“María, estrella de la evangelización, ilumina nuestra misión” fue el lema que movilizó ayer a más de 10 mil fieles que realizaron la 36ª Peregrinación Rosario-San Lorenzo. La manifestación de fe popular partió a las 7 desde la catedral Nuestra Señora del Rosario y llegó a la vecina localidad del Cordón Industrial, más precisamente al Campo de la Gloria, entre las 15 y 15.30 con la imagen de la Virgen del Rosario encabezando la multitudinaria caravana.
Ya ubicados a orillas del Paraná, bajo un sol radiante y con el Convento San Carlos a sus espaldas, los fieles le pusieron clima festivo a su sacrificada demostración de fe. Aquellos que apuraron el paso lograron descansar unos minutos antes de que Monseñor José Luis Mollaghan comience con la celebración eucarística. En medio de cantos, saltos y aplausos, pasadas las 15.30 ingresó la imagen de la Virgen y minutos más tarde comenzó la homilía.
“Hoy es el día de la Trinidad, Dios es tres personas, el padre, el hijo y el Espíritu Santo… un solo Dios y tres personas distintas”, explicó Monseñor Mollaghan apenas inició la celebración eucarística. “Hoy el motivo que nos une es la fe y cada paso que dimos dijimos «yo creo». El camino de una peregrinación es como una Misión, es lo que hacemos cuando misionamos, salimos de nuestros hogares y le dedicamos tiempo a rezar, le dedicamos tiempo a una meta, porque el camino es la fe”, completó.
Mollaghan hizo hincapié en la esperanza y la convicción, pero también evocó la figura del Papa Francisco, que “siempre está, pero antes estaba Jesús”.
Las condiciones climáticas fueron las ideales para que los peregrinos puedan unir las dos ciudades sin ningún tipo de complicaciones. Los buzos, camperas y bufandas de la salida ya colgaban de los brazos a media mañana, cuando la manifestación ingresaba a la ciudad de Granadero Baigorria. Al mediodía fue tiempo del almuerzo y, tras pocos minutos de descanso, los fieles emprendieron el último tramo que comprendió las ciudades de Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán y la llegada a San Lorenzo.
El intendente de la ciudad de San Lorenzo, Leonardo Raimundo, como todos los años saludó a la multitud en el Pórtico de la Gloria, sobre calle Sargento Cabral. “Es emocionante ver cómo la fe puede movilizar a toda esta gente, que se levantó muy temprano y realizó un gran esfuerzo para terminar hoy con esta hermosa fiesta de la Iglesia Católica aquí en San Lorenzo”, indicó Raimundo. Y finalizó: “Es un honor para nosotros poder recibir a toda esta gente todos los años, transmiten una energía muy positiva. Nos pone muy contentos poder compartir esta demostración de fe junto a los vecinos de toda la región”.
Cuando el sol abandonaba la tarde, los devotos de la Virgen María, en su gran mayoría jóvenes, se desconcentraron para retornar a sus hogares luego de vivir una jornada festiva y recordando las palabras de Mollaghan, que instaron a vivir con “fe, alegría y esperanza”.
Desde la Comisión Arquidiocesana de la Pastoral Juvenil de Rosario se mostraron muy conformes con la convocatoria de este año y agradecieron la presencia de la Cruz Roja rosarina, a Defensa Civil de la Municipalidad de Rosario, a Gendarmería, la Guardia Urbana de Capitán Bermúdez, ex Combatientes de Malvinas y a las autoridades del municipio sanlorencino.
