“Presiento que es mi hija. La noche antes de que me avisaran que la encontraron, la soñé. Ella me decía que no la busque más y que cuide a su hijo. Me levanté a los gritos y mis hijos me dijeron que no piense eso. Pero yo lo sabía”, aseguró Norma, la madre de Rocío Daiana Gómez, de 17 años, quien desapareció junto con su hijo de 14 meses a finales de febrero pasado y se investiga si los restos óseos desmembrados que encontraron el sábado pasado en un predio semiabandonado de barrio La Florida pertenecen a ella. La mujer se presentó ayer en Tribunales para ampliar su declaración y, entre otras cosas, dar algunos detalles sobre la fisonomía de su hija, con el fin de ver si se puede acelerar el reconocimiento de los restos. Por el caso hay dos prófugos, entre ellos el ex novio de la chica. En tanto, los vecinos de la zona donde el sospechoso tenía una granja lograron anteanoche, luego de cuatro días de intensos ataques, incendiar y destruir los dos comercios que tenía en Valle Hermoso 1270.
Norma, madre de Rocío, fue ayer a Tribunales para intentar acelerar, de alguna manera, el reconocimiento de los restos, aunque dice estar convencida de que pertenecen a su hija. En diálogo con El Ciudadano, la mujer repitió parte de los dichos en sede judicial. Entre otras cosas, mencionó que Rocío tuvo una quebradura de rodilla “cuando era más chica”, por lo que le pusieron un clavo y que tenía emplomada una muela.
La última vez que la vio fue en medio de la situación atroz que denunció casi tres meses después: ellas dos fueron sometidas a prácticas aberrantes por parte de la pareja de su hija, y que en esa misma jornada su esposo recibió una golpiza feroz. “(Rocío) estaba rapada. Pienso que ese día la balearon y la mataron”, describió la señora, quien tuvo que mudarse varios meses a Buenos Aires porque sintió que Juan José L., de 34 años, quien fuera pareja de su hija y a su vez dueño de la granja en la que ella trabajaba –hoy prófugo–, rondaba cerca de su casa de Capitán Bermúdez.
“En el llamado anónimo ala Brigadade Investigaciones de San Lorenzo dijeron que estaba el cuerpo de Rocío Gómez. Con nombre y apellido”, enfatizó la madre, quien además agregó que el prófugo “tenía alquilado de palabra, a una empleada policial” el predio de Martín Fierro 647, lugar donde encontraron los restos y algunos papeles donde se menciona a Juan José L.
Casa quemada
En tanto, vecinos de barrioLa Cerámicase mostraron indignados ante la “barbaridad que hicieron” en la vivienda donde funcionaba una granja, que cerca de las 22.30 de anteayer fue incendiada.
“No tienen perdón de Dios. Hace desde el lunes que venimos hasta este lugar porque la gente que todavía estaba acá es cómplice. Acá se vio cuando la hermana se llevaba a la chica y el nene”, dijo una señora, quien agregó que no podía creer que una persona cometa un crimen tan atroz.
“No les va a quedar nada”, sentenció un joven indignado. “¿Cómo le va a hacer eso a la chica y a la mamá?”, se preguntó, en alusión al ataque sexual del que habrían sido víctimas Rocío y su madre.
“Dicen que (a Rocío) la hacía trabajar en algunos cabarets y también que la llevaba a un bar en zona norte”, agregó otro hombre, mientras miraba los restos de lo que antes fue una granja y un local de venta de garrafas.
“Adentro había un montón de fotos de Rocío y del tipo ese. Junté las de la chica para dársela a la mamá. Esto es increíble, no pueden estar sueltos estos acá. Soy madre y es terrible”, sostuvo otra mujer.
El caso es investigado porla Agrupación UnidadesEspeciales dela Unidad RegionalXVII, del departamento San Lorenzo, junto con sus pares del departamento Rosario, con conocimiento del Juzgado de Instrucción de la 14ª Nominación, a cargo de a cargo de María Laura Sabatier, en turno al momento de radicarse la denuncia por la desaparición de Rocío Daiana Gómez, de17 años.
Rocío se fue de la casa de sus padres el 26 de febrero, junto a su hijo Kevin, de 14 meses. Al día siguiente se comunicó con sus padres mediante un mensaje de texto y les pidió que le llevaran su moto (que estaba a nombre de su madre) hasta la granja de la zona norte de Rosario donde supo trabajar hasta antes de ser madre, porque se la iban a comprar.
Los padres de Rocío fueron hasta el lugar. En sede judicial, la mujer dijo que su marido fue golpeado y maniatado; que tanto ella como su hija fueron sometidas sexualmente y que, antes de obligarlos a irse, la hicieron firmar varios papeles. A su hija y nieto no los volvió a ver. Antes de irse recibieron amenazas de muerte si contaban lo sucedido.
Tras esto, la familia de Rocío radicó la denuncia en el Juzgado de Instrucción de la 14ª Nominación, y luego se fue a la provincia de Buenos Aires, donde tienen familiares, para ver si la joven se había marchado hacia allá y también porque tenían miedo de que les pasara algo malo.
Al tiempo volvieron a la ciudad de San Lorenzo, pero no tenían noticias de Rocío y su hijo. A fines de mayo, Kevin fue hallado por un hombre en un descampado de la ciudad de San Nicolás. El sábado pasado efectivos de AUE de San Lorenzo allanaron una vivienda abandonada de Martín Fierro al 600, en la zona norte de Rosario, donde hallaron, enterrados a casi tres metros de profundidad, restos óseos de una persona joven, que fueron sometidos a estudios para determinar su identidad.