Hernán Castellano tomará una licencia para someterse a una intervención quirúrgica. Hace poco más de un mes, al entrenador de arqueros de la primera división del canalla le detectaron un cáncer de próstata. Y el Rifle decidió operarse lo más pronto posible. Lo hará en Santiago de Chile, el miércoles de la semana que viene.
Tras ocultar el tema hasta después del Clásico, Castellano prefirió que se supieran públicamente las razones por las que se tomará la licencia laboral. ¿El motivo? Principalmente, para evitar versiones mal intencionadas y, particularmente, para que sirva a modo de concientización sobre la importancia de los controles pertinentes en la detección del cáncer de próstata.
“Hace aproximadamente un mes me detectaron un cáncer de próstata y la mayoría de los médicos que consulté coincidieron en recomendarme que tenía que someterme a una intervención quirúrgica”, contó el Rifle sobre la situación. Y añadió: “Decidí operarme en Chile, donde vive mi hermana, porque me pareció la mejor opción de las que me plantearon y porque contaré con apoyo familiar extra”.
-¿Cómo estás?
-Estoy bien. Venía haciendo controles habitualmente por-que en mi familia hay antecedentes, mi papá también tuvo cáncer de próstata. Y el médico empezó a desconfiar por unos valores que no daban bien en los estudios, agregó nuevos exámenes, y luego se terminó de confirmar la presencia de la enfermedad, tras una biopsia. Después, uno se va esperanzando con lo que cuenta el médico sobre cómo se puede vivir con normalidad después de que te saquen el cáncer. Hay gente que pasa por cosas peores que estas. Y uno está forjado con el temple de la vida que transita un futbolista. Estoy tranquilo y tengo apoyo de mucha gente. Unos 20 días después de la operación espero estar de regreso en Rosario.
-¿Por qué decidiste dar a conocer el tema de tu enfermedad cuando podrías haber planteado el pedido de licencia “por cuestiones personales”?
-En realidad no tenía problemas de que se sepa lo de mi enfermedad. Si decidí ocultarlo hasta que se jugara el Clásico porque no quería que esta situación le afectara de ninguna manera a Jeremías (Ledesma). Después de ese partido sí hablé con él y le conté. Pero también lo hice público para que no haya mal interpretaciones de la situación. Ante esta clase de problemas, a veces aparecen distintas versiones, “al Rifle le quedan 15 días de vida”, “se peleó con el técnico”, o “tiene diferencias con los dirigentes”. Y también un poco por el tema de la concientización. Nadie se muere por un cáncer de próstata, hay que hacerse los controles para detectarlo a tiempo, y con eso alcanza. Por eso les aconsejo a los ex jugadores que tengan mi edad que hagan los controles del caso porque sería una estupidez tener algo así y no saberlo. Yo lo viví con mi papá y gracias a eso me empecé a hacer controles a los 45 años (NdR. hoy tiene 48). Si no lo hubiera hecho, seguramente que la historia hoy sería diferente.
-¿Cómo lo tomó Ledesma cuando se lo contaste?
-Entre asustado y esa fuerza que tiene, me brindó un gran apoyo y todo su respaldo. Me exigió que me vaya a operar lo antes posible. Él ya vivió una situación similar con su mamá que también tuvo un cáncer. También me habló y me apoyó todo el plantel, el cuerpo técnico y los dirigentes, No tengo palabras de agradecimiento para todos ellos. Lo mismo para los gestos de cariño que me brinda la gente en distintas redes sociales. Sentir todo este apoyo hace muy bien, emociona. Y sirve para mostrar que en este camino uno ha hecho las cosas relativamente bien.
-¿Cuando vuelvas tenés pensado seguir en el cargo de entrenador de arqueros de primera?
-Hoy lo que menos pienso es en ese tema. Hablé con Diego Cocca, me dio todo su apoyo y me dijo que me vaya a operar tranquilo, fueron lindas palabras de él hacia mi persona. Acá no me tengo que apresurar a nada. El médico me dijo que un mes después de la intervención podría estar otra vez en el campo trabajando. Pero no hay apuro.