El presidente francés François Hollande pidió este lunes el fin del embargo estadounidense sobre Cuba, durante una histórica visita a la isla comunista, la primera de un jefe de Estado occidental tras el deshielo entre Washington y La Habana en diciembre.
«Vengo en un contexto particularmente importante pero todavía incierto», dijo Hollande, el primer presidente francés que visita Cuba desde su independencia en 1898, en un discurso en la Universidad de La Habana.
Francia hará lo posible para contribuir a que «la apertura pueda ser confirmada, que las medidas que tanto han perjudicado el desarrollo de Cuba puedan ser finalmente anuladas, suprimidas», agregó aludiendo al embargo estadounidense que pesa sobre la economía cubana desde 1962.
«Ustedes saben que siempre ha sido la posición de Francia el levantamiento del embargo que traba el desarrollo de Cuba», expresó el presidente francés. Todos los años desde 1991 Francia ha votado a favor de la resolución que exige el levantamiento del embargo en la Asamblea General de la ONU.
Antes del discurso en la Universidad, Hollande impuso la Legión de Honor al cardenal Jaime Ortega, quien se ha convertido en un interlocutor político del gobierno comunista cubano, lo que ha permitido la liberación de presos políticos.
En una ceremonia efectuada en la residencia del embajador francés en La Habana, Jean-Marie Bruno, Hollande saludó «lo que el cardenal ha hecho por y con su país».
«Usted ha consagrado su vida como hombre de Iglesia. Usted ha hecho también una suerte de apaciguar, de encontrar soluciones a veces. Esto no es necesariamente fácil. Usted continúa favoreciendo la apertura de Cuba, además habrá la visita del papa Francisco a Cuba» en septiembre próximo, señaló el presidente francés.
Hollande cumple esta visita mientras Cuba está normalizando sus lazos con la Unión Europea y Estados Unidos, y está inmersa en un proceso de «actualización» de su alicaída economía, heredada de la época soviética.
El presidente francés tiene previsto reunirse este lunes con su homólogo cubano, Raúl Castro, quien sucedió a su hermano Fidel en 2006. El Elíseo también anunció la «disponibilidad» de Hollande para un posible encuentro con el padre de la revolución, que por ahora no ha sido confirmado.
Hollande se adelantó a los demás jefes de Estado occidentales con esta visita oficial de un día y antes de su llegada afirmó que «este viaje es de algún modo histórico», a pesar de que «Raúl y Fidel Castro se han reunido con presidentes franceses».
Derechos humanos y mercado latinoamericano
En abril de 2014 Francia renovó su diálogo con Cuba con una visita a la isla del canciller francés, Laurent Fabius. Desde entonces Francia está en primera línea del acercamiento entre la UE y La Habana, que ambas partes quieren concretar antes de que acabe el año.
Hollande afirmó que la cuestión de los derechos humanos, por la que el régimen cubano es a menudo criticado, será «necesariamente» tratada durante su visita a Cuba, que forma parte de una gira de cinco días por el Caribe, una de las más largas desde que llegó al poder en 2012.
«Hablaré de derechos humanos ya que cada vez que hay presos políticos, cada vez que hay infracciones a la libertad, Francia no cierra la boca», afirmó el presidente el domingo.
Décimo socio económico de la isla, Francia quiere ampliar su presencia en el mercado cubano y no dejar pasar el tren de la apertura económica. Numerosos empresarios franceses acompañan a Hollande en una delegación que incluye a siete ministros y viceministros.
Varios acuerdos deben ser firmados este lunes, pero «no es tanto la cantidad lo que va a contar, sino el acceso a los mercados latinoamericanos», confesó el mandatario francés.
Desde el anuncio del deshielo entre Estados Unidos y Cuba, el 17 de diciembre, el presidente Barack Obama ha pedido al Congreso, controlado por la oposición republicana, que trabaje por el levantamiento del embargo, porque es el único facultado para hacerlo.
Sin embargo los líderes de la mayoría en ambas cámaras son por ahora hostiles a ello. A la espera de una decisión del Congreso, Obama ha tomado una serie de medidas para flexibilizar el embargo, dentro de los límites de sus prerrogativas presidenciales, consideradas insuficientes por Cuba.