La escalada de la violencia altamente lesiva que asola los barrios del departamento Rosario llevó a la conformación de un Equipo Conjunto de Investigación (ECI) entre las Fiscalías provinciales y federales con el objetivo de aunar recursos para enfrentar a la criminalidad organizada que no sólo se dedica al narcomenudeo sino también a las extorsiones, usurpaciones y secuestros. La primera acción conjunta se conoció este viernes por la noche y terminó este sábado con 84 allanamientos llevados a cabo por la Policía Federal y la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en domicilios de Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria, San Lorenzo, la Unidad 11 de Piñero y el penal bonaerense de Marcos Paz donde permanece detenido Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de Los Monos. Estas medidas se dieron a menos de 48 horas de que Guille Cantero recibiera su séptima condena a 22 años por ataques armados al poder Judicial en 2018 y tuvieron como objetivo las disputas territoriales por el narcomenudeo con el protagonismo de diversas organizaciones: entre ellos Los Monos y sus aliados del clan Caminos, además de la banda enemiga de las anteriores liderada por Esteban Lindor Alvarado.
El megaoperativo se concreta también en medio de una nueva saga violenta que llena de plomo y sangre a la ciudad y a pocas horas de que en la escena de un doble crimen volviera a encontrarse un inquietante cartel que fue marca registrada de Los Monos (aunque también lo usó su contrario Alvarado, en ataques de falsa bandera): “Con la mafia no se jode”.
Voceros judiciales indicaron que estos operativos conjuntos son una derivación de pesquisas que tienen los fiscales federales Adriana Saccone y Claudio Kishimoto, de las Fiscalías Federales 3 y 2 de Rosario, respectivamente, y los provinciales Luis Schiappa Pietra, Matías Edery y Pablo Socca junto con su par federal Diego Iglesias, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). También la Ufese, la unidad antisecuestros a cargo del fiscal Santiago Marquevich, quien investiga el secuestro extorsivo del hijo de un empresario de Arroyo Seco, dueño de una estación de servicios.
Secuestraron al hijo de un conocido empresario de Arroyo Seco
En esas causas, además de la mirada en las organizaciones criminales vinculadas con el narcomenudeo en los territorios periféricos se indagó sobre la trama conexa de lavado de dinero y los ataques a tiros contra fachadas de varias sedes del Poder Judicial provincial, de varios secuestros extorsivos y el accionar de detenidos con condena que, se sospecha, siguen dando órdenes para cometer delitos desde sus celdas.
Además de Guille Cantero, esto último involucra a los identificados como Leandro “Pollo” Vinardi (un hombre de Los Monos detenido en la cárcel de Piñero con liderazgo en Villa Gobernador Gálvez), Pablo Camino (originario de barrio Emaús, condenado por el crimen Andrés Farías y sindicado por el asesinato de Rubén “Tubi” Segovia) y Jonatan Camino (vinculados estos dos últimos con el hijo de Pimpi, Alexis Caminos, quien comanda el clan de barrio Municipal desde prisión), Nicolás Avalle, Héctor N. y Rodrigo B.
La mira en barrio Godoy
Uno de los ejes de esas causas remite precisamente al clan Caminos y sus acciones violentas en barrio Godoy, donde también fue blanco de un allanamiento la seccional 32ª, y Triángulo y Moderno. Otro tiene base en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez.
Algunos de estos indicios se recolectaron con una investigación que se inició en marzo último en barrio Godoy sobre Nicolás “Fino” Ocampo, quien cumplió una condena como miembro de la banda de Alvarado y fue asesinado al mes siguiente.
Doscientos setenta mil pesos para matar a Nicolás «Fino» Ocampo
Los pesquisas lo identificaron como el encargado del comercio drogas para Alvarado, detenido por homicidio y narcotráfico, y advirtieron que apareció en ese sector de la zona oeste como competidor Pablo Camino, quien a las órdenes de Los Monos digitaba los movimientos desde la cárcel.
Según la causa, Camino armó una banda en ese territorio como ejecutor de órdenes de Guille Cantero y Pollo Vinardi. Ese mismo grupo también puso una pata en San Lorenzo, a través de un hombre llamado Marcos Jeremías Mac Caddon, alias Pato, dice la pesquisa.
En unas escuchas telefónicas incorporadas a una causa federal que tramita en Rosario, Mac Caddon habla con otra persona de tirotear un búnker de venta de drogas administrado por Alvarado, en venganza “porque lo apuñaló al Gordo (Leandro) Vilches”, histórico lugarteniente de Guille Cantero. Esta comunicación fue interceptada el 6 de septiembre pasado y dio cuenta del modo violento en que las bandas dirimen sus disputas al afirmar:
“Le tenemos que dar con toda” a algún vendedor de drogas de su competidor.
“Rosa cuchá… vos no sabés alguno que venda para el Esteban Alvarado”, dijo Mac Caddon a su interlocutor, quien preguntó “¿Acá?”.
Mac Caddon le respondió “en cualquier lado” y la otra persona le consultó: “¿Ahí en Rosario vos tenés todo mal con él?”.
Pato explicó que “se pudrió todo porque le pinchó, le apuñaló dos al Gordo Vilches”.
El diálogo siguió así:
Mac Caddon: “Le tenemos que dar con toda a cualquiera que enganchemos de él, le tenemos que dar con toda… pero no conozco ningún bunker de él”.
Interlocutor: “Si, yo en Rosario lo conozco a todo”
Mac Caddon: “¿Dónde?”.
Interlocutor: “Pará que ahí tiro la línea a ver si siguen en el mismo lugar…”.
Mac Caddon: “Bueno, averíguame algún bunker de ellos o alguno que venda para él que le doy con toda”.
Interlocutor: “Sí, dale, vamos, que encima ando con unas ganas de tirar yo… ahí te averiguo”.
Según los pesquisas, el enfrentamiento entre las segundas o terceras líneas de las bandas de Alvarado y Cantero explica buena parte de la dinámica de la violencia altamente lesiva que cotidianamente produce homicidios y heridos en el departamento Rosario.
En el transcurso de la investigación también apareció vinculado con la banda de Alvarado el nombre de Claudio “Morocho” Mansilla, uno de los ocho evadidos a los tiros de la cárcel santafesina de Piñero en junio último, quien aún permanece prófugo. Mansilla fue condenado en ausencia, unos días después de la fuga, por un doble homicidio, y está imputado en otro caso de asesinato, ligados a la violencia narco.
Operativos y detenidos
Dentro de los procedimientos, 11 de ellos fueron concretados por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y estuvieron a cargo del fiscal Socca de la Unidad de Armas. En 10 de los mencionados se procedió a la aprehensión de Gabriela A., de 48 años, y a la demora de Facundo H., de 18; Brisa B., de 23; Diego C., Juan C, y Sebastián V., de 22. En tanto, Vanesa G., Franco C., Hugo Daniel C., Axel Z. y Sheila M., tenían órdenes de detención por estas causas y serán llevados a audiencias imputativas en los próximos días.
Uno de estos operativos fue en una casa de Presidente Quintana al 3800, donde los pesquisas incautaron gran cantidad de municiones y encontraron documentación del policía Damián Alberto F. Socca ordenó que el uniformado se presentara en la sede de la AIC y su situación se conocerá en la próximas jornadas, indicaron voceros del caso.
También se conoció que una de las causas bajo investigación es la balacera contra el lubricentro de un piloto automovilístico villagalvense, cuya familia fue víctima de extorsiones.
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En tanto, en un allanamiento en Montecarlo al 3400, los pesquisas secuestraron 40 entradas de reventa para el show del artista L-Gante a desarrollarse en el estadio cubierto de Newell’s.
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Además en el lugar se aprehendió a Brian G. y Nicolas G., a quienes se sospecha vinculados con la barra brava de Newell´s, en cuyo estadio recientemente el Ministerio de Seguridad halló un sector al que sólo tenía acceso uno de los líderes de la pesada rojinegra.
En esos 11 procedimientos también incautaron aparatos de telefonía celular, material de almacenamiento informático, material estupefaciente y material de interés para la investigación.
El despliegue de fuerzas federales y provinciales tiene condimentos impactantes: gran número de agentes –muchos de civil–, de vehículos y hasta, al menos, un helicóptero de apoyo aéreo.
Los allanamientos fueron encabezados por el personal de la Policía Federal bajo mandatos de la Procunar y Fiscalías Federales, y por la AIC en cumplimiento de requerimientos del Ministerio Público Fiscal (MPA) con sede en Rosario.
En los operativos se produjo el secuestro de una escopeta calibre 16, una carabina, variado material estupefaciente, una balanza de precisión, un chaleco antibalas, dos handies de frecuencia policial y balas de distintos calibres.
Además, los procedimientos de las fuerzas federales dieron como resultado la detención de 8 personas y el secuestro de 16 teléfonos celulares, más de mil dosis de clorhidrato de cocaína, unos 50 mil pesos y 20 mil dólares. También una pistola Beretta 635 con municiones, otra Glock 26 con cargador y una moto con numero de motor suprimido.