Es un ícono de barrio Echesortu. Supo ser orgullo rosarino en materia de bailantas y organización de grandes espectáculos durante varias décadas. El Club Sportivo Servando Bayo está anclado en San Luis 4471. Fue fundado el 8 de mayo de 1929 y atravesó por varios frentes de tormenta con el paso del tiempo. Sin embargo, desde hace unos años logró hacer pie nuevamente. Comenzó a expandirse internamente de manera sólida fruto de la tenacidad de un grupo de socios que se criaron en la institución y ahora lo dirigen con pasión y lealtad manteniendo la cálida esencia barrial como cimientos.
Los 300 socios disfrutan de la múltiples propuestas deportivas. Los más grandes tienen su espacio bien delineado: un amplio salón alberga tres imponentes mesas de casín. También hay otros juegos de mesa al servicio de la comunidad. Otro dato que lo distingue es que alumnos de distintas escuelas de la zona realizan actividades en el Centro de Educación Física Nº 6 “Pedro Candioti”, que funciona dentro el club desde hace cinco décadas.
La entidad está presidida por Ángel Cano acompañado de Ariel Bouhier como secretario. “La recuperación arrancó a fines de 2014 cuando falleció don Panuncio, quien era una de las dos personas que sostenía este espacio, y uno de los que evitó que alguna constructora o inmobiliaria se quedara con esto como sucedió con otros clubes”, arrancó expresando Bouhier.
El secretario afirmó que se sumó a esta nueva propuesta por un llamado especial: “Me contactó el entonces presidente Ernesto Sturla. No podía decir que no. Soy de este lugar. Nací acá a la vuelta. Mi lugar es Servando Bayo 1080”. Y agregó con emoción: “Este salón lleva el nombre de mi abuelo, don Oscar, que fue presidente durante un largo tiempo”.
Muy popular durante décadas
Servando Bayo se caracterizó por ser uno de los grandes clubes del interior. En los años 60, 70 y 80 ofreció grandes noches de diversión para la ciudadanía con bailantas y espectáculos.
“Por este espacio pasaron grandísimos e importantes artistas de la talla de Sandro, Susana Giménez, Horacio Guaraní, María Marta Serra Lima, Los Palmeras, Diango, Palito Ortega, Manuela Bravo, Velasco Ferrero y las secretarias, Tormenta, Chasman y Chirolita, y podría enumerar a muchísimos más”, narró Ariel con énfasis. “El Tano Gerano venía en todos los carnavales”, apuntó.
“Cuando tuvimos que demoler el escenario porque la estructura estaba débil y era un peligro, además de que formaba parte de las reformas, muchos vecinos lloraban. Hasta algunos nos vinieron a pedir que no lo sacáramos”, soslayó Bouhier.
Y acotó: “Servando Bayo supo ser el segundo club a nivel nacional (detrás de Comunicaciones de Buenos Aires) en cantidad de gente que movía en grandes eventos. Era todo un referente”, dijo Ariel.
Nuevos desafíos
“Ahora apuntamos a terminar el gimnasio. Tenemos muchas cosas en mente. Queremos que esto siga creciendo y manteniendo la esencia barrial”, destacó el secretario.
El directivo, que además supo jugar casín y básquet en el club, también afirmó que “Sportivo América renovó el piso y donó a Serbando el que tenía y se va a colocar en breve. En tanto, las jirafas las regaló Unión y Sionista. Mientras que los tableros fueron donados por Náutico Sportivo Avellaneda”.
“Recuerdo que un día nos juntamos con varios muchachos, hicimos una comida y nos dijimos que había que reflotar el club como sea. Sobre todo en honor a don Panuncio. Y así fue arrancamos, poco a poco. Todos nos identificamos con estos colores”, recordó espontáneamente.
Mientras que Lisandro Provensal, quien es tesorero, contó sobre ese reinicio: “Hubo que hacer un listado de socios porque no había registros. Todos nos asociamos para poder proponer luego alguna actividad deportiva”.
“En épocas normales pasan entre 800 y 1.000 chicos por semana. Ojalá recuperemos ese caudal de socios pronto”, aseveró Ariel y detalló: “La primera obra que se ejecutó fue un playón deportivo al aire libre. Gracias a eso arrancamos con el básquet. Teníamos el mini y la reserva B, que estaba compuesta por chicos que habían quedado libre de Libertad. Vinieron, se pusieron la camiseta y defendieron estos colores, y salieron campeones el primer año. Todo un orgullo porque además jugaban siempre de visitante porque no teníamos la cancha”.
“Luego se fueron sumando otras disciplinas. En ese sentido, quiero destacar el compromiso de todos los grupos de profesores, quienes en todo momento tratan de aportar sus conocimientos en pos de que este club siga creciendo y beneficiando a los chicos”, plasmó.
En la actualidad el club ofrece básquet, zumba, malambo, gimnasia artística, tela, patín, tenis de mesa y gimnasio, entre otros deportes. También hay casín. Mientras que además la institución ofrece el servicio de alquiler del salón de fiestas, con capacidad para 200 invitados, que en la actualidad está inactivo por la pandemia.
Desde la dirigencia relataron: “Luego de tramitar la Personería Jurídica, que la obtuvimos en 2018 gracias a la Dirección de Clubes de la Municipalidad, empezamos a tramitar un subsidio del Plan Abre. Y el 7 de enero de 2019 recibimos 1.195.000 pesos. También sumamos otros aportes provinciales, además de haber llevado a cabo varios eventos. En este sentido, la gente se contagia y colabora con su club, el club de barrio”.
Socios y ayuda a los más necesitados
Actualmente la institución cuenta con 250 socios. “También hay otros chicos a quienes se los recibe. Sabemos y comprendemos que la situación está difícil y por eso becamos a un grupo de pibes que no pueden pagar una cuota”, dijo Ariel con convicción.
“Fuimos, somos y seguiremos siendo un club bien de barrio. Me duele mucho cuando un pibe no puede estar en un club”, expresó el secretario.
Mientras que luego dejó sentado algunos puntos a concretar. “Siempre soñamos con tener un gimnasio como el que estamos haciendo. Para muchos es algo simple, para nosotros, no. Quienes venimos desde chicos anhelábamos con tener un tinglado. Porque cuando llovía no podíamos hacer nada. Hoy por suerte lo hacemos. Y también agregamos actividades durante todo el año”, dijo a su turno el tesorero Lisandro. “Nos falta, sabemos. Pero seguimos trabajando para ofrecer lo más que podamos”, deslizó.
Proyecto a corto plazo
El club tiene diseñado plasmar en un breve período el cerramiento del ala este del gimnasio. A eso sumarle la extensión del techo en el área norte, donde incluso ya cuentan con los materiales. Mientras que el objetivo inmediato es poner el piso de madera en la cancha de básquet.
El básquet milita en la Asociación Rosarina. Por el momento lo representa la división reserva A, que a su vez no puede hacer de local en las instalaciones porque falta el reloj de 24 segundos. “Una vez que tengamos el tablero podremos recibir a todos los equipos”, clamó Ariel.
Disciplinas en auge
El grupo Adonia de patín artístico está dirigido por Silvina Bordignón. Las chicas compiten a nivel internacional y entrenan en el patinódromo municipal, aunque la preparación física la realizan en el club.
Otra disciplina que traspasa los límites de la ciudad es la gimnasia artística. En realidad hay dos líneas: la recreativa y la artística.
El tenis de mesa también tiene su lugar, puertas hacia adentro funciona una especie de subsede de la Asociación Santafesina. Sin dudas, en Servando Bayo hay una nutrida variedad deportiva, donde además se respira un clima bien barrial de la mano de un grupo de directivos que nacieron y se criaron en el popular club de Echesortu.