El cuerpo de Marcos Rodrigo Machuca, de 22 años, quedó tendido poco antes de la medianoche de este jueves en el patio de una casa de Granadero Baigorria con al menos 30 orificios de bala, según el informe forense preliminar. En el bolsillo del pantalón tenía la llave del Renault Clio blanco que quedó a metros, en la intersección de las calles David Correa y Eva Perón de la ciudad vecina a Rosario, también con impactos de bala en la carrocería.
El asesinato, segundo cometido este jueves por la noche, fue pasadas las 22, de acuerdo a lo informado por los pesquisas, quienes agregaron que la víctima tenía domicilio legal en barrio La Cerámica, de la zona noroeste de Rosario.
El personal policial del Comando Radioeléctrico de Baigorria que llegó primero al lugar encontró el auto con unas 20 vainas servidas calibre 9 milímetros a su alrededor, sin ocupantes y con al menos dos marcas de balazos en la parte trasera.
Fueron vecinos, de acuerdo a fuentes de la fuerza de seguridad, quienes indicaron que había una persona tendida en el patio delantero de una de las casas de la humilde zona, en el extremo oeste de Baigorria, a unos dos kilómetros de la ruta 11. Los habitantes de la zona también contaron que el joven bajó del auto, se escuchó que la puerta principal se abrió y casi en simultáneo sintieron las detonaciones.
Encontraron al joven con sus piernas flexionadas, como si hubiera estado arrodillado y cartuchos servidos a su alrededor. En total, el personal policial recogió 31 vainas servidas y una intacta calibre 9 milímetros, más 7 ojivas de bala encamisadas y deformadas, describieron los voceros relacionados al caso.
Los médicos forenses contaron al menos 30 orificios de bala en el cuerpo del joven asesinado.
La investigación del caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo, quien ordenó los peritajes de rigor y pidió información sobre el Clio hallado en la escena del crimen.
A su vez, familiares de la víctima contaron que la víctima había ido a esa dirección con la intención de comprar una visera. Además, con el correr de las horas se conoció que los tiradores era dos varones, aunque no trascendieron mayores datos.