El heredero al trono británico, el príncipe Guillermo, nieto de la reina Isabel II, regresó al Reino Unido tras concluir una misión de seis semanas en las islas Malvinas. La llegada del joven para realizar maniobras militares elevó la escalada diplomática entre el país y Londres, en medio del reclamo argentino para recuperar la soberanía del archipiélago.
El príncipe, de 29 años, «ha regresado de un despliegue operativo habitual», declaró a la AFP un portavoz del ministerio de Defensa en Londres. «Ahora estará de permiso durante unos días y luego regresará a trabajar», agregó.
Un portavoz de Clarence House, encargada de los asuntos del príncipe Carlos y de sus hijos, confirmó el regreso del segundo en la línea de sucesión a la Corona e indicó que se reincorporará «dentro de poco» a su base de la Fuerza Aérea Real de Valley, en la isla de Anglesey, en el norte de Gales.
Guillermo pasó casi siete semanas en el archipiélago austral, bajo dominación británica pero cuya soberanía reclama Argentina. Londres insistió desde el principio que se trataba de una misión de rutina que formaba parte de su trabajo y de su progresión de carrera como piloto de búsqueda y rescate, labor que el príncipe ha desempeñado desde finales de 2010.
En medio de una escalada de tensión entre Argentina y Reino Unido al acercarse el 30 aniversario de la guerra que libraron los dos países en 1982, el gobierno de la presidente Cristina de Kirchner criticó la misión y lamentó que el príncipe llegara «a suelo patrio con uniforme de conquistador».
El Gobierno nacional acusó que la llegada del Príncipe, junto al envío de un importante buque de la marina inglesa, era un avance de Londres para militarizar el Atlántico Sur. Los países de la región cerraron filas y en protesta impidieron el atraco de buques con bandera británica en sus puertos.
