: «Los chicos saben que la planta los ayuda. La salud está no sólo en un médico sino en las manos de cada familia”.