Convocada por varios sindicatos contra el proyecto de reforma del sistema público de pensiones se realizará este jueves en toda Francia una huelga general inmersa en un clima de alta tensión. Las demandas al gobierno de Macron se ampliaron a medida que nuevos colectivos y organizaciones mostraron su apoyo a la protesta.
El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, celebró este miércoles la decisión del movimiento de “chalecos amarillos” de plegarse a la huelga general.
Se espera que a la huelga se sumen los maestros y otros funcionarios públicos, personal sanitario, abogados, bomberos y hasta policías. Un temor especial suscitan las refinerías y los empleados de la compañía energética EDF, que podrían cortar el fluido eléctrico de edificios públicos no esenciales para forzar a que sus empleados dejen de trabajar.
Así, Martínez explicó que sindicatos y movimientos sociales “tenemos las mismas preocupaciones”, en referencia a la pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos, la defensa del medio ambiente y la lucha contra el trabajo precario.
Recordó que esta jornada de huelga “no está reservada a las empresas públicas”, sino que “debe generalizarse en todas las empresas” para sumar el máximo de trabajadores, pues “existen muchos conflictos en todos los sectores”.
“Sabemos que es difícil, pero hay una necesidad de activar a muchas personas porque este gobierno, como muchos gobiernos en el mundo, sólo comprenden los reclamos con movilizaciones”, añadió.
Este martes, la asamblea estatal de “chalecos amarillos”, celebrada en la ciudad sureña de Montpellier, aprobó por abrumadora mayoría la propuesta de unirse a la huelga contra la reforma de las pensiones.
El movimiento llamó a sus seguidores para “estar en el centro de esta movilización, con sus propias demandas y aspiraciones, en sus lugares de trabajo o en las calles, con sus chalecos claramente visibles”.
Temor por hechos de violencia
El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, alertó este miércoles de la presencia de elementos radicales y de agitadores en las manifestaciones paralelas a la huelga de este jueves para paralizar Francia.
Sabemos que habrá mucha gente en las manifestaciones y conocemos los riesgos. También habrá “black blocks” (manifestantes vestidos de negro que usan capuchas), así como radicales que decidieron sumarse a las marchas. Los “chalecos amarillos”, por ejemplo, lo anunciaron”, aseguró Castaner en una entrevista en el canal BFM TV. El ministro del Interior cifró en “cientos” la presencia de radicales que se espera en las marchas en París, y en “unos cuantos miles” en el conjunto de Francia.
