Hernán Amez salió a comprar una cerveza al kiosko. La noche pintaba veraniega en barrio Tablada. El reloj se acercaba inexorablemente al cierre del día, un 29 de octubre de 1998 que no tenía ningún rasgo especial. En el camino se cruzó con su amigo Héctor Campomar, quien lo sorprendió con su saludo: “¡Feliz Navidad!”. Hernán dudó un instante, pensó que era una cargada, hasta que se dio cuenta que ya era 30 de octubre, el día del nacimiento de su máximo ídolo: Diego Maradona.
Hernán y Héctor, dos maradonianos de alma, empezaron a recordar proezas, hazañas futbolísticas del Diez, y no dudaron en marcar otro número en el celular. Del otro lado de la línea, entredormido, contestó Alejandro Verón, otro enfermo de amor por Diego. “¡Feliz Navidad!”, fue el saludo de Hernán. “¿Vos estás en pedo?”, fue la respuesta de Alejandro, que a esa altura no entendía demasiado. Era el cumpleaños 48 de Diego, y sin quererlo, estos fanáticos del Diez comenzaron a idear la Iglesia Maradoniana.
Durante tres años se repitió el saludo cada 29 de octubre a la medianoche, hasta que en 2001 fueron por más. “Decidimos darle una vuelta de tuerca, compartir ese sentimiento de amor por Diego con muchos fanáticos más. Y yo propongo crear la iglesia. Nos reunimos y votamos. Era iglesia o peña, y ganó iglesia. Por suerte, porque nadie sabe tocar la guitarra o zapatear”, bromea Hernán Amez, quien es periodista, como su padre, fallecido hace varios años, que se conoció en el mundo futbolero como Eduardo De Paz.
La primera reunión como iglesia fue en 2001, en el club Central Córdoba, con 500 concurrentes. Pero la explosión mediática llegó al año siguiente, cuando la reunión tuvo la cobertura del diario deportivo Olé, que lo puso en su tapa al día siguiente. Esa noche también estuvo presente el Bambino Veira, que era el DT de Newell’s.
De ahí en más, los teléfonos de Hernán y Alejandro no pararon de sonar. Recorrieron clubes con el santuario que tiene la imagen de D10S, y la remera alusiva llegó al mismísimo Diego, no sin antes pasar por programas de alto rating como CQC, o De Pe a Pa de la televisión chilena, conducido por el reconocido Pedro Carcuro.
En 2003, la celebración se trasladó a Buenos Aires, con maradonianos de todo el país, incluso extranjeros. Y esa noche hubo una visita especial: Dalma Maradona. La hija del Diez esperó las 12 y lo llamó en altavoz para que los casi mil fanáticos le pudieran cantar el feliz cumpleaños, aunque para ellos era Feliz Navidad.
No fue la única participación de Diego. Varias veces se comunicó telefónicamente y además mandó un video con la camiseta de los maradonianos puesta. Ese día, hubo muchos que no pudieron contener las lágrimas.
“Lo hacemos para devolverle parte de los que nos dio. Y que venga a Rosario y lo tengamos cerca justo el día de la Nochebuena maradoniana es muy fuerte. Todo lo que hacemos es a manera de agradecimiento a los que vivimos por él en una cancha. No le pedimos nada. No somos jueces de su vida. Sólo somos agradecidos de los felices que fuimos gracias a él, a nuestro D10S”, explica Amez.
Los fundadores de la iglesia maradoniana nunca imaginaron hasta donde llegarían. Hubo casamientos, sí parejas que formalizaron su relación frente al altar de D10S, como sucedió con dos parejas mexicanas, Adrián Alejandro González Acosta y Olivia Pozos Barcelata, y Mario Adolfo Martínez Cuéllar y Emma Natalia Trujillo, que en 2007 vinieron a Buenos Aires para tener el visto bueno maradoniano, en una ceremonia que oficiaron Amez y Verón.
La iglesia maradoniana también tiene un día de bautismo para sus fieles. Es cada 22 de junio, fecha donde se recuerdan los dos goles más icónicos de Diego: “la mano de Dios” y “el gol del siglo”, ambos a los ingleses.
Ese día, los fieles se reúnen y los nuevos son bautizados. En la libreta de bautismo se les agrega Diego a su nombre y para concluir con el oficio, se redita el gol con la mano. Hay algo más. Como toda iglesia tiene sus oraciones: Padre Nuestro, y es nuestro de verdad; D10S te salve; y el Creo. Y su libro sagrado es “Yo soy el Diego de la gente”.
Y como alguna vez Dios le dio a Moisés los diez mandamientos para que el pueblo judío pueda ser rescatado, los maradonianos tienen los suyos. 1-La pelota no se mancha: 2-Amar al fútbol sobre todas las cosas; 3-Declarar tu amor incondicional por Diego y el buen fútbol; 4-Defender la camiseta Argentina, respetando a la gente; 5-Difundir los milagros de Diego en todo el universo; 6-Honrar los templos donde predicó y sus mantos sagrados; 7-No proclamar a Diego en nombre de un único club; 8-Predicar los principios de la iglesia maradoniana; 9-Llevar Diego como segundo nombre y ponérselo a tu hijo; 10-No ser cabeza de termo y que no se te escape la tortuga. ¡Feliz Navidad!
Oraciones
Padre Nuestro
Diego nuestro que estás en la tierra, santificada sea tu zurda. Venga a nosotros tu magia, háganse tus goles recordar, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy una alegría en este día, y perdona aquellos periodistas, así como nosotros perdonamos a la mafia napolitana. No nos dejes manchar la pelota y líbranos de Joao Havelange. Diego.
D10S te salve
D10S te salve pelota. Llena eres de magia, el Diego es contigo. Bendita tú eres entre todas las demás y bendito es el Diego que no te deja manchar. Santa redonda, madre del gol, ruega por nosotros los jugadores, ahora y en la hora de nuestro encuentro. Diego.
Creo
Creo en Diego. Futbolista todopoderoso, Creador de magia y de pasión. Creo en Pelusa, nuestro D10s, nuestro Señor. Que fue concebido por obra y gracia de Tota y Don Diego. Nació en Villa Fiorito, padeció bajo el poder de Havelange, Fue crucificado, muerto y mal tratado. Suspendido de las canchas. Le cortaron las piernas. Pero él volvió y resucitó su hechizo. Estará dentro de nuestros corazones, por siempre y en la eternidad. Creo en el espíritu futbolero; la santa Iglesia Maradoniana; el gol a los ingleses; la zurda mágica; la eterna gambeta endiablada; y en un Diego eterno. Diego.