Greenpeace reclamó ayer en una jornada de movilización mundial la liberación de los 30 miembros del Artic Sunrise, entre ellos dos argentinos, Camila Speziale y Hernán Orsi, detenidos en Rusia por intentar escalar una plataforma petrolera en el Ártico.
La jornada de movilización, en 47 países del mundo, comenzó en Nueva Zelanda, después en Rusia, y continuó en Europa, así como en Estados Unidos.
El reclamo es por la liberación de 28 activistas y dos periodistas que se encuentran desde el pasado 19 de septiembre presos en la localidad rusa de Múrmansk, acusados de “piratería en grupo organizado”, delito por el que se enfrentan a una pena de hasta 15 años de prisión.
Entre las personas en detención provisional, se encuentra el capitán de la nave, el estadounidense Peter Willcox. Este activista comandaba el Rainbow Warrior, hundido en el puerto neozelandés de Auckland en 1985 por los servicios secretos franceses, cuando los militantes ecologistas hacían campaña contra las pruebas nucleares en Polinesia.
Australia mostró ayer su “inquietud” por acusaciones “muy graves” llevadas a cabo contra uno de sus ciudadanos, miembro del equipo de Greenpeace.
Por su parte, Holanda inició una acción judicial, al considerar que Moscú debería haberles pedido permiso para detener la embarcación ecologista, que navegaba con bandera holandesa.
Sin embargo, el viceministro ruso de Relaciones exteriores, Alexei Meshkov, rechazó los argumentos de Holanda, al considerar que las autoridades holandesas fueron alertadas en numerosas ocasiones del peligro de las acciones de la ONG . “Todo lo ocurrido con el Arctic Sunrise es provocación pura”, declaró Meshkov, según la agencia Ria Novosti.
En Moscú, simpatizantes de Greenpeace se concentraron en el céntrico parque Gorki para reclamar la liberación de los militantes de la ONG encarcelados.
