Gabriel Heinze es un ganador. Lo avala una carrera exitosa, con un pasado en clubes de jerarquía y con 11 títulos en su vitrina. Pero toda esa fortaleza que le permitió forjar su carrera parece derrumbarse a la hora de transitar los días previos al adiós. El Gringo se ve vulnerable, con la angustia que conlleva dejar atrás toda una vida como futbolista y en dos palabras resumió su momento: “Estoy triste”.
“No la estoy llevando bien, ahora estoy muy nervioso, mal, triste, porque me cayó el tema que cada minuto que pasa no voy a volver más, cada pelota que uno toca tiene un significado. Se me vino todo el mundo abajo, pero son decisiones que hay que tomar y asumirlas”, confió el defensor leproso.
Si bien el Gringo no confirmó si el sábado será su último partido, todo indica que ante All Boys jugará por última vez. “No tengo decidido si va a ser mi último partido, aunque nada sería más lindo que irme con el calor de mi gente”, contó.
El partido tendrá una alta dosis de emotividad, pero Heinze no quiere que sea uno más. “Creo que me va a costar jugar, me va a costar meterme, y más con mi gente, pero yo estoy pensando que va a ser el último partido y quiero ganar, quiero irme ganando”, dijo.
Heinze siempre contó que sufre mucho en la previa de los partidos y esta vez no será la excepción. “Le pregunté al capitán si íbamos a concentrar porque no quiero tiempo para pensar. No quiero vivir estos momentos, si fuera por mí me iría al campo y desaparecería. Pero sé que todo lo que me salga me va a salir de adentro y voy a hacer una fuerza enorme para que no se me caigan las lágrimas. No quiero llorar”, se sinceró.
Pensar en un futuro como entrenador es una posibilidad (ver aparte), pero hoy el ex Real Madrid no tiene definido ese tema. “Gabriel Heinze va a estar siempre, posiblemente no me voy a quedar trabajando ahora porque no sé en qué puedo hacerle bien a Newell’s y no voy a estar por estar. Yo le di toda mi energía al club como jugador, pero no sé para qué sirvo ahora. Sé el cariño que me tienen los dirigentes pero tengo que ser muy responsable de mi parte porque aún no estoy preparado”, confesó.
Hace unos meses Heinze le escribió una carta a los hinchas para anunciar su retiro y evitar que lo convencieran en seguir y hoy no se arrepiente. “No me arrepiento porque fue una carta muy pensada y muy sentida. Después de esa carta por ahí vi que podía seguir jugando, pero en ningún momento pensé en volver atrás. Es durísimo… no sé si me equivoqué, me va a costar mucho porque es lo único que hice en toda mi vida, pero ya está”, confesó.
“Quiero analizar dónde puedo ser más útil”
Gabriel Heinze sonó como un posible candidato para dirigir Newell’s en caso de que la dirigencia reciba una respuesta negativa de Ricardo Gareca, pero el Gringo ayer aseguró que hoy no está en su cabeza esa alternativa. “No siento que esté preparado y tampoco puedo hablar sobre supuestos”, confió el defensor, quien apenas inició la conferencia de prensa contó que mantuvo una charla Alfredo Obberti en Bella Vista (anticipo de ayer de El Hincha) y limaron asperezas. “Después de mis declaraciones hablé con Obberti y aclaramos todo como gente adulta”, señaló el Gringo.
De todas maneras, esta charla no cambió su parecer en cuanto al curso de entrenador que dejó tras esas diferencias con Obberti. “Yo ya dije que no iba a ir más al curso, posiblemente lo pueda hacer el año próximo, porque si quiero ser técnico debo hacerlo”, comentó.
Cuando se lo consultó sobre si podía ser entrenador leproso en el futuro respondió: “Tengo muchas ganas de aprender. No sé qué puede pasar en un futuro, soy hincha de Newell’s pero no se que puede suceder”.
Y agregó: “Posiblemente me aleje un tiempo de todo para analizar donde puedo ser útil”.