No es sencillo formar una generación de jugadores que marque una era en inferiores. No es fácil generar un grupo talentoso y con personalidad que se mantenga unido y coseche éxitos durante varias temporadas a nivel local, además de ganarse el respeto a nivel nacional.
Mucho más complicado es que esos jugadores sean formados desde muy chiquitos en el club, que no provengan de otras instituciones ni lleguen como refuerzos. Que se nutran de los profes a lo largo del tiempo (París, Benevento, Basadonna, Morello, Vitelli), que sean de parte de esos pibitos que toman parte de la vida diaria hinchando desde chiquitos en cada rincón del club que hoy los aplaude.
Y por último, que se den el gusto de llegar a la máxima categoría, que sepan ganarse los minutos entre los grandes y conseguir objetivos, como el ascenso a la elite o afianzarse en la máxima categoría.
Todo eso encontró Regatas en los chicos que se consagraron campeones de la Copa de Oro de la Rosarina en 2023 en U19 y U17, algunos que terminan su etapa de menores, otros que todavía siguen en carrera buscando éxitos para el club y algunos que, aunque sea doloroso, decidirán que es tiempo de salir de casa para buscar nuevos objetivos en el deporte, ya más ligado al terreno de lo profesional.
En este caso los U19 contaron con Facundo Rubiolo, Mateo Bartolacci, Marcos Boldt, Manuel Bazán Giménez, Franco Galleano, Ignacio Vignolo, Julián Villalba, Lautaro Sironi, Juan Ignacio Correa, Lucio Petroni, Felipe Morello, Matías Martínez, Bruno D’Amato y Gerónimo Colman, con la dirección técnica de Lucho Benevento, la asistencia de Manuel Morello y la preparación física de Manuel Morello.
En cuartos de final doblegaron a Fisherton, mientras que en semifinales derrotaron a Atalaya y en la final se impusieron a Temperley para festejar en la ribera.
Con la misma guía, los U17 contaron con Manuel Becerra, Marcos Boldt, Mateo Giovannetti, Manú Cerrudo, Matías Martínez, Pablo Quimey Raffo, Felipe Morello, Facundo Reyt, Octavio Lopez Rucci, Teo Sosa, Dante Welsch y Facundo Donadío para ganar otro torneo muy parejo en la final ante El Tala. En semifinales derrotaron a Sportsmen y en cuartos de final se llevaron el clásico frente a Náutico.
Dicen por los pasillos que aquellos que los quieren y admiran los llaman la “Generación Dorada” del Rega, y la verdad es que de alguna manera se lo ganaron con esfuerzo y talento, porque más allá de que a veces las expectativas pueden hacer daño, también es bueno cuando el afecto es genuino y el orgullo merecido.
