Más de 30 brigadistas, tres helicópteros con helibalde y dos aviones hidrantes continuaban este lunes los trabajos de combate y creación de cortafuegos para erradicar los incendios sobre islas del delta del río Paraná que afectan la flora, la fauna y las ciudades de la zona.
Los fuegos tienen lugar frente a Rosario y la zona cercana a Alvear, donde se instaló la base operativa en la que trabaja personal de Nación y de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe, quienes solicitaron 12 brigadistas más a Parques Nacionales.
“Se trabaja sin descanso”, explicaron a Télam desde la Secretaría de Ambiente entrerriana, y destacaron que ya se trabaja con contrafuegos para evitar el avance de los focos y eso es lo que, por la orientación del viento, lleva el humo a Rosario.
El fuego ya consumió más de 200.000 hectáreas en la zona, por lo que se busca atacarlo de diferentes formas, y en ese sentido se abrió la posibilidad, luego de la aprobación del juez Federal de Victoria, Federico Martín, de comenzar a desarrollar cortafuegos.
Los mismos son “una intervención amistosa con el ambiente hasta suelo natural”, e incluyen “un elemento de prevención de incendio: se hace una línea de defensa, quitando el material de combustible”, explicó a Télam el coordinador del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Mauro Rodríguez.
Luego se establece una planimetría y un registro para saber “hasta dónde va a llegar el fuego” y porque también permite el ingreso de brigadistas “para su potencial combate”, agregó.
La medida se desarrollará en el marco de una condición climática particular con pocas lluvias en los últimos meses y una bajante histórica del río Paraná, que provocó la declaración de emergencia hídrica.
La secretaria de Ambiente, Daniela García, manifestó a Télam que las causas que provocan los incendios “son múltiples”, pero todas por acción humana.
“Muchos (fuegos) los hace gente que llega a la isla; que se baja a mirar y deja un cigarrillo prendido; tenemos datos de dueños que mandan a peones a quemar; otros que prenden sus residuos o el pasto que cortó; y hasta detectamos gente que prende fuego a caballo”, dijo.
Este lunes, la ciudad de Rosario volvió a amanecer cubierta de humo, por lo que autoridades solicitaron extremar las medidas de seguridad y la precaución en la conducción vehicular.
Según se indicó, el humo retornó a Rosario luego de que el viento virara hacia el sur, lo que favoreció la velocidad con la que avanzó la “cortina negra”.
El puente Rosario-Victoria amaneció con una visibilidad prácticamente nula debido a la densidad del humo.
Las fuentes precisaron, a su vez, que el principal foco ígneo se encuentra a la altura de la localidad santafesina de Pueblo Esther, ubicado en las afueras de Rosario, donde desde 2020 se han quemado en total más de 300.000 de hectáreas, de acuerdo a datos del Observatorio.
A partir de distintas investigaciones y denuncias presentadas ante la Justicia, el Gobierno santafesino advirtió que las quemas se realizan, entre otras cuestiones, para preparar el terreno para distintas actividades que abarcan negocios inmobiliarios y la producción agrícola y ganadera.
En simultáneo, distintos centros médicos confirmaron que las consultas se multiplican para tratar afecciones respiratorias, ya que si bien la problemática afecta a todos los rosarinos, aquellos que padecen dificultades pulmonares o alergias se llevan la peor parte.
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