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Homenajearon al sindicalista Aldo Strada en el marco de los 45 años del Villazo

El referente de la lucha por los derechos de los trabajadores metalúrgicos falleció en 2017, a los 61 años. En un acto en el que se reivindicó su militancia, sus compañeros de lucha y su hija, la economista Julia Strada, colocaron una placa con su nombre en el Monumento al Villazo

El dirigente sindical metalúrgico Aldo Strada, fallecido hace dos años, fue homenajeado este sábado en Villa Constitución en el marco de la conmemoración de los 45 años del Villazo. Sus familiares, allegados y compañeros de militancia colocaron una placa conmemorativa en el cementerio de esa ciudad. Su hija, la doctora en Economía y periodista Julia Strada, habló con El Ciudadano y repasó el recorrido gremial de su padre.

Sus compañeros de lucha lo definen como un militante de base enamorado de la fábrica. Aldo Strada, que falleció en enero de 2017 a los 61 años, fue un histórico dirigente sindical metalúrgico.

“El 16 de marzo de 1974 se produjo una revuelta muy grande en Villa Constitución que fue, para la historiografía reciente, el foco de conflicto más grande previo a la dictadura después de lo que fueron el Rosariazo y el Cordobazo”, contextualizó Julia, que es columnista en el canal <C5N> y en la radio <Futurock>.

Ese año, los trabajadores industriales de las empresas Acindar, Marathón y Metcon sostuvieron una lucha con la que –junto con otros obreros y apoyados por campesinos y comerciantes– lograron elegir y poder ser elegidos libremente para la conducción de la seccional de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y el cuerpo de delegados en Villa Constitución. El triunfo gremial, social y político fue celebrado ese 16 de marzo, cuando cerca de 12 mil trabajadores se reunieron en la plaza San Martín.

“El Villazo tuvo un componente sindical muy grande porque estuvo asociado a la rebelión de las seccionales más combativas respecto de la UOM nacional, que siempre tuvo una mirada más burocrática, un rol más centralista”, explicó Julia.

Un año más tarde, el 20 de marzo de 1975, se produjo en Villa Constitución una represión de gran magnitud por parte del gobierno de María Isabel Martínez de Perón. “Hubo varios detenidos, desaparecidos y asesinados por la Triple A en un hecho que anticipaba a lo que vendría con la dictadura cívico-militar”, sostuvo.

“Después de eso, Villa Constitución siguió siendo un polo de conflicto y de referencia para el sindicalismo a lo largo de la dictadura y de la década del 90”, remarcó la economista. Aldo Strada formó parte de ese proceso: “Tuvo un vínculo muy estrecho con esa etapa de lucha y por eso los sindicalistas históricos de Villa Constitución propusieron un homenaje”. Por ese motivo, este sábado a las 16 se colocó una placa con su nombre en el Monumento al Villazo, una instalación artística inaugurada el 24 de marzo de 2015 en el cementerio de Villa Constitución.

En el acto estuvieron presentes Victorio Paulón, histórico dirigente sindical de Villa Constitución; Cristian Horton, hijo de uno de los compañeros asesinados en la represión de 1975 y presidente de una de las cooperativas industriales más grandes de esa localidad; José Animendi, militante del Peronismo de Base de Rosario; y Julia, la hija de Aldo.

 

Aldo, Villa y la UOM

Aldo Strada nació en San Justo, en el centro de Santa Fe, y llegó a Rosario en 1973 para estudiar Ciencias Agrarias. Pero en ese momento desde el Peronismo de Base, adonde militaba, el llamamiento era el de la proletarización como base de la acción política, y entonces empezó a trabajar en una fábrica. En Rosario pasó por la textil Estexa y por la fábrica de motocompresores herméticos para la refrigeración Fader. Y, a fines de los ’70, desembarcó en Acindar, en Villa Constitución.

“Mi viejo siempre decía «yo no puedo creer que no me hayan investigado un poco más»”, recuerda Julia. “En esa época estaban muy marcados los que iban haciendo militancia dentro de las fábricas y por eso era muy difícil entrar en las empresas grandes”, agregó.

Pero el momento histórico le jugó a favor. En 1977 el entonces ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz otorgó un crédito a Acindar para construir la acería para competir con la ex Somisa (Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina), que era estatal. “Eso iba en contra de todos los planes de desarrollo industrial estatal, porque le quitaba el monopolio”, detalló.

Con el crédito otorgado, Acindar tuvo que contratar, entre 1978 y 1979, a unos 800 trabajadores nuevos para la construcción del horno. “Ahí entra mi viejo junto con otros militantes”, contó Julia.

Acindar había logrado depurar de dirigentes combativos su planta y, con los ingresos, comenzó a recuperarse el trabajo político en las fábricas. Para esa época, en la que ya se hablaba de desaparecidos, en el mejor de los casos los dirigentes gremiales históricos estaban presos o exiliados.

Hacia fines de la dictadura, en 1982, Strada y otros dirigentes organizaron un paro en el sector acería de Acindar que fue el preludio del retorno de los viejos dirigentes gremiales al sindicato, que se dio tras la expulsión de los que lo habían intervenido durante la dictadura.

Julia recuerda otro hito de la militancia de su papá a inicios de la década de 1990, cuando Acindar se declaró en crisis y echó a muchísimos trabajadores. “Se generó un esquema de solidaridad en el que los trabajadores que seguían dentro de la planta hacían paro en reclamo de los que habían echado, algo que era muy difícil en un contexto como el de los ‘90”, rememoró Julia, que conoce este proceso a través del relato familiar y de la investigación que ella misma llevó adelante sobre este proceso para su tesis doctoral.

 

Trayectoria política

En 1989, Strada fue candidato a vicegobernador de la provincia, acompañando a Lisandro Viale en la fórmula del Frente Amplio de Liberación (Fralpi). En 2003 llegó a la Legislatura provincial como diputado del ARI, bloque del que se separó a poco de asumir ya que no veía representados en él los intereses de los obreros. Así, desde el monobloque que constituyó hasta 2007, formó parte de la comisión de seguimiento de los conflictos del cordón industrial, defendiendo los derechos de los trabajadores.

Concluido su mandato y desde las filas de la UOM Villa Constitución, en 2012 encaró un ambicioso proyecto: construir un centro de capacitación en el que los trabajadores metalúrgicos pudieran formarse para poder disputar a la empresa puestos más calificados.

“Quería que el sindicato tuviera su propio polo de capacitación, porque la industria siderúrgica está cambiando a nivel global, y es necesario que los trabajadores adquieran nuevas habilidades para poder controlar la planta”, detalló su hija. Aldo fue el presidente del Centro de Formación y Capacitación “Dignidad para los Trabajadores”, que se levantó al lado de la sede de la Mutual Metalúrgica. Este sábado, durante el homenaje, propusieron que ese espacio lleve el nombre de Aldo Strada.

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