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Heridas abiertas: a 20 años de la inundación hubo pase de facturas en el Concejo de Santa Fe ciudad

Los distintos puntos de vista de los concejales respecto a la tragedia que enlutó a la capital de la provincia generaron acusaciones, cruces y desplantes y hasta hubo un edil que no quiso hablar del tema. Se habló de "crimen hídrico" y "política berreta" entre otros calificativos

Un duro cruce, acusaciones y desplantes se dieron en el Concejo Municipal de Santa Fe, todas acciones relacionadas con el acompañamiento que realiza el cuerpo en las diferentes actividades programadas con motivo de los 20 años de la devastadora inundación que afectó a la ciudad capital.

La iniciativa fue aprobada por unanimidad. Leandro González, presidente del cuerpo, fue el primero que tomó la palabra. Resaltó que «gobierne quien gobierne, las políticas hídricas son políticas de Estado». Recordó que «la inundación del 2003 fue previsible y se pudo haber evitado». También resaltó la solidaridad que hubo en ese entonces y habló de «deuda» judicial en la causa inundación, informó el diario Uno de Santa Fe.

Luego el concejal socialista Paco Garibaldi señaló: «Recordar la inundación es hacer memoria para aprender de las consecuencias que vivimos los miembros de una sociedad cuando el Estado no está o no hace lo que tiene que hacer». Responsabilizó al gobierno de turno en aquel momento, y reprochó: «Hubo inteligencia electoral para ver de qué manera, mediante ley de lemas, se podía continuar en el poder; pero no hubo inteligencia para avisar a la gente lo que iba a ocurrir y este hecho terrible». «A algunos santafesinos les llegó el agua, pero todos nos inundamos», añadió Garibaldi. También habló de falta de justicia y de impunidad. «Hay muchas heridas por zanjar», afirmó.

Planteó que la inundación no debe dejar solamente enseñanzas relacionadas con aspectos hídricos, y habló del «rol del estado». En esa línea, dijo: «Más allá de a quien le toque gobernar, debemos hacernos cargo; cada uno en el lugar que estamos. Cuando no hacemos lo que tenemos que hacer o lo hacemos mal, nos volvemos a inundar; con la inseguridad, nos volvemos a inundar con la inflación, nos volvemos a inundar con los problemas que vivimos día a día en sociedad».

El tercero en hablar fue el edil Federico Flini (PJ). Acompañó las palabras del presidente del cuerpo, Leandro González, vinculadas a la necesidad de que la inundación «no quede impune». Contó que toda su familia se inundó y recordó el «estado de shock» que vivieron los santafesinos al ver sus viviendas destruidas.

Luego, definió «como falta de respeto a todos los inundados» las expresiones de Garibaldi. Lo definió como “un tinte de política berreta a una causa que, a mí por lo menos en términos personales, me toca en lo más profundo del dolor»

En esa línea, apuntó el edil peronista: «Yo, como inundado, no voy a tolerar en nombre de todos mis familiares, vecinos, amigos, que venga un político a querer sacar una tajada de carroñero; completando son frases sin sentido como que «la inflación inunda» y que otra pavada dijo. La verdad que a mí me duele y me da vergüenza. No voy a tolerar que se use una causa que le produjo dolor a mi familia para venir a hacer política berreta y partidaria en este lugar».

Carlos Pereira (Juntos por el Cambio) dijo que la memoria está viva y que «la justicia no ha dado la respuesta». Definió que “hay una verdad que hay que seguir trabajándola y construyendo».

Juan José Piedrabuena, uno de los concejales que no suele participar de los debates y que accedió a la banca a través del Frente Renovador, pidió permiso para hablar. Y expresó: «Simplemente pedirles a mis pares que por favor traten de no tocar el tema. Primero porque a algunos no les pasó y duele mucho recordarlo. Se perdieron vidas, criaturas, que se llevó el agua. Pedir un poco de respeto y que no se mezcle la política con una desgracia que nos pasó. A la gente que nos tapó la casa el agua, que se llevó recuerdos y hasta la vida de mi abuelo. Le pido encarecidamente, de corazón, traten de no tocar el tema de la inundación. No saben lo que pasó. Las cosas que pasamos y sufrimos. Y hoy estamos de pie, saliendo adelante como tiene que ser».

«Traten de no tocar cosas que a ustedes no les pasaron. A nosotros sí nos tocó, perdimos familiares. No mezclen la política con una desgracia grande que pasó en la ciudad. Piden justicia. ¿A quién le vamos a pedir justicia ahora? Si por más que pidamos justicia no le vamos a devolver la vida a la gente y a las criaturas que se llevó el agua. Disculpas» remató Piedrabuena, para luego retirarse del recinto.

La concejala Valeria López Delzar se dirigió a Piedrabuena (quien tiene su banca al lado pero en ese momento estaba ausente). Dijo que «lo personal es político», y profundizó: ¿Cuánto de político hay en este crimen hídrico? Hay que decirlo con esas palabras. Crimen, como sinónimo de delito. No fue una catástrofe natural. Fue un crimen hídrico que dejó muchas vidas, dolor, y aprendizaje»

«Lo mejor es que los dirigentes políticos podemos hacer es contribuir a esto, a construir entre toda esa memoria colectiva para que no vuelva a suceder», definió.

La edila del frenteprogresismo advirtió: «Nunca hubo un reconocimiento por parte del Estado; así sea a 10, 20 años después, que venga a reconocer que hubo responsabilidad del estado. Claro que no se devuelven las vidas que el agua se llevó, los objetos materiales; pero por lo menos sana y cierra la herida ese resarcimiento, ese reconocimiento. Al menos algo viene a zanjar esa herida abierta que causa cada 29 de abril».

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