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Héctor Ansaldi estrena en Caras y Caretas una versión de “La razón blindada”, de Arístides Vargas

Con las actuaciones de Daniel López y Nicolás Terzaghi, se trata de uno de los textos más emblemáticos del dramaturgo y maestro argentino radicado en Ecuador desde el exilio, creador del grupo Malayerba


Desde este viernes y cada viernes de mayo, se podrá disfrutar en la ciudad de una versión de La razón blindada, una pieza teatral escrita por el dramaturgo y maestro cordobés formado en Mendoza y  radicado durante su exilio en la última dictadura cívico-militar en Centro América, Arístides Vargas, creador del emblemático grupo Malayerba de Ecuador, que cuenta con la dirección del actor y maestro rosarino Héctor Ansaldi y las actuaciones de Daniel López y Nicolás Terzaghi.

La historia que se dirime en La razón blindada, como en toda la obra de Arístides Vargas con un notable peso específico en la memoria y en las metáforas, se centra en un lugar “donde nadie quiere acordarse, ubicado en la ambigua franja donde son llevadas las personas para ser corregidas, vigiladas y castigadas, como De La Mancha y Panza, quienes están injustamente prisioneros”, adelanta el parte de prensa acerca de esto personajes que emulan al Quijote y a Sancho en sus aventuras.

Y agrega: “Para escapar de la represiva opresión en la que viven, cada domingo se fugan por un túnel intangible que se adentra en lo más profundo de su paranoia. Juegan a ser Rocinante y Dulcinea, a cabalgar por el desierto y a bucear en lo profundo del mar; también, a gobernar una isla y a enfrentarse a monstruos infernales, que son molinos de viento”.

Respecto de las particularidades de este montaje Ansaldi sostuvo: “Pensamos que Cervantes realizó el mismo ejercicio al empezar a escribir Don Quijote desde la cárcel, la presencia del encierro y de la privación de libertad, el constante acoso de la razón y de lo que, racionalmente, debe ser el orden acechan constantemente al héroe Don Quijote de la Mancha que, para estos presos, como en Kafka, no es otro que el deseo de Sancho Panza, que a su vez no es otro que el de Cervantes encarcelado intentando fugarse a través de sus fantasías, en las que este autor ensaya el estar libre y el ser libre. Don Quijote cabalga libre, solitario y libre más allá de la razón práctica, en la llanura de la utopía”.

Y agregó: “Arístides Vargas emplea el mismo procedimiento de los presos políticos de la última dictadura argentina en los encuentros culturales que los internos de Rawson, de forma secreta, realizaban en la cárcel, no con un propósito exclusivo de rehabilitación y testimonio, sino también con la intención de poder explorar la limitación como práctica artística, la economía de gestos y expresividad como técnica para narrar Don Quijote”.

Arístides Vargas nació en Córdoba pero vivió en Mendoza desde muy niño, hasta que en 1975 debió exiliarse perseguido por la Triple A en tiempos previos al comienzo de la dictadura cívico-militar, hecho que marcó su obra dramatúrgica.

Dirigió importantes grupos y compañías latinoamericanas entre las que destacan la Compañía Nacional de Teatro de Costa Rica, el grupo Justo Rufino Garay de Nicaragua, el grupo Taller del Sótano de México y la compañía Ire de Puerto Rico. Y es el fundador de uno de los grupos más prestigiosos de América latina, Malayerba de Ecuador, que dirige en la actualidad.

Entre otras, fue autor de obras como Jardín de Pulpos, Pluma, La edad de la ciruela, Donde el viento hace buñuelos y Nuestra Señora de las Nubes.

Para agendar

La razón blindada se podrá ver, desde este viernes y todos los viernes de mayo, a partir de las 21, en Caras y Caretas, de Corrientes 1518, donde también se encuentran a la venta las entradas.

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