Entre el concepto de sueño y la idea de justicia en un mundo distópico y violento, nació Hijas de Hipnos, una tragicomedia con tintes de absurdo que aborda la temática de los femicidios y violencia interpersonal. La obra, que surgió en 2015 como una performance y en 2016 formó parte del Encuentro Nacional de Mujeres que tuvo lugar en Rosario, fue seleccionada para participar del 36° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries que tendrá lugar desde el 14 de octubre en Bariloche. A través de sus redes sociales, el elenco integrado por tres mujeres pide colaboración para costear los pasajes y estadía a partir de un aporte a voluntad en el alias hijas.de.hipnos o a través de la app cafecito.
Con autoría de Caro Diez, también intérprete junto a Carla Gordillo, bajo la dirección de Natalia Camuso, la propuesta intenta dar respuestas ante los cuestionamientos que día a día interpelan los vínculos. “En su ficción se entrelazan casos aislados de femicidios reales con ideologías impuestas por los cánones sociales, encarnadas en los discursos de los personajes. Desde la ironía y el sarcasmo, pasando por otros lugares comunes, La Autora y La Zorra desentrañan en sus diálogos las distintas capas del imaginario común, apostando a una búsqueda de replanteo constante de dichos y preconceptos”, explican.
“En principio, la propuesta surge desde la militancia feminista y el formato era más performático. En esa etapa, con la idea de hablar de estos temas, el planteo tenía que ver con llegar a la mayor cantidad de lugares posibles pero sobre todo a los lugares donde el teatro no llega y mucho menos las obras que proponen este tipo de debates. Ya desde ese momento y sobre todo ahora, la respuesta del público es muy importante porque en la mayoría de los casos, nos dicen que no se habían planteado estos temas y que la obra los interpela y abre esa discusión”, dijo Diez, en declaraciones previas a El Ciudadano.
El espectador accede a la intimidad cotidiana de los personajes en el encierro en que viven, “en el límite entre la creación y la fantasía”. La obra pone en juego lugares comunes y no tan comunes de la conformación de la identidad de género aunque en un sentido amplio “dentro de una sociedad en constante transformación, y las continuas consecuencias que subyacen a esos mecanismos”, según plantean, al tiempo que el lenguaje del material combina la jerga popular con tintes poéticos y literarios.
Respecto del proceso de escritura y montaje muy permeado en todos estos años a partir de los acontecimientos de la agenda real, Diez planteó: “El impulso inicial de escritura del texto fue una especie de investigación sobre las distintas formas que tiene el feminismo; la temática de los femicidios ocupa el lugar de La Autora, uno de los personajes, que bien podría haber sido yo. Es imposible, primero, no prestar atención a eso, a lo que estaba ocurriendo en la realidad, dado que estoy hablando de 2015, donde comienza el #NiUnaMenos, y por otro lado cómo hablar de los feminismos y de este momento que vivimos las mujeres sin tocar ese tema. Por lo tanto, si bien la idea inicial no era escribir un texto sobre los femicidios y la violencia de género, fue inevitable que esos temas de la agenda actual estén en la génesis de esta obra y al mismo tiempo se instalen fuertemente en la temática de la obra”.