Dos hermanos que atendían un minimarket del microcentro redujeron a una dupla de ladrones armados que había ingresado al comercio para robar. Uno de los asaltantes fue reducido por una de las víctimas, y el otro por su hermana, que sacó de los pelos al delincuente del local. Luego, los dos sospechosos fuegos atacados a golpes por vecinos de la zona, y quedaron detenidos. A los frustrados asaltantes –quienes compartieron hasta hace tres meses un calabozo–, se les secuestró un revólver calibre 32, un revólver de juguete y una moto. El hecho ocurrió durante la tarde de ayer.
“Mis hijos realmente son bárbaros. Ayer a la tarde (por anteayer) volvía del dentista enla Ky me bajé en la esquina de San Juan y Paraguay. Levanté la cabeza y pude ver que salían muchos policías de la comisaría 2ª y se dirigían hacia la esquina de Mendoza. En ese momento, dije «¡Mi negocio!», y comencé a correr. Llegué a la esquina y tuve una sensación horrible. Había una multitud afuera de mi comercio y todos miraban hacia adentro”, relató el propietario de un minimarket ubicado en Mendoza al 1500.
El hombre comentó que sólo pudo recuperar el aliento cuando constató que sus seres queridos, entre los que se encontraba su nieto de un año, estaban bien y que sus hijos habían logrado frustrar un asalto con la ayuda de los vecinos.
Según detalló el propietario del negocio, todo ocurrió cerca de las 15.15, cuando sus hijos se encontraban atendiendo e ingresó al local un muchacho con el casco de la moto puesto y les pidió un atado de cigarrillos. “Mi hija, que estaba en la caja, le dio el paquete. El tipo pagó, hizo dos pasos como para salir y se volvió”, relató el hombre. Ese fue el momento en el que, según las víctimas, el cliente extrajo un arma de fuego de entre sus ropas y ordenó a los hermanos que le entregaran la plata de la caja.
En ese contexto, la muchacha comenzó a darle el cambio que tenía en billetes de 10 pesos, cuando el ladrón giró y miró al hermano de la muchacha, quien se había desplazado hacia la otra punta del negocio para reunirse con su madre, su mujer y su hija.
“Quedate quieto porque te quemo”, fue lo que le dijo el ladrón mientras le levantaba la remera en busca de algún tipo de arma, y enseguida le dio la espalda. Ese instante fue aprovechado por el muchacho para reducir al asaltante, al tiempo que su mamá y su hermana salían a la calle para pedir auxilio.
Según el relato del dueño del local, las dos mujeres quedaron sorprendidas cuando advirtieron la presencia de otro ladrón –que hacía de campana en la vereda–, quien al ver que su compañero estaba en peligro corrió hacia el interior del comercio para rescatarlo. “La verdad no sé cómo hizo mi hija, que es flaquita y bien menudita. Se ve que fue por la desesperación para defender al hermano cuando vio que el otro lo apuntaba con el arma en la cabeza, porque entró, agarró de los pelos al ladrón y lo sacó a la vereda, donde los vecinos se encargaron de retenerlo. No sé cómo llegó el que tenía el casco hasta afuera del local, pero la gente estaba indignada, los autos tocaban bocina, un hombre bajó de su bicicleta y también le pegó a los chorros.La Policíallegó rápido, pero las personas le dieron una biaba bárbara”, prosiguió el comerciante, al tiempo que agradeció que nadie hubiera salido herido.
De acuerdo con la investigación, los ladrones, quienes poseen antecedentes delictivos, fueron identificados como Gustavo Andrés G., de 23 años, y Darío Ramón C., de 31.
Según las fuentes, los dos sospechosos compartieron una celda juntos en la comisaría 3ª de Dorrego al 100 hasta hace poco más de tres meses, cuando recuperaron la libertad.
Los detenidos tenían en su poder un revólver calibre 32 con un cartucho, una réplica de arma de fuego de plástico y la moto Yamaha Cripton con la que arribaron al minimarket.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno, con la colaboración del personal de la comisaría 2ª, por razones de jurisdicción.
