José Sosa juega en el club cordobés San Carlos de Los Surgentes, que integra la Liga Regional Fútbol del Sur. El domingo último estaba en Guatimozín, a pocos kilómetros del límite con la provincia de Santa Fe. Allí su equipo disputaba un encuentro definitorio con el local, y a los 16 minutos de la pitada inicial la fatalidad alcanzó al joven de 29 años: se desplomó, sin roces con otro futbolista, sin que mediara un golpe. Había sufrido un paro cardíaco. Le siguieron otros dos, y puede contarlo por la rápida asistencia de una paramédica que estaba destinada a cubrir cualquier eventualidad y a un ex jugador e hincha fanático del dueño de casa, el médico Luis Alberto “Pacho” Somoza, quien rápido de reflejos cruzó la alambrada y alcanzó el césped desde la tribuna para dirigir las maniobras de resucitación, a la que se sumaron los Bomberos Voluntarios y una mujer policía.
Somoza comenzó a guiar las maniobras de RCP –resucitación cardiopulmonar–: él se encargó de los masajes cardíacos junto a la paramédica, y una mujer Policía se encargó de la respiración boca a boca. Consiguieron sacarlo del primero y un segundo paro. A los pocos minutos, llegó personal de los Bomberos Voluntarios de Guatimozín, con un desfibrilador. El aparato permitió recuperar a Sosa del tercer episodio. Casi una segunda vida para el joven. Fueron 15 minutos eternos hasta que consiguieron estabilizar al jugador.
San Carlos de Los Surgentes y el Club Atlético Guatimozin jugaban el partido de vuelta de la semifinal en la categoría Primera División. Era la tarde del domingo, con alta temperatura. El incidente cortó de golpe los gritos de aliento de las tribunas a poco de comenzar el primer tiempo.
Ya superado el peligro, Pacho Somoza recomendó que trasladaran al jugador, recuperado de los tres incidentes cardíacos, hasta la localidad de Arias, la más cercana entre las que cuentan con una sala de Terapia Intensiva. Lo acompañó en la ambulancia, y en el trayecto pudo intercambiar algunas palabras con el joven.
Este lunes, Somoza relató a la emisora Radio Fiel Inriville que el jugador, Sosa, volvía de una jugada cuando se desplomó. “Intuí que podía ser algo grave por la forma en que se había desvanecido”, dijo, y agregó que eso lo movió a bajar de la tribuna e ingresar a la cancha, mientras daba aviso a todos sobre la posible gravedad del cuadro. “Cuando llego, veo que el paciente estaba con paro cardiorrespiratorio”, recordó. El médico insistió en agradecer la colaboración de las autoridades del club de sus amores, el personal policial que cubría la seguridad del encuentro, la paramédica, la ambulancia y el móvil de los Bomberos que se hicieron presentes “en poco más de tres minutos”, recalcó, gracias a la activación del Código Rojo para emergencias. También, pidió que mencionen a una colega –Yanina Jaggli– que desde su casa se trasladó enseguida a la cancha.
La solidaridad y la colaboración salvaron la vida del jugador. El partido fue suspendido y la Liga Regional Fútbol del Sur debe decidir el día y hora de su continuidad. El resultado definirá el pase a la final contra Newbery. Pacho Somoza hizo algo más por el club donde debutó como jugador de fútbol. “Por influencia de mi familia, a la hora de elegir entre el fútbol y la medicina, me incliné por la medicina”, había contado en otra entrevista. Los dos oficios volvieron a juntarse este domingo.