Tal como lo había adelantado este diario, el gobierno provincial presentó ayer a los nuevos cincuenta efectivos de la Policía Comunitaria que de ahora en más caminarán diariamente una parte de los barrios Ludueña e Industrial. En la presentación, que se desarrolló en el club Tiro Federal, el ministro de Seguridad santafesino, Raúl Lamberto, también anunció que entre hoy y mañana quedará oficializado que la Policía de Acción Táctica (PAT) pasará a ser conducida por el jefe de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), Adrián Forni.
Con el avance de la Policía Comunitaria se busca darle una mayor visibilidad de las fuerzas de seguridad de la provincia en las zonas más conflictivas de Rosario, bajar los índices de violencia y seguir reemplazando gradualmente el vacío que dejó el retiro de 1.400 gendarmes de la ciudad.
La movida es un anticipo de lo que vendrá en marzo, cuando desembarquen 450 uniformados más de esa fuerza.
Los nuevos efectivos desarrollarán sus tareas en Ludueña y barrio Industrial en el sector comprendido por las calles Matienzo, Don Bosco, Junín y las vías del ferrocarril. La Casa del Policía Comunitario (el punto de referencia para los vecinos) estará en la sede del club Tiro Federal, en Casilda y Matienzo, que cedió el espacio en comodato según confirmó su presidente, Carlos Dávola.
Interacción con el barrio
Los cincuenta uniformados egresaron a principios de diciembre del Instituto de Seguridad Pública Provincial (Isep) dentro de una camada de 880, la más numerosa en la historia policial local.
Los jóvenes agentes están habilitados a salir a la calle con sólo la mitad de su período de formación (cursaron un año, pero la carrera es de dos) a partir de la ley de Emergencia en Seguridad, aprobada con el número 13297 en noviembre de 2012 por un lapso al que sucesivas prórrogas prolongaron hasta hoy.
Lo que distingue a los comunitarios es que visten de azul pero se los identifica por sus hombreras anaranjadas.
Además, sólo tienen asignadas un par de cuadras para caminar a diario, de manera de familiarizarse a fondo con los residentes y éstos con quienes los deben proteger.
Para su misión en el perímetro asignado el nuevo equipo de policías comunitarios cuenta con un patrullero y dos motos 0 kilómetro.
Ayer Lamberto recordó que, como ocurrió en el barrio Las Flores, los efectivos entregarán a cada uno de los vecinos una tarjeta con todos sus datos: foto, nombre y apellido, número de identificación policial y teléfono celular y correo electrónico. La idea es que haya un fuerte vínculo con los habitantes del barrio.
“Parte de la comunidad”
A la hora de los discursos, el ministro de Seguridad insistió ayer en los ejes sobre los que debe actuar la nueva fuerza.
“La Policía Comunitaria no es un cuerpo de elite, sino que es una policía con un perfil especial, de diálogo con el vecino. Son policías, portan armas, pero a su vez tienen que ser parte de un plan de seguridad que intenta volver a lo que era el viejo policía, el que ayudaba a un chico a cruzar la calle, o a un anciano, y amigo de todos los vecinos. Que era parte de la comunidad”, señaló Lamberto.
La elección de Ludueña y barrio Industrial no es casual: como Las Flores, la zona muestra uno de los índices de violencia más altos de la ciudad, que en toda su jurisdicción cerró el año pasado con 250 homicidios.
Aunque fueron catorce menos que en 2013. la saga no se detuvo –y hasta ahora se tornó más grave– en el inicio de 2015, que lleva un promedio de un crimen por día.
Coincidencia, nada más
En el acto el funcionario también mencionó que la PAT quedará entre hoy y mañana formalmente a cargo del jefe de la Tropa de Operaciones Especiales, Adrián Forni, quien, reteniendo su designación actual, conducirá los dos cuerpos.
El cambio se produce luego de que la Justicia les dictara anteayer prisión preventiva a cuatro efectivos de entre 19 y 23 años de la PAT acusados de provocar la muerte de Jonathan Herrera, el joven que lavaba su auto en zona oeste la semana pasada y quedó en medio de una persecución a un ladrón.
Durante toda la jornada se especuló con la posibilidad de que la modificación estuviese vinculada con ese hecho mortal. Sin embargo, en diálogo con este medio, el secretario de Seguridad Gerardo Chaumont, quien estuvo en el acto junto a la intendenta Mónica Fein, entre otros, echó por tierra esa interpretación.
“No tiene nada que ver. Lastimosamente a veces puede darse, como ahora, que los hechos coinciden. Estos cambios en la conducción forman parte de la regionalización de la Policía que anunció el gobernador hace algunos días, la que ya comenzamos a implementar de forma paulatina” dijo el funcionario.
Tras eso, Chaumont profundizó en el asunto y explicó que el paso de las PAT a la órbita del jefe de las TOE “se hace por una afinidad de tareas, concepto y doctrina”.
“La idea es que haya una sola cabeza que conduzca de forma integrada a quienes tienen que patrullar las calles”, resumió el funcionario.
La PAT concentra también a los Bomberos Zapadores, la Guardia de Seguridad Rural Los Pumas, la Unidad de Explosivos, la Unidad Canina, Buzos Tácticos y la Brigada Aérea Policial.
Son 700 los uniformados de esa fuerza los que actualmente recorren algunos de los barrios más conflictivos de la ciudad, entre ellos La Cerámica, Villa Moreno, La Bombacha, el cuadrante al sur de Eva Perón y Wilde y Azcuénaga.