Lucas Hoyos (6). Con una dupla de zagueros inestable, tapó dos pelotas de gol y casi ataja el segundo penal. Estuvo en buen nivel, pero su defensa no lo acompañó.
Armando Méndez (3,5). Pareció jugar sin ganas, como si quisiera dar un mensaje tras estar en el banco la semana pasada. No pasó una vez al ataque, porque nunca lo intentó, no por mérito del rival.
Tomás Jacob (2). Cuesta encontrar algo positivo. Defensivamente perdió siempre, no tuvo capacidad para cabecear ni marcar. Arriesgó en las salidas con el pie, y en el segundo gol quedó ridiculizado al salir ‘destartalado’ a marcar a Giménez y pasar de largo.
Ian Glavinovich (3). ¡Qué nochecita! Cometió dos penales, el primero por un agarrón de los que nunca se sancionan y el segundo al ser anticipado y pegarle en la mano demasiado extendida. Pero además perdió siempre de cabeza y se mostró desorientado cuando el balón vino por arriba.
Ángelo Martino (4,5). El más estable de la defensa. Intentó pasar al ataque, en especial en la primera parte, pero Aguirre no lo vio nunca como opción. Salió con una molestia con el partido 0-0.
Cacciabue (4). Otro partido donde corrió mucho y no quitó una pelota. Muchas veces lo buscaron como el nexo entre defensa y ataque, pero casi siempre prefirió devolver el balón hacia atrás. Lejísimo de pisar el área rival como pretende Larriera.
Fernández Cedrés (5). Su despliegue a veces no tiene sentido porque choca con el retroceso de Banega y un Cacciabue que no sale del círculo central. Tuvo la pelota y trató de llevar el equipo adelante, pero en la segunda parte se cansó.
Ever Banega (5). Se lo vio mejor, intentó hacer jugar al equipo y dejó de frente al arco a Aguirre en la jugada previa al penal. Sigue faltándole un socio y que los delanteros entiendan su juego.
Francisco González (3). Otro partido donde no le salió una jugada. Tuvo una pelota de frente al arco en el primer tiempo entrando a la carrera y se le terminó yendo afuera porque no supo como frenarse. Inefectivo, imposible sostenerlo así como titular. Ya ni siquiera ayuda a marcar.
Juan Ramírez (3). Peleado con el arco, pidió patear el penal para sacarse la mufa y Sanguinetti le adivinó el palo y le tapó un remate que no era malo. De ahí en más nunca encontró la pelota, porque cada vez que la tuvieron Panchito o Aguirre hicieron la individual, como si estuvieran peleados con él.
Brian Aguirre (4). Juega para hacer su gol, como si eso le permitiera que aparezcan ofertas para irse. Individualista al máximo, los rivales ya saben que siempre engancha hacia adentro y no saca diferencia de su velocidad ni habilidad. Tuvo el gol en la previa al penal pero le dio donde estaba el arquero, aunque peleó el rebote. Su ayuda defensiva es nula.
Brian Calderara. Cada vez que ingresa retrocede casilleros. Le está costando horrores jugar en Newell’s tras un buen año en Barracas.
Guillermo May. Esta vez no alcanzó con sus ganas y su empuje. Entró con un Newell’s partido y desorientado.
Misael Jaime. Si tocó una pelota es mucho. Un manotazo de ahogado de Larriera.
Ignacio Schor. Entró para ver si Newell’s podía empatar y al minuto llegó el 2-0. Otro manotazo de ahogado.
