El abuelo de Marco Ruben, el goleador de Rosario Central, sufrió este jueves un brutal ataque en su casa de Fray Luis Beltrán. “Le entraron por la ventana mientras dormía”, dijo un investigador momentos después de que Fermín Rodríguez, de 78 años, ingresara al hospital regional Granaderos a Caballo de San Lorenzo con tres costillas rotas y doble fractura de maxilar. El jubilado permanecía en terapia intensiva de un sanatorio rosarino con estado reservado. Los pesquisas creen que el robo contó con inteligencia previa y lo relacionan con otros hechos similares, donde las víctimas son personas mayores que viven solas.
Fuentes del caso dijeron desconocer a qué hora ocurrió el robo y cuál fue el botín, ya que Fermín no pudo declarar por la violenta paliza a la que fue sometido. No obstante, algunas pistas dan cuenta que el agresor ingresó al domicilio por una ventana: “Puso una silla plástica y sacó el postigo de una ventanita corrediza. Le entró a la madrugada mientras dormía”.
Alrededor de las diez de la mañana de ayer, una vecina de Yapepú al 300 notó que la vivienda de Fermín tenía todas las luces encendidas y lo llamó varias veces sin obtener respuestas. Por eso se asomó por una ventana y descubrió que estaba “todo revuelto”, por lo que avisó al 911. Cuando la Policía ingresó al domicilio, halló al hombre tendido en el piso con el rostro lesionado, por lo que una ambulancia lo trasladó al hospital.
“Fermín vivía solo y era muy confiado. Le gustaba cortar el pasto y le daba la changa al primero que pasaba”, dijo un vecino, quien afirmó que al anciano le gustaba mantener el frente de su casa bien arreglado. Pero también contó que era un “hombre solitario”. Al respecto dijo que su nieto, quien vive en la misma calle, lo había visto por última vez el martes, en tanto una vecina se lo cruzó el miércoles por la mañana por última vez y fue quien notó que algo raro pasaba.
La principal hipótesis de los investigadores es que hubo inteligencia previa en el robo, en principio porque a comienzos de mes, Fermín habría retirado dinero de un cajero, que se presume gastó en un campo. “No se entiende tanta saña. Una posibilidad es que hayan tenido el dato de la plata, y como no la encontraron se pasaron de la raya”, especuló un pesquisa.
Según esa línea, en el último tiempo hubo una seguidilla de entraderas a casas de ancianos que viven solos y, en su mayoría, fueron robos con jugosos botines. “Si bien fueron violentos, nunca se habían ensañado tanto”, dijo la fuente.
El hecho es investigado por el fiscal de San Lorenzo Aquiles Néstor Balbis, quien ordenó allanamientos en reserva, y efectivos de la seccional 4ª de la UR XVII de San Lorenzo a cargo de Mauricio Nowichi.