La Corte Suprema de Tucumán absolvió este lunes a Belén, la joven que había sido condenada a ocho años de prisión por el presunto aborto de su bebé y que había sido liberada tras cumplir dos años de cárcel, según fuentes judiciales.
Todo comenzó el 21 de marzo de 2014 cuando la joven concurrió al Hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán por dolores estomacales y fue diagnosticada de “aborto espontáneo incompleto sin complicaciones”, adjudicándole a ella un feto encontrado en el baño de ese centro asistencial a pesar de que nunca se realizó un estudio de ADN que demuestre su relación con la joven.
La medida se conoció este lunes pero aún no se habían difundido los fundamentos de la decisión tomada por los magistrados que integran el alto tribunal.
Belén, como se la identificó desde un primer momento para evitar que se conozca públicamente su identidad, llegó el 21 de marzo de 2014, junto a su madre, al Hospital Avellaneda con dolores estomacales y los médicos le administraron calmantes, además de recomendar que permanezca internada en la guardia.
La joven sufrió una hemorragia, le diagnosticaron un “aborto espontáneo incompleto sin complicaciones”, según consta en la historia clínica elaborada por el primer médico que la atendió, pero a partir de ahí comenzó un proceso judicial y la condenaron a ocho años de prisión.
La sala III de la Cámara Penal, integrada por los jueces Dante Ibáñez, Néstor Rafael Macoritto y Fabián Adolfo Fradejas, la condenaron al considerar que se trató de “homicidio agravado por el vínculo”.
Los jueces le dictaron prisión preventiva y fue llevada detenida al Penal de Santa Ester donde permaneció durante más de dos años.
El caso tuvo amplia repercusión a nivel nacional e incluso internacional ya que numerosas organizaciones de Derechos Humanos se movilizaron en su apoyo.
“Belén es un caso paradigmático de cómo la criminalización del aborto recae de manera desigual y discriminatoria sobre las mujeres pobres y jóvenes, y cómo la política penal cercena su derecho a la salud”, sostuvo en su momento Amnistía Internacional, a través de un comunicado.
Cuando el caso se hizo público, se conformó la Mesa para la Libertad de Belén, compuesta por 40 organizaciones de un arco político variado, mientras que a nivel mundial, Amnistía Internacional recogió más de 120.000 firmas que respaldaron el pedido de libertad.
Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales exigieron que “se tomen medidas para la inmediata liberación de Belén en virtud de las violaciones que se cometieron, sin respetar estándares internacionales de Derechos Humanos”.
La joven tucumana recuperó la libertad el 18 de agosto pasado por un dictamen del máximo tribunal que dejó sin efecto la prisión preventiva dispuesta por los jueces de la sala III.