Hace un tiempo, un historiador de Rosario mencionó el hecho al pasar. Buscando, sobre todo en redes sociales, algo apareció. ¿De qué se trata? De la historia de un elefante enterrado cerca de las vías del Cruce Alberdi, donde hoy se asienta una verdulería, sobre la avenida homónima. La curiosidad se aferra a unos pocos datos fehacientes. La consulta a varios profesionales no devuelve respuestas contundentes acerca de la historia. La conocen, al pasar, pero queda por el momento dentro del universo de las leyendas urbanas locales.
Hace tres años, en una publicación del grupo de Facebook Rosario Paranormal, un seguidor posteó acerca del supuesto elefante enterrado en el Cruce Alberdi y aportó algunos datos. “En la década del 60 se estableció en la ciudad el circo de los hermanos Rivero. Además de magos, payasos y trapecistas, una de sus mayores atracciones era su espectacular elefante. Lamentablemente, las inclemencias del tiempo afectaron al animal y contrajo una grave afección que terminó con su vida… Detrás de aquellos vagones lo enterramos a Thor. Nunca en mi vida hice tanta fuerza. Siempre sentí tristeza y respeto por estos animales tan grandes que acostumbran alejarse para morir en soledad, pero en este caso había cruzado un océano para hacerlo. La muerte lo sorprendió después de una función. Todos lloramos en su entierro, payasos, magos, domadores, bailarinas y trapecistas. Era el único ejemplar que existía por estos lados. Pasaron muchos años… su tumba quedó tapada de yuyos…”. Eso es lo que escribió un usuario que se presentó como ex empleado del circo mencionado.
Alicia Antognini admitió a El Ciudadano que guarda la historia en su memoria, o una parecida. “Yo era chica, tenía unos 11 ó 12 años. Era el circo de los hermanos Rivero, que venía muy seguido a Rosario siempre se instalaban en el mismo lugar, donde estaban las tres vías por avenida Alberdi, las de Salta, una en medio y la otra donde ahora está el parque Scalabrini Ortiz. Entre las dos últimas estaba siempre el circo”, concedió. “Por comentarios, se dice que (el elefante) había muerto y que lo habían enterrado donde estaba justamente el circo”.
Una vuelta de tuerca: ¿Thor o Beba?
Jorgito Moraes trae el relato que le hacía su abuelo, ya fallecido. “Él me contaba que habían puesto un circo en la zona y que el elefante se enfermó y después de unos días de fiebre murió. Lo enterraron, por lo que él me decía, detrás de lo que hoy es una verdulería”. También aclaró que: “Según decía era hembra, se llamaba Beba y la atracción principal del circo pero son datos incomparables”.
La carpa de Alejandro, doña Etelvina y sus hijos
Alejandro Rivero y su esposa, doña Etelvina Suarez, fundaron en 1897 unprimer circo que bautizaron Unión. Con este nombre actuó unos años. Al crecer sus hijos, y convertirse también en artistas comenzó, a llamarse ” Circo Hermanos Rivero”.
Los muchos años en los que dieron funciones les permitieron cosechar afectos. Las crónicas que alaban esa trayectoria mencionan millones de asistentes en sus giras por el continente. Lo destacan como uno de los mejores Circos de Sudamérica y ponene de relieve los fuertes aplausos que coronaban sus presentaciones.
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