Por Mariángeles Guerrero / Especial para El Ciudadano
Una mujer perteneciente a la agrupación Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (Hijos) y al movimiento feminista fue atacada, golpeada y abusada en su domicilio. “Esto te pasa por hablar, callate la boca”, le dijeron los agresores, quien dejaron la firma “VLLC” (Viva la libertad carajo) en una de las paredes de la casa, antes de darse a la fuga. Por el momento, se preserva la identidad de la militante para resguardar su integridad. Los hechos se conocieron este jueves y fueron comunicados desde la propia organización a través de las redes sociales.
Tras conocerse la noticia, diversas organizaciones sociales y de derechos humanos manifestaron su repudio. Entre ellas, Madres de Plaza de Mayo, la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). El Ciudadano dialogó con Lucila Puyol, también integrante de Hijos. y abogada en causas de lesa humanidad. “Pedimos que se investigue lo ocurrido por la seguridad de nuestra compañera y de todos los militantes”, manifestó. Al respecto, aseguró: “El mensaje que quisieron dar es ‘no milites, no te comprometas, no pienses en el otro, no quieras mejorar tu país ni que haya más derechos porque te va a pasar esto”.
Sobre lo ocurrido, Puyol relata: “Ella llegó a su casa y cuando abrió la puerta, había dos hombres adentro. Pensó que se trataba de un asalto y les dijo reiteradamente que era una laburante, que se llevaran lo que quisieran. Pero le dijeron con claridad: ‘no venimos a robarte, venimos a matarte. Sabemos que estás en derechos humanos. Esto te pasa por hablar, callate la boca’. Después le pusieron una pistola en la cabeza, otra en la costilla. La tiraron sobre la cama y la abusaron”. El comunicado de Hijos. detalla además que los atacantes explicitaron: “Nos pagan para esto”.
“Esto te pasa por hablar, callate la boca”, es lo que repetían una y otra vez los atacantes. “Después le pusieron una media en la boca, una funda de sábana como capucha y la ataron”, contó Puyol. Cuando se fueron, la mujer pudo liberarse y pedir auxilio. En la pared habían dejado pintado “VLLC”, siglas de “Viva la libertad carajo”, frase que hizo célebre el presidente Javier Milei y que repiten sus seguidores.
Lo único que se llevaron de la vivienda son documentos de la organización, formada en 1995 por hijas e hijos de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar. Entre los papeles que robaron, había conclusiones de los encuentros nacionales que anualmente realizan, datos de las distintas regionales del país y de sus integrantes.
“Desde la Red Nacional de Hijos exigimos el inmediato esclarecimiento del hecho por parte del poder judicial y hacemos responsable al gobierno Nacional”, se lee en la declaración de la organización.
https://twitter.com/hijos_capital/status/1770786893933740314?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Etweet
¿Quién se hace cargo del atentado político a una militante en democracia? Para Puyol no hay dudas de que los autores del ataque son personas cercanas a La Libertad Avanza, y sitúa lo ocurrido en la escalada en la que también ocurrió el hecho de violencia simbólica de las bolsas mortuorias en la Plaza de Mayo, en 2021, y el intento de femicidio político de Cristina Fernández de Kirchner, en 2022.
La entrevistada marca, además, que hay un clima institucional que promueve y favorece que ocurran estos hechos: “No sabemos si esto está organizado desde el gobierno nacional o con su aquiescencia, pero el Estado tiene muchísima responsabilidad en esto porque está fogoneando que estas cosas sucedan.”.
A horas de un nuevo 24 de marzo, Puyol reflexiona: “Siento que los militantes de derechos humanos estamos muy desprotegidos, que hay una arremetida muy fuerte del gobierno nacional y que esa incitación al odio y a la violencia se traduce en hechos como este”.
Por último, agrega: “Esperamos que todo el arco político y social del país repudie estos hechos y que realmente este 24 se recuerde con mucha fuerza que dijimos ‘nunca más’; nunca más a la tortura, a la persecución, a la privación de la libertad. ‘Nunca más’ significa vivir en democracia y aceptar a quien piensa distinto”.
