Este martes se conmemora el centenario del nacimiento de la reconocida y recordada escritora rosarina Beatriz Guido. Por tal motivo, el Concejo Municipal local aprobó un proyecto de homenaje presentado por Carlos Cardozo, junto con la Presidenta del cuerpo, María Eugenia Schmuck, y la concejal Nadia Amalevi.
Para este homenaje habrá dos actos centrales: La colocación de una placa conmemorativa en Pasaje Juramento y un panel literario sobre la obra de “#BeatrizGuido” a desarrollase en la Biblioteca Argentina. Ambas actividades contarán con la presencia de la sobrina y albacea de la obra de Beatriz, la Licenciada Adriana Martínez Vivot y el impulsor de este homenaje, el destacado director de cine Oscar Barney Finn.
Cabe recordar que Guido nació un 13 de diciembre, hija de Ángel Guido, el arquitecto autor del Monumento a la Bandera, y de la actriz uruguaya Berta Eirin. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y, entre 1948 y 1950, vivió en Europa; durante su estancia en París fue alumna del filósofo Gabriel Marcel.
Ya de regreso en Argentina, inició su carrera literaria; se la considera parte de la Generación del 55. Fue autora de novelas, cuentos, ensayos y guiones cinematográficos.
En 1954 se editó su primera novela, La casa del ángel, seguida por La caída (1956), Fin de fiesta (1958), El incendio y las vísperas (1964), Escándalos y soledades (1970), La invitación (1979), Soledad y el incendiario (1982) y Rojo sobre rojo (1987). La Fundación Konex le entregaría en 1984 el Diploma al mérito en Novela y en 1982 recibió el Premio Nacional de Literatura por su obra Apasionados.
En 1951 conoció al cineasta Leopoldo Torre Nilsson en casa del escritor Ernesto Sabato y comenzaron una larga relación hasta la muerte de Torre Nilsson en 1978. Guido escribió la mayoría de los guiones cinematográficos rodados por el director, quien a la vez llevó a la pantalla varias de sus obras.
A partir de 1978, tras la muerte de Torre Nilsson, Guido continuó guionando sus historias para los directores Fernando Ayala, Nicolás Sarquis, Javier Torre y Manuel Antín. Además, fue encargada de seleccionar a los actores y de difundir los films por diversos festivales europeos. Murió el 4 de marzo de 1988 en Madrid, España, donde había sido agregada cultural de la Embajada Argentina durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
El listado completo de sus obras comprende, además de las ya mencionadas, Regreso a los hilos (1947), Estar en el mundo (1950), Los insomnes (1984), Piedra libre (1976), Paula cautiva (1963), Homenaje a la hora de la siesta (1962), La mano en la trampa (1961), Piel de verano (1961) y El secuestrador (1958).
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