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Sancor: gobierno y gremio le piden a la empresa “un plan serio y a largo plazo”

Esta semana, Sancor decidió suspender por 30 días la producción en cuatro plantas. Una de ellas es la de la localidad de Centeno, ubicada a 100 kilómetros de Rosario.

El gobierno nacional y el gremio de trabajadores de la industria láctea Atilra pidieron este jueves a las autoridades de la empresa cooperativa Sancor presentar un «plan de reestructuración serio, a largo plazo y no coyuntural» para intentar superar su grave crisis que en principio pone en riesgo 500 empleos; 65 de ellos en su planta de la localidad santafesina de Centeno.

Fue durante la reunión que mantuvieron los ministros de Agroindustria Ricardo Buryaile y de Trabajo Jorge Triaca, con autoridades de Sancor, entre ellos el presidente de la cooperativa Gustavo Ariel Ferrero, y de Atilra, representados por su secretario general Héctor Luis Ponce.

En el transcurso de la reunión, Sancor expuso su difícil situación. El gobierno se mostró dispuesto a ayudar a la firma, que da trabajo a unas 4.000 personas en todo el país, pero para eso Sancor debe presentar un plan de reestructuración creíble, serio y de realización a largo plazo que deje de lado los aspectos coyunturales.

Antes de ingresar a la reunión, Buryaile señaló que «Sancor es una empresa tradicional, histórica y hace bastante tiempo que viene a los tumbos, con problemas financieros, con productores».

«En realidad la industria láctea hace años que viene con problemas y Sancor particularmente».

El funcionario sostuvo que «en los últimos años los problemas fueron de tal magnitud que el gobierno anterior pensaba venderle la empresa a Venezuela, a Hugo Chávez, pero lo que hizo fue elevar un contrato de provisión de leche en polvo a un precio exorbitante para el mercado».

Además, describió que eso hizo que la empresa «más o menos acomodara las calzas y empezara a caminar, pero nada de eso era sustentable a la luz de lo que es el déficit mensual permanente dado por cuestiones financieras, costos de financiamiento y estructura, así se fue agravando». En tanto, Buryaile agregó que «en el contrato con Venezuela hay un saldo de más de mil millones de pesos que está debiéndole Venezuela a Sancor».

«Decir que vamos a colaborar con un auxilio de 4.500 millones de pesos hoy no está a nuestro alcance, pero quizás podamos colaborar de cualquier otra manera», manifestó.

Cuatro plantas paradas

Esta semana, Sancor decidió suspender por 30 días la producción en cuatro plantas. Una de ellas es la de la localidad de Centeno –departamento San Jerónimo– ubicada a 100 kilómetros de Rosario. Allí, los trabajadores mantienen una protesta frente a la planta.

Además, adoptó el mismo sistema para las fábricas de Brinkman y Coronel Moldes, ambas en la provincia de Córdoba, y Coronel Charlone, en la provincia de Buenos Aires.

Los encargados de las plantas recibieron el lunes por la tarde la orden de no recibir materia prima y comenzarán a trabajar para desactivar los establecimientos.

El miércoles a la noche, Sancor rompió el silencio con un comunicado donde apeló a la confidencialidad y dijo que no brindará ninguna información sobre sus planes, pero atribuyó a «cuestiones de mercado», a «las inundaciones que golpearon en forma recurrente las principales cuencas productivas; problemas de infraestructura, que impiden sobrellevar de mejor manera los contratiempos y desfasajes en los costos que hacen al funcionamiento del sector».

Por último, Buryaile responsabilizó al gobierno de Cristina Kirchner por la crisis que atraviesa el sector lácteo, tanto a nivel primario como secundario. El ministro consideró que la crisis «es producto de todo ese tiempo de manejos y desmanejos y aprietes, cuando había que pedir permiso para todo en la Argentina».

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