Un singular clima de tragedia que se teje desde la comedia marca los últimos años de trabajo de la dramaturga, directora y docente local Romina Mazzadi Arro, creadora del grupo Hijos de Roche, que en 2019 regresó a su absurdo fundante, en el marco de los festejos por los veinte años de recorrido de ese colectivo teatral, con el estreno en Espacio Bravo, su lugar de trabajo y formación, de la aún vigente y muy aplaudida Esta máquina no era Dios, un ejercicio poético sobre el desgano, la burocracia y el desastre de un país que intentaba salir del macrismo sin siquiera imaginar que a la vuelta de la esquina lo esperaba una pandemia espantosa que apagó al mundo.
Ahora, al frente de un elenco concertado, Mazzadi Arro estrenará este fin de semana Histórica, otro material donde lo político es estructurante, incluso, desde el sugerente subtítulo que indica que se trata de “un viaje por la grieta”, que claramente no empezó ahora y de la cual, a través de Histórica, busca algunas hipótesis de origen.
“En un resuello desaforado por la grieta nacional, tres hermanas sobreviven a 200 años de historia. Lo que empezó ayer sigue mañana. La patria busca salir del malentendido colosal”, escribe Mazzadi Arro a modo de presentación de este nuevo material, no exento de su sensible y provocadora poética, que cuenta con las actuaciones de Cecilia Mastria, Dana Maiorano y Sofía González, con dramaturgia y dirección de Romina Mazzadi Arro, escenografía y vestuario de Martin Fumiato y Yerutí Marturet y fotografía de Juana Delmontón, que se podrá ver los sábados en Espacio Bravo.
La disputa entre unitarios y federales que tiene su origen en los comienzos de todo, pero sobre todo en una disputa económica, una matriz constitutiva de un país rico pero para pocos, y un tiempo de enfrentamientos entre Rosas y Urquiza de cara a la profusa lectura de materiales históricos durante el tiempo de pandemia, llevaron luego a la directora a la escritura del texto que dio vida a este nuevo material escénico que tiene un disparador: el asesinato del 13 de diciembre de 1828 del coronel Manuel Dorrego, gobernador de la provincia de Buenos Aires, fusilado por el general unitario Lavalle, sin juicio ni proceso alguno, entendiendo a esa muerte como “el sacrificio mayor que puedo hacer en su obsequio”, según escribió después.
Actuar la historia
“Convoqué a estas actrices hace poco más de un año, después de pasarme la pandemia completa estudiando sucesos históricos. Fue un tiempo donde eso se volvió casi una obsesión: documentales, películas, relatos, notas; fue un recorrido por la historia buscando entender algunas cosas”, contó Mazzadi Arro a El Ciudadano.
“Todo ese trabajo de lectura, de alguna forma, y cada día más, sirvió para refrendar la hipótesis largamente charlada: la grieta no empezó acá. De un lado están los conservadores, siempre al mando aunque no estuvieran en el poder, resistiéndose con uñas y dientes a la igualdad de oportunidades, y por otro lado están los sectores más oprimidos, ninguneados, utilizados por ese sector de poder real, donde quedaron siempre a un costado los inmigrantes, anarquistas, socialistas, radicales, peronistas, federales, gauchos, indios; así pasaron dos siglos y acá estamos”, detalló la directora y dramaturga.
Respecto del proceso de trabajo, Mazzadi Arro contó: “En principio, convoqué a dos de las actrices, Cecilia Mastria y Dana Maiorano, a las que ya conocía de trabajos realizados en mis espacios de producción, y también a Sofía González, con quien tenemos una relación hace ya más de dos décadas, y trabajó en Hijos de Roche. Como había pasado antes con Esta máquina no era dios, el texto también salió rápido, y ya con ese texto en la mano se empezó a ensayar, a buscar eso otro que aparece en escena”.
La creadora también habló de la grieta, que existió siempre pero que se visibilizó en tiempos del kirchnerismo cuando ese espacio político se enfrentó al poder real, que es el económico, y que derivó, con la ayuda de los medios hegemónicos, en la llegada de la derecha, entre 2015 y 2019, a manos del macrismo. “Si hay una hipótesis en esta obra es ésa, que la grieta es histórica. Y ver esa fractura bicentenaria es una buena manera de entender este presente tan fuera de control. El hecho de poder identificarlo es algo urgente, porque implica entender lo que está pasando ahora”, planteó la directora.
Y respecto de las cuestiones estéticas por las que transita el material, destacó: “El relato y la estética son pura fractura, puro absurdo. La obra avanza por la historia sin la menor cronología; es teatro. Se avanza por la historia como se avanza por un día: recordando, planificando y olvidando; es avanzar en una especie de línea recta pero sin orden. En ese recorrido siempre está el humor, y siempre, también, alguna lágrima. Y sobre todo, se avanza con mucha certeza: llevamos más de 200 años peleando contra los mismos demonios”.
En relación con la búsqueda de ese sentido, en medio de ese sínodo trágico y eterno, Mazzadi Arro planteó finalmente uno de los objetivos del material citando a Marx: “El asesinato de Dorrego a manos de un Lavalle manipulado fue el suceso que abrió el grifo, fue la línea de estudio que derivó en este proceso de trabajo. A partir de allí y hasta el presente, el material nos enfrenta al horror de ver que una y otra vez «la historia avanza chorreando sangre y lodo»”.
Para agendar
Histórica, bajo la dirección de Romina Mazzadi Arro, se conocerá este sábado (seguirá en cartel los restantes del mes), a partir de las 21, en Espacio Bravo Teatro (Catamarca 3624). Las entradas se reservan a través del 341-2139964