Hinchas de Boca intentarán esta tarde seducir con un romántico banderazo a Juan Román Riquelme para que se quede a jugar sus últimos años en Boca Juniors, tras el sorpresivo anuncio en la dolorosa madrugada de San Pablo tras caer ante Corinthians en la final de la Libertadores.
Los hinchas xeneizes buscarán tocar la fibra sentimental de Riquelme, autoproclamado «bostero» y lograr aquello que los dirigentes no pudieron.
El propio vice del departamento de fútbol, José Requejo, admitió que «el banderazo puede ayudar». Por su parte, el vicepresidente tercero del club Juan Carlos Crespi picaba en punta para seducir la continuidad del enganche.
El encuentro de los hinchas será a las 16 frente a la puerta principal del club, en Brandsen 805, y se aguarda a miles de xeneizes portando sus banderas para lograr retener al último ídolo boquense.
En la madrugada paulista del jueves, luego de horas de rumores que iban en ese sentido, Riquelme dijo que había jugado su último partido, y que no podía seguir en el club del que es hinchas. «Estoy vacío», «no puedo jugar al cincuenta por ciento», fueron los únicos argumentos. Riquelme se encerró en sus afectos y mientras los hinchas buscan que el jugador revierta su decisión, y dirigentes aseguran ir en el mismo camino, en Tigre y Argentinos Juniors abrieron los brazos en el caso de que quiera seguir jugando.
Argentinos es la cuna donde mamó el fútbol que alimentó su gran carrera como jugador. Tigre es el club de los pagos de su familia. Flamengo de Río de Janeiro y versiones sobre ofrecimientos de Emiratos Árabes Unidos, Qatar y hasta Rosario Central son las otras variantes que se dan a un eventual retiro. Pero ante cualquiera de estas posibilidades para los hinchas es fundamental hacer el último esfuerzo para que Román siga jugando y hacer jugar al fútbol a Boca.