Según especialistas, este es el segundo factor de muerte por cáncer en el mundo, después del tabaquismo. Sin embargo, al estar asociado antiguamente con la promiscuidad, se habla muy poco de la enfermedad y el prejuicio le gana una vez más a la salud. En Argentina mueren unas 11 mujeres por día, pero se estima que en las zonas más carenciadas del país hay muchas más muertes de este tipo, no registradas. Mañana, a las 19.30, habrá una charla informativa sobre cómo prevenir la infección del HPV y el cáncer de cuello de útero, a cargo del médico ginecólogo Martín Riegé, vicepresidente de la Asociación Argentina de Oncología Ginecológica. La cita es con entrada libre y gratuita en el hotel de Dorrego 450.
En diálogo con el médico, explicó que aún faltan medidas preventivas en el país en materia de este tipo de cáncer y que hace falta concientización de las mujeres para los controles ginecológicos anuales. “El famoso papanicolau que recomendaba Tita Merello marcó a una generación, pero las más jóvenes se inician sexualmente y no realizan controles ginecológicos porque sólo se habla de educación sexual y de evitar embarazos no deseados, cuando también hay que hablar de evitar el contagio de este tipo de enfermedades”, dijo Riegé.
A su vez, el profesional también destacó la importancia del tipo de charlas como la que dirigirá mañana en el hotel de calle Dorrego. “Es fundamental que acompañemos el avance científico y médico con charlas al público para despejar todo tipo de dudas sobre una temática determinada. No olvidemos que esta enfermedad es causada por un virus que, después del tabaco, es un gran factor de muerte en el mundo”.
El Virus del Papiloma Humano está en el 90 por ciento de las personas pero muy pocos son los que saben sobre la importancia de los controles médicos ya que pueden pasar hasta 10 años entre la aparición de las primeras lesiones y el tumor cancerígeno. Es por eso que se recomienda tener controles ginecológicos anuales, dado que estos registran las primeras lesiones y de ahí en más comenzar el tratamiento. “Todas las lesiones preoncológicas (antes de que sean declaradas cancerígenas) son ciento por ciento curables, y cuando tenemos el tumor con nosotros es demasiado tarde”, señaló.
Riegé señaló: “Es muy bueno que se haya autorizado la vacunación a niñas de 11 años, pero la gente quiere saber qué pasa con sus hijas de 10 y de 15, todo eso lo aclararemos en la charla. Por otro lado –continuó– es necesario hablar del efecto que tiene esta inmunización y dar tranquilidad a todos de que estas chicas no corren riesgos de poder buscar un embarazo o qué sucede si la mujer ya tuvo el virus y ahora se quiere vacunar. Todo es válido y vamos a responder cada pregunta del público, porque ya se sabe que para una prevención eficaz se necesita información.
Por el momento no hay tratamiento del virus pero sí prevención, se puede prevenir la aparición del virus con la vacunación, y si ya lo tenés, se puede prevenir el avance del mismo, sobre todo si hay algún tipo de lesión.
“Casi el 90 por ciento de las personas tenemos el virus y no lo sabemos pero en las mujeres el pap registra si hay algún tipo de lesión. La vacuna y el pap conforman una barrera muy importante a las lesiones (y si no se tienen, difícilmente se las tenga luego de la vacuna). Lo cual no significa que una cosa descarte la otra. Las que tengan la vacuna deben seguir con los controles ginecológicos y hacerse el papanicolau anualmente. Hasta ahora el rastreo del pap no llega a la revelación total, pero puede que con el avance de la medicina en poco tiempo se tengan buenas noticias”.
“Eso sí, al año de tener relaciones sexuales, deben comenzar con los estudios ginecológicos de rutina. Lamentablemente vemos que el país trabaja muy mal en materia de salud, porque sólo el 30 por ciento de la población del país se realiza un papnicolau dentro del año, por eso hay tantas muertes por cáncer de cuello de útero. Es el primer cáncer por cantidad de casos en la zona norte del país y en el norte de la provincia, más que el cáncer de mama, inclusive en el Gran Buenos Aires”, remarcó. En tanto, aclaró que el promedio de tumores se diagnostican entre los 45 y 47 años, pero las lesiones aparecen después de los 30. “Si llegamos a un tumor es porque tuvimos muchos años sin controles”, advirtió.
También dijo que en la actualidad las mujeres mayores de 40 años han tomado conciencia del papanicolau .
“Es necesario que se integren programas de educación en las escuelas, aquí se habla sólo de educación sexual pero es importante también la prevención y no sólo de un embrazo no deseado. Además, con este tipo de enfermedades como se las suele vincular con la promiscuidad, no se habla. Tengamos en cuenta de que si mueren 11 mujeres por día en el país, en Escocia se mueren 5 por año por esta misma enfermedad, y se trata de trabajar con la prevención, nada más”.
Un motivo más para dejar el pucho
Riegé dejó en claro que el Virus del Papiloma Humano es el segundo factor de cáncer en el mundo, después del tabaco. “De hecho, tiene una relación muy estricta con el tabaco, ya que empeora la situación de la paciente. El tabaco es un cofactor como el estrés, la inmunodepresión o el virus del HIV, todo eso colabora en la baja de defensas y que el virus se propague. Hoy por hoy, este virus no sólo está relacionado con la ginecología, porque los hombres tienen verrugas y son transmisores del virus. Tanto en relaciones heterosexuales como homosexuales, los casos derivan en cáncer de cuello de útero, cáncer de boca y de ano, por eso la importancia en la prevención”.