Política

Rumbo a las urnas

“Hay una responsabilidad histórica de no entregarle a la derecha el gobierno de la ciudad de Rosario”

La concejala de Ciudad Futura Caren Tepp mantiene la apuesta de su espacio político por el armado de un "movimiento de movimientos", donde confluyan todas las "organizaciones sociales y políticas progresistas no gorilas", para enfrentar en Rosario y la provincia al frente de frentes


Con poco más de 10 años de edad tuvo el atrevimiento de corregir a su papá radical cuando ensayaba uno de sus discursos políticos en su Santo Tomé natal. Desde ese día, nadie tuvo dudas: Caren seguiría la vocación de Carlos Tepp, aunque no tan cerca de los correligionarios. Llegada a Rosario, algo tenía claro: nada de militancia universitaria. El territorio era su obsesión. Y tras una corta experiencia en la organización radical Moisés Lebensohn, conoció a unos pibes inquietos que porfiaban por preservar un tambo frente al avance del “desarrollo inmobiliario”. No lo dudó un segundo, firmó el pase a Giros y se fue a vivir al tambo, lo que le valió dos meses sin diálogo con aquel militante radical que la imaginaba con boina blanca de por vida. Pasó el tiempo y “los pibes” organizaron su partido político, batallaron mano a mano con las grandes fuerzas en las elecciones y acumularon un caudal de votos que los ponen a las puertas de un protagonismo aún mayor, siempre con el eje de la acción territorial. Caren tiene claro que para las elecciones de este año hay que construir “un movimiento de movimientos” para enfrentar al frente de frentes, y propone, dentro de ese armado, la candidatura de Juan Monteverde a intendente. La actual concejala de Ciudad Futura cree que ese nuevo espacio debe incluir a todas las “organizaciones sociales y políticas progresistas no gorilas” y destaca “la agenda prioritaria, en común, con el Movimiento Evita”.

—Contame de tus orígenes en la política, de los genes políticos familiares.

—Yo vengo de la ciudad de Santo Tomé. La militancia de alguna manera me la contagia mi viejo, que fue toda la vida militante radical. Fue concejal en dos momentos, primero en el año 86, cuando yo nací (él era concejal alfonsinista). Después, durante los 90, estuvo más abocado al ámbito privado, siempre con una militancia sobre todo social en Santo Tomé. Luego, a fines de los 90, principios de los 2000, vuelve más al plano institucional, siendo primero concejal de Santo Tomé y luego secretario de Gobierno de Palo Oliver, y nuevamente concejal. Mi papá fallece en 2015, y ese mismo día yo firmaba en tercer lugar en la lista de concejales de Ciudad Futura. Fallece de manera sorpresiva, con un cáncer que le descubren en el 2014 y que le da poco tiempo de vida. Se estaba preparando para presentarse por primera vez como candidato a intendente de Santo Tomé. Él me compartió toda la pasión, desde muy chica lo acompañaba a todas las actividades en los clubes, las asociaciones, y demás. Recuerdan que me escondía cuando él ensayaba su discurso, porque como buen alfonsinista la oralidad era algo muy importante, y un día me descubrió y se dio cuenta de la pasión que me estaba contagiando, porque se equivocó cuando preparaba su discurso y yo lo corregí.

—¿Cómo fue eso?

—Él iba a la pieza, ponía su amplificador, con micrófono, todo, frente al espejo, y ensayaba su discurso. Yo me quedaba en la escalera escuchándolo, y ya me había aprendido el discurso. En un momento se equivoca y lo corrijo. Ahí descubre que lo estaba siguiendo y ya me había contagiado una pasión que era irreversible.

—¿Qué edad tenías en ese momento?

—Poco más de 10 años.

—¿Tenés hermanos?

—Tengo tres hermanos más grandes, dos hermanas y un hermano, que me llevan 10, 12 y 14 años. Mis hermanos ninguno se dedicó a la militancia política, los tres están en la Salud.

—¿Son médicos?

—En realidad farmacéutica, veterinario y odontólogo.

—¿Y tu mamá?

—Mi mamá desde muy joven trabajadora bancaria, toda la vida trabajando en el Banco Bica. Y bueno, acompañando a mi viejo en todas. Era de las mujeres que salía a trabajar y sostenía a la familia, se dedicó mucho a su trabajo y a su profesión. Como en aquel momento la sociedad era bastante más machista y patriarcal todos los ofrecimientos que tenía de ascenso en el laburo implican irse a vivir a otro lugar, traslado de familia, lo que era incompatible. Pero bueno, más de 30 años trabajando en el banco Bica de la ciudad, hasta que se vendió al Suquía, ahí decide tomar el retiro voluntario y junto con mi hermana más grande, que se recibía de farmacéutica, ponen la farmacia en Santo Tomé, donde trabajó hasta hace la pandemia, que se lo imposibilitó. Una persona muy dulce y muy paciente para acompañar a mi papá en toda la vida que supone la militancia política.

—¿Y cómo fue el pasaje de Santo Tomé a Rosario? 

—Cuando decidí venir a Rosario para estudiar Ciencias Políticas, yo estaba convencida de que quería tener militancia territorial, y mi viejo se desvivía por encontrarme un espacio dentro del radicalismo. Yo no quería saber nada con Franja Morada y no quería saber nada con la militancia universitaria. Quería militancia en el barrio. Ahí mi papá me acerca a la Moisés Lebensohn en Rosario, que trabajaba en barrio La Lata, y en paralelo, más por la Facultad, por el lugar donde vivía y demás, empiezo a conocer a los chicos de Giros, y primero empezamos a hacer algunas acciones en la Universidad, algunas asambleas autoconvocadas peleando por más presupuesto, y en ese camino me voy conociendo más con los compañeros y formalmente empiezo a militar en Giros. Y eso llevó a tener que escribirle una carta a mi papá y decirle que lo mío iba a ser la militancia, pero no iba a ser en el radicalismo sino en un movimiento social de izquierda. Llevamos un par de meses sin hablarnos, pero después de que se superó ese tránsito me bancó hasta el final. Cuando me fui a vivir al tambo se vino a ayudarme a armar el container en casa, le contaba a todo el mundo en Santa Fe que me había ido a vivir a un tambo en un container. En ese momento nuestra militancia era más territorial y social, todavía no habíamos armado el partido, llegó a conocer la creación del partido, pero no a verme candidata y mucho menos concejal.

—También habrá visto un radicalismo que iba mutando, ¿no?

—Totalmente. Y después lo pudimos charlar mucho más en profundidad, eso que para mí era la crisis de los partidos políticos en ese momento, estamos hablando del 2005, 2006. Los que veníamos más por la militancia social decíamos “la democracia representativa está agotada”, una crisis que lejos de cerrarse se profundiza en las sociedades del siglo XXI, no sólo en nuestro país sino en todo el mundo. Y después de muchos años de él ver la práctica más concreta de nuestra militancia, reconoció que en este tiempo había la necesidad de construir nuevos instrumentos políticos, tal vez recogiendo muchas de las banderas, de las tradiciones, de los partidos del siglo XX, pero que necesariamente tenían que plasmarse en otras formas de hacer política.

—Ahora estaría un par de meses sin hablarte de nuevo, si se enterara de que van a ir a las elecciones en un mismo espacio con el peronismo.

—Quisiera no tener que imaginarme esa charla. No lo había pensado. En realidad, hubiésemos tenido una discusión previa a esta, sobre qué iba a hacer él con el radicalismo yéndose con el PRO y Juntos por el Cambio. Nos estamos ahorrando varias discusiones, que igual daría cualquier cosa por tenerla.

—¿Cómo viene esa posibilidad de ir en un frente que incluya al peronismo?

—Lo que venimos charlando desde Ciudad Futura, incluso con otras organizaciones con las cuales venimos presentándonos en las últimas elecciones, como el Frente Patria Grande, Unidad Popular, es que el escenario electoral de la provincia de Santa Fe, y sin lugar a dudas en Rosario también, se va a modificar indefectiblemente con la decisión del Frente Progresista, y en particular del socialismo, de acercarse y conformar un frente de frentes con la centroderecha de nuestro país. Sin lugar a dudas eso cambia el escenario tal como lo conocíamos, por lo menos desde que nosotros accionamos políticamente en nuestra provincia, desde el año 2007 a esta parte. Los tres sectores, las tres fuerzas, que estaban en Santa Fe y que en Rosario en las últimas elecciones se manifestaban como cuatro fuerzas políticas, con la decisión del Frente Progresista de subirse en un armado de centroderecha antiperonista nos lleva de alguna manera a revisar cuál va a ser nuestra participación en este momento histórico, entendiendo el impacto que tiene esa alianza, y los posibles resultados e impactos electorales que puedan tener en la ciudad y en la provincia. Frente a eso, hemos decidido hace varios meses empezar a dialogar con todos los sectores, no solamente del peronismo, sino también de lo que podríamos llamar centroizquierda, progresismo, campo nacional y popular, que entendemos no están de acuerdo con esa unión. Espacios que pueden estar contenidos en el Partido Socialista pero hoy no están de acuerdo con esa decisión partidaria. Espacios de izquierda como puede ser el de Carlos del Frade, o el de Igualdad y Participación, y con todos los sectores del movimiento nacional y popular, en una necesidad que para nosotros es construir una nueva plataforma electoral, con capacidad de acción, con posibilidades de competitividad a nivel local principalmente, entendiendo que es donde nosotros tenemos mayor capacidad de incidencia, pero que también entendemos que se tiene que pensar a nivel provincial, en las elecciones que tenemos este año. Por eso nosotros hablamos de que no estamos evaluando la integración de Ciudad Futura en el Frente de Todos o en el peronismo, sino la posibilidad de discutir con distintos sectores la construcción de una nueva plataforma política que incluso pueda también alumbrar los próximos años, tanto en la ciudad como en la provincia.

—Si no es dentro del Frente de Todos, ¿cómo sería ese armado electoral?

—Nosotros lo que vemos es que incluso con los sectores dentro del peronismo, con distintos movimientos, incluso con actores de los sindicatos, de las organizaciones territoriales y demás, hay un entendimiento de la necesidad de construir una nueva plataforma, que no es necesariamente la del Frente de Todos, porque tiene que ser más amplia, tiene que poder cobijar a otras identidades y proyectos políticos que no integramos el Frente de Todos, ni a nivel nacional ni a nivel provincial. Y que para eso, cuando uno tiene vocación de ampliar y de construir con otros y con otras, hay que tener la voluntad de que se pueda plasmar en una nueva plataforma electoral en la provincia de Santa Fe y en la ciudad de Rosario. Está claro que la centroderecha, con todas las fuerzas que la van a integrar, va a generar un nuevo frente, una nueva identidad con la cual presentarse a elecciones, y en ese mismo sentido entendemos que se tiene que dar desde nuestro campo. Y los diálogos con distintos sectores nos hablan de que hay un entendimiento y una voluntad de poder generar algo con una identidad propia de la provincia de Santa Fe, y en particular de la ciudad de Rosario, entendiendo que en caso de que podamos construir esta unidad, en nuestro caso, en la ciudad de Rosario, estamos hablando de una fuerza que tiene entre el 17 y el 20 % de los votos. No es sumarse a una cuestión ya dada, sino, por el contrario, construir algo nuevo integrando nuevas identidades políticas.

—¿Generó debate interno esta posición?

—Es algo que en nuestra militancia lo venimos debatiendo en torno a la clara vocación que tenemos de llevar adelante una propuesta de gobierno en la ciudad de Rosario que sea realmente competitiva, no testimonial. Somos una fuerza política que desde su origen dijo que el ámbito de actuación, aún viniendo de la izquierda, era no quedarnos en ese lugar testimonial que muchas veces se nos asigna desde el sistema político de tener bancas legislativas meramente para denunciar o impugnar el sistema, sino que la vocación era construir un proyecto que genere las mayorías sociales y electorales necesarias para conducir los destinos de la ciudad y proponer otro modelo de desarrollo en la ciudad de Rosario. Esa es nuestra máxima vocación y es el entendimiento que tiene toda la militancia de Ciudad Futura. En ese camino, entendemos que solos no vamos a ganar la ciudad de Rosario. Tenemos que poder ir construyendo y encontrándonos en el camino con otras experiencias políticas que quizás vengan de otras tradiciones distintas pero que tengamos ese mismo horizonte común y sobre todo una misma forma de entender y de accionar políticamente en el territorio. En nuestras primeras elecciones nos presentamos solos, como Ciudad Futura, en los últimos años ya con mayor entendimiento con estas otras organizaciones sociales y partidarias, con los cuales venimos haciendo experiencia electoral e institucional en el ámbito legislativo desde el año 2019. Y con esa misma vocación vamos a mirar este año, priorizando dos objetivos: por un lado poder construir esta plataforma donde se dé la interna de los sectores populares y progresistas no gorilas de la provincia de Santa Fe y de la ciudad de Rosario, y una tarea simultánea e igual de importante, que es, en este gran universo de fuerzas, con quienes estemos más cercanos poder construir una propuesta en común, esto es integrar listas en conjunto, llevar la propuesta y la candidatura de Juan Monteverde de común acuerdo. Y en eso también vemos en los últimos meses que el trabajo que venimos haciendo va cumpliendo sus frutos, no solamente con otras fuerzas políticas y sociales, sino también incluso con distintos actores gremiales, territoriales, y demás, que se animan a pensar en la posibilidad de ganar la ciudad de Rosario este año.

—En esta potencial alianza en Rosario ustedes irían dentro de un frente, que no sería el Frente de Todos, sino que tendría otro nombre y una plataforma más amplia.

—Nosotros creemos que al frente de frentes hay que enfrentarlo con un movimiento de movimientos, que no sabemos hoy cuál sería su nombre. Nosotros entendemos que en las categorías legislativas hay posibilidades de que, como Ciudad Futura, y con las organizaciones con las que venimos construyendo, podamos integrar nuestra propia lista de candidaturas para el Concejo de la ciudad de Rosario. Y por el otro lado estamos reuniendo a todas aquellas fuerzas y actores sociales, políticos y gremiales que quieren ser parte de la construcción de la candidatura de Juan Monteverde a intendente de la ciudad de Rosario. Y hay una vocación de poder construir una plataforma común, un programa común, y una militancia, y una campaña, que tenga como objetivo ganar la ciudad de Rosario de la mano de Juan Monteverde. Y en eso hay vocación y hay diálogo para que otras fuerzas políticas también acompañen esa candidatura.

—¿Hay sectores del peronismo que estarían más cerca de esta propuesta?

—Nosotros venimos dialogando con todos, incluso con algunos otros sectores con los que tenemos planteadas reuniones en las próximas semanas, y dentro de todo este universo está claro que, por ejemplo, con el Movimiento Evita estamos charlando esto con mayor asiduidad, incluso pensando en que la propuesta que hagamos para Rosario tiene que tener también una proyección provincial. Y en eso hay una predisposición y voluntad de ambas organizaciones de que podamos pensarlo en conjunto, tanto la propuesta para Rosario como la proyección provincial. Creo que con el Movimiento Evita compartimos una militancia prioritariamente territorial, con una agenda muy fuerte en lo que es la necesidad de dignificar la calidad de vida de los barrios populares, de la economía popular, son organizaciones con las que, más allá de los ámbitos institucionales que compartimos, como puede ser la Legislatura, en el territorio nos encontramos, tenemos una agenda prioritaria en común e incluso la procedencia de nuestra militancia, que viene de los movimientos sociales. Eso, sin lugar a dudas, nos permite, a diferencia de otros sectores, tener un diálogo más cercano y un mejor entendimiento de dónde tiene que estar la prioridad de una propuesta para los próximos años en la provincia y en la ciudad de Rosario. Creo que también se da una particularidad, que es compartir, sus referentes y nosotros, una misma procedencia generacional, y en eso hay una posibilidad que se ha fortalecido en este último tiempo de poder buscar estos entendimientos por parte de ambas organizaciones en vistas de las elecciones.

—Entre los sectores que vos nombrás como afines, los de Carlos del Frade y Rubén Giustiniani no acompañan esta idea de un movimiento de movimientos.

—Nosotros con ambos sectores venimos charlando, incluso con el sector de Bases, dentro del socialismo. Entendemos que hay una diferencia acerca de cuáles son las prioridades y las apuestas fundamentales de nuestros proyectos políticos. Nosotros lo que les planteamos a esos espacios es que nuestra prioridad como Ciudad Futura es ir a dar la disputa por el gobierno de la ciudad de Rosario. Y en eso hay una responsabilidad histórica, porque uno no juega solo en política y tiene que poder analizar que cada escenario en particular tiene sus condicionamientos. Y en un escenario donde toda la centroderecha, e incluso partidos que hasta ayer podían expresar una voluntad más progresista, hoy se estén alineando con fuerzas políticas que tiene referentes no solamente de derecha, sino también reaccionarios, conservadores, como pueden ser los de Patricia Bullrich a nivel nacional, y que van a tener expresiones locales en las cuales hay alianzas electorales que pueden llevar a que personas como (Gabriel) Chumpitaz sean competitivos para ganar la ciudad de Rosario. Nosotros como proyecto político, más allá de las aspiraciones personales, el purismo de nuestros espacios y demás, sentimos que hay una responsabilidad histórica de no poder entregarle a la derecha, a ese sector, el gobierno de la ciudad de Rosario en el contexto en el que estamos. Con lo cual todos nuestros esfuerzos hoy, como Ciudad Futura, no están tanto en armar estrategias de retención de bancas legislativas, sino de construcción de proyectos y de alianzas que permitan ganar la ciudad de Rosario. Y en esa vocación nosotros entendemos que todos esos sectores pueden ser parte. Reconocemos en esas fuerzas políticas referentes, militantes, de amplia trayectoria, que nosotros los vemos con posibilidad de formar parte, de ganar la ciudad de Rosario, e integrar un nuevo proceso a futuro en nuestra ciudad. Esa invitación está hecha. Después, para las categorías legislativas, la boleta única permite que cada fuerza pueda ir a dar esa disputa de las bancas con su propia identidad, con su propia ideología partidaria, pero en la categoría del Ejecutivo, y en particular en la ciudad de Rosario, podamos encontrarnos en una propuesta ganadora. Y en eso nosotros hasta el último día del cierre de listas, en la campaña, y cuando ganemos también, vamos a tener la vocación de integrar a todas esas militancias.

—¿Qué opinión tenés de la gestión actual del municipio y cuáles son las diferencias más importantes con el actual intendente Pablo Javkin?

—A diferencia de de años anteriores y de gestiones anteriores, nosotros reconocemos que en muchos temas, como pueden ser la la priorización de la urbanización de los barrios populares como una estrategia de abordaje, incluso en términos de seguridad, y dignificación de las condiciones de vida de los sectores más postergados, pudimos incluso cambiar la agenda. Por ejemplo, nos tomamos el trabajo de buscar en la propuesta de la agenda de gobierno de Pablo Javkin para la elección en el 2019 y no existían en ninguna parte ni la palabra barrio popular, ni tierra, ni vivienda. Y sin lugar a dudas la voluntad que tuvo el Ejecutivo, y nosotros como oposición, de acercar propuestas que pongan en agenda estos temas, e incluso de acercar políticas nacionales, recursos, como es todo lo de la Secretaría de Integración Socio Urbana para llevar adelante las obras en los barrios populares. La creación en la última sesión de una Empresa de Desarrollo Urbano en la ciudad de Rosario, la resolución del conflicto de tierras de Nuevo Alberdi que llevaba más de 10 años, nos han permitido, estando en la oposición, tener una incidencia real y concreta en un gobierno que no es el nuestro, pero que para nosotros es prioritario, porque son temas que no pueden esperar y porque tenemos esta particularidad como Ciudad Futura desde que entramos a las instituciones, de que queremos salirnos de esa lógica binaria oficialismo-oposición: si soy oficialismo digo que todo está bien y si soy oposición digo que todo está mal y me quedo cómodo en ese lugar. Para nosotros, en la medida que quienes estén gobernando, aún cuando no sean de nuestras fuerzas políticas, tengan vocación de tomar parte de nuestra agenda para llevarla adelante, vamos a tener vocación de hacerlo de manera conjunta y sin mezquindades políticas. Me parece que también esto pasa por cómo poder llevar adelante transformaciones en la cultura política del Estado, de las instituciones, que necesariamente requieren de mayores grados de acuerdo en temas que son prioritarias. Por otro lado, creo que todo lo que tiene que ver con muchas partes de la gestión de los servicios en la ciudad de Rosario, y agudizado por la pandemia, hoy tienen un grado realmente muy crítico. No solamente de gestión del transporte público, sino también incluso de los residuos, del acceso a los espacios públicos de calidad, en los barrios más más postergados. Eso es una agenda de lo más básico que hoy no está funcionando y que realmente afecta de manera directa la calidad de vida de los dos rosarinos y rosarinas, y en eso somos muy críticos. Y por el otro lado creo que hemos podido también incidir en la agenda de la seguridad en la ciudad de Rosario de alguna manera cambiando la propia imagen o lectura que tenía el municipio, donde se planteaba que solamente en términos de seguridad se podía hacer lo que hace al alumbrado, a la poda y la escamonda, que sin lugar a dudas son tareas básicas del municipio, pero que también se podía ir mucho más allá, persiguiendo la ruta del dinero narco, entendiendo que para nosotros es una de las razones principales que explican los niveles de violencia que tenemos en nuestra ciudad. Haber logrado que se apruebe la creación de una agencia antilavado para perseguir el delito del lavado en nuestra ciudad, algo que tampoco estaba en la senda del Ejecutivo Municipal, para nosotros es un logro. Logros de cambio de la concepción de la política, que son importantes y que tienen que ver con el modelo de ciudad que queremos impulsar estando gobernando la ciudad de Rosario.

—¿Ustedes sienten que han contribuido a la gestión municipal con proyectos que de alguna manera encontraron buen diálogo y recepción en el Ejecutivo?

—Si yo tengo que ver la la propuesta de gobierno de la candidatura de Javkin, soy muy crítica en términos del enfoque y el modelo de priorización de las políticas en la ciudad. Si yo me hubiese quedado en la crítica a la gestión reproduciría la lógica de oficialismo-oposición, que nosotros tuvimos voluntad de romper desde que entramos al Concejo, en el 2015. Hay distintas formas de ser legisladores. Una pensándose como contralor y acompañamiento o no a las propuestas del oficialismo, o de entendernos como una fuerza política que se imagina en el corto plazo estar gobernando la ciudad. Y en ese sentido lo que hemos hecho es incidir, siendo el bloque mayoritario en el Concejo Municipal, mucho más en la agenda de gobierno que como ha ocurrido en otros momentos de la historia de la ciudad de Rosario.Y eso es lo que ponemos en valor claramente. Si muchas de estas propuestas, que tienen que ver con la prioridad de nuestra agenda y cómo vemos la crisis que tiene la ciudad, no hubiesen sido tomadas en cuenta, sin lugar a dudas el análisis sería mucho más más crítico. Quizás fue más por necesidad que por voluntad, pero finalmente hizo una apertura de diálogos con fuerzas políticas muy distintas, como el caso de la nuestra. Hasta años anteriores el Frente Progresista solamente dialogaba a la hora de construir la agenda de la ciudad con el PRO. Bueno, eso ha hecho que hoy el resultado, sobre todo de nuestra tarea legislativa en los últimos años, haya tenido un impacto para nosotros importante, incluso en la agenda de gestión y de gobierno de la ciudad. Bueno, en última instancia eso es la política, convencer y construir mayores consensos sobre el modelo que que uno impulsa.

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