Martín Sorrel, el presidente de la agencia de publicidad WPP (la agencia que tuvo a su cargo la tarea de fomentar el Foro de Inversiones y Negocios), aceptaba gustoso en los pasillos del CCK contestar preguntas de los concurrentes.
De los locales y, especialmente, de los extranjeros.
Uno de los que se le acercó fue una mujer que se identificó como integrante del fondo de inversión Fosun Group.
Quería profundizar sobre un concepto que Sorrel había mencionado en su discurso de apertura, donde compartió cartel con el presidente de Techint, Paolo Rocca. El británico había dicho que la Argentina no tenía problemas macroeconómicos estructurales sino cuestiones de branding (marca). En otras palabras, las inversiones escasean en el país porque la Argentina no se vendería bien ante el mundo, como destino de los dólares.
La inversionista de Fosun le transmitió una inquietud que sobrevoló en el aire en gran parte de los paneles del Foro: suponiendo que se le cree y se confía en la palabra del presidente Mauricio Macri, qué pasaría si luego de su mandato cambia nuevamente el signo político y se modifican radicalmente otra vez las reglas de juego. La mujer, incluso, mencionó el nombre de Máximo Kirchner y el concepto de “nacionalización de empresas” como posibles peligros futuros para garantizar inversiones.
Cómo te explico
“Cómo le explico a mi directorio la toma de una decisión de inversión importante, si luego las reglas de juego cambian radicalmente, como ya pasó alguna vez”. La respuesta de Sorrel fue cortante, pero sonriente: “En ese caso, y teniendo en cuenta que un CEO permanece en su cargo entre 3 y 4 años, para cuando cambien las reglas de juego ya no estará en el sillón de conductor y no se deberá hacer responsable de las decisiones que tome hoy”.
El diálogo, risueño y sin final, fue uno de los muchos que se escucharon este martes en el CCK y que volvían todo el tiempo sobre los años del kirchnerismo en el poder, las consecuencias en la economía argentina y las posibilidades de retorno de esa línea política al poder.
Pesada herencia
Fue el mismo Mauricio Macri el que introdujo la “herencia recibida” como su principal activo a mostrar, tanto en su presentación de apertura de anteayer por la mañana como en las múltiples reuniones “cara a cara” con los visitantes que protagonizó no sólo en el CCK sino en su despacho en la Casa de Gobierno.
El presidente insistió en que las políticas económicas adoptadas desde diciembre pasado evitaron “una crisis como las del 89 y del 2001”, que se terminaron las “recetas mágicas” y que acabó una época de “visible corrupción”.
Dólares livianos
En cada una de las reuniones habló además, tanto Macri como el resto del gabinete que se multiplicó para atender a los visitantes, de lo que considera ejemplos de parte del cambio: la velocidad que tienen hoy las autorizaciones para que una compañía multinacional pueda acceder a los dólares necesarios para girar a los países de origen las ganancias que una empresa registre dentro de la Argentina. Y que la única supervisión es que se cumplan las normas legales y el previo pago de impuestos. Agregó que las limitaciones para importar insumos, bienes de capital y bienes intermedios ya no existen en el país. En otras palabras, que el cepo ya no existe y que en su gestión será una historia olvidada.
Importaciones rápidas
El otro punto que el presidente mencionó en sus encuentros cara a cara es sobre la velocidad que tiene hoy un trámite de autorización de una importación de insumos, bienes de capital y bienes intermedios, destinada a la producción y no para venta final. El jefe del Estado recibió la información sobre que la velocidad actual es de no más de un mes desde que el trámite ingresa al Ministerio de Producción y que, si se cumplen las reglas y las normas vigentes, el pedido siempre es aprobado.