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Hebe de Bonafini repudió la visita de Barack Obama al país

La presidenta de Madres de Plaza de Mayo sostuvo que el presidente norteamericano “tiene las manos manchadas de sangre y acá no lo queremos”.

La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, repudió la visita al país del mandatario estadounidense, Barack Obama, prevista para el mes próximo y la calificó de «invasión», al tiempo que advirtió que espera que «no aparezca» por el edificio de la ex-ESMA.

«Repudiamos la invasión de Obama en Argentina», afirmó la agrupación de derechos humanos sobre el viaje al país que realizará el presidente de Estados Unidos el 23 y 24 de marzo próximo, en coincidencia con el aniversario del inicio de la dictadura militar.

Sobre Obama, las Madres de Plaza de Mayo subrayaron: «Tiene las manos manchadas de sangre y acá no lo queremos».

«El 23 y 24 de marzo, como una cachetada a la historia, a nuestros hijos, y a nosotras, las Madres, llega Barack Obama al país, invitado por otro enemigo de las Madres: Mauricio Macri», resaltó Bonafini.

«Me puse a pensar a qué país representa Obama y enseguida me saltó a la cabeza el Plan Cóndor. Saltó enseguida la Escuela de Panamá y la Escuela de las Américas en donde enseñaron a torturar, masacrar y desaparecer a millones de latinoamericanos. En todos los países en donde hubo dictaduras, estuvieron dirigidas por Estados Unidos. Obama representa eso, a ese país que tiró las dos únicas bombas atómicas que tiraron en el mundo», enfatizó.

La presidenta de Madres se preguntó: «¿A ese hombre vamos a recibir en la ex–ESMA?».

«Ese hombre tiene las manos manchadas de sangre y acá no lo queremos. Nuestra organización, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, repudia con todas sus fuerzas la llegada de Obama al país. Es una vergüenza mundial recibir a un tipo de esa calaña que viene a sonreír con Macri, que es peor que él. Estas dos personas nos avergüenzan y esperamos que el 24 de marzo no se aparezcan por la ex-ESMA ya que estarían burlándose de la lucha de los 30.000 revolucionarios, nuestros hijos», terminó diciendo Bonafini.

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