Cuando se evalúan los daños que genera un accidente de tránsito, no sólo hay que tener en cuenta las cifras de las personas fallecidas, sino también de las heridas. Y cada una de ellas le cuesta dinero al Estado, ya que la mayoría son asistidas por los servicios de salud pública. Una internación de un promedio de diez días en el Heca puede costar entre 45 mil y 60 mil pesos. A eso hay que sumarle la rehabilitación y los servicios de kinesiología que requieran para volver a restablecerse. Los motociclistas son los que protagonizan la mayor cantidad de siniestros y los que más demandan atención.
Desde la Secretaría de Salud municipal, Leonardo Caruana informó que entre un 20 y un 25 por ciento de los internados en terapia intensiva en el Heca son politraumatismos provenientes de accidentes de tránsito.
El funcionario describió paso a paso la cobertura médica ante un accidente en la vía pública: “Tenemos una cobertura del 80 por ciento de siniestros asistidos por el Sies y eso da cuenta de la inversión necesaria en materia de ambulancias y la atención pre hospitalaria que debemos brindar”.
Una vez superado el trauma y la internación, la Dirección de Inclusión otorga los soportes para la rehabilitación necesaria, como así también prótesis y ortesis a cargo del Ministerio de Salud. Más adelante, se puede hablar de becas laborales para aquellos que quedan con algún tipo de discapacidad, y la lista de inversiones sigue.
Sin embargo, los datos más resonantes tienen que ver con la internación en general de casos “promedio”. En el Heca cuesta entre 45 mil y 60 mil pesos por paciente. Este plan detallado por el subsecretario de Salud abarca el gasto prehospitalario, la internación en la guardia, un aproximado de 6 a 8 días de internación en terapia intensiva y un par de días de internación en sala común. Además, Caruana advirtió que entre el 50 y el 60 por ciento de los pacientes internados son politraumatizados por accidentes en moto. Y resumió que el costo diario de la internación en terapia intensiva es de 5 mil pesos.
Con todo, el presupuesto 2013 destinará 917 millones de pesos al área de Salud Pública (un 26 por ciento más que en 2012).
Kinesiología
Desde el Colegio de Kinesiología de la ciudad coinciden en que los pacientes que lideran su lista de ingresos por accidentes en la vía pública son motociclistas.
Daniel Magliaro, director del Ilar, afirmó: “Si el Estado invirtiera más en campañas de concientización y aplicara sanciones más drásticas en las faltas de tránsito, le saldría mucho más barato que todos los tratamientos que debe pagar porque alguien no usó, por ejemplo, un casco en la moto”.
Cada caso tiene su complejidad, por eso no existe un modelo estándar de paciente; de todos modos, desde Ilar brindaron a El Ciudadano un detalle completo sobre los gastos aproximados que se producen en el tratamiento y rehabilitación.
“Un costo habitual de día de internación en Ilar por politraumatismos cuesta 530 pesos diarios, claro que esto no incluye medicación, ni comida, ni ortesis (accesorios como muletas, prótesis y demás). Este valor es para el paciente que proviene de un hospital público, que no tiene obra social, y el Estado se hace cargo de estos costos”, explicó.
Asimismo, el trabajo mínimo que se realiza con los pacientes es de al menos 20 días (de lunes a viernes), por ende un promedio de internación costaría unos 10 mil a 11 mil pesos.
Tipos de lesiones
Magliaro detalló que existen tres tipos de lesiones en un accidente de tránsito. Las más graves son las lesiones en la cabeza. “Estas provocan parálisis que pueden dejar a la persona en estado hemipléjico, o vegetativo, o bien con serias dificultades en su comunicación y razonamiento. “Los daños neurológicos comprometen severamente las actividades ejecutivas, las neurocognitivas, por lo cual una persona puede haber salido del trauma, y tal vez sale de Ilar caminando, pero no puede estudiar, ni tener un trabajo útil, no se puede comunicar o algo por el estilo”, advirtió.
Y agregó: “En realidad, vemos que se están haciendo inversiones del Estado en cuidar la vida, en pagar estos tratamientos, pero no se hace lo suficiente para mejorar esa calidad de vida, porque la persona queda marcada de por vida, y su reinserción social es sumamente complicada”.
La segunda gran lesión que se suele producir en estos accidentes es la que implica a la columna y médula. “Tal vez el paciente no se golpea la cabeza, no tiene hematomas pero sí golpea la columna y se enferma la médula. Ahí ya hablaremos de una paraplejía o cuadriplejia, esta persona puede quedar en silla de ruedas de por vida”, dijo.
En tercer lugar, están las lesiones óseas, como fracturas varias.
Sobre éstas, Daniel Ruiz, presiente del Colegio de Kinesiólogos de la ciudad, advirtió que las fracturas más comunes son las de brazos y piernas y éstas, si el paciente es joven, “pueden tener una recuperación de un mes, sumado a otro mes de rehabilitación”. Claro que cada sesión de kinesiología tiene un costo promedio de 75 pesos y, en el mejor de los casos, con un mes de sesiones, es decir 30, el costo sería de unos 2.250 pesos.
“Ante una fractura común, y en brazos o piernas, la persona debe tener la zona inmovilizada por un mes y puede tener entre uno y tres meses de rehabilitación. No olvidemos que si su problema es en una pierna, esta persona debe necesitar un traslado especial, sea un taxi, remís o ambulancia, lo cual derivará en un gasto mucho mayor al de las sesiones de rehabilitación”, aclaró Ruiz.
Dónde apuntar acciones
“Habría que insistir que cuesta tan poco la prudencia y un casco. El Estado puede ver que toda una familia viaja sobre una motito, y los puede justificar diciendo que es el único medio de locomoción que tienen, cuando en realidad deberíamos ser bastante duros en las sanciones. Porque acá no sólo hay gastos en la cura de un paciente, sino en su calidad de vida. No olvidemos que cada discapacitado también deberá cobrar su pensión nacional. Mientras tanto, hacemos la vista gorda, dejamos pasar a los motociclistas sin casco, y el día de mañana esta persona no puede volver a estudiar, no puede volver a trabajar”, evaluó Ruiz.